ENERGÍA: LOS QUE CREARON EL CAOS HOY PREDICAN SOLUCIONES

Como sea, es indiscutible que el neoliberalismo provocó inmensos y muy generalizados daños sociales, políticos y económicos –que son de última los objetivos de esa ideología globalizante-, y nos puso al borde de la desintegración nacional en la crisis de 2001/2002.

La tremenda crisis energética que afloró en 2006, sin duda fue gestada y prohijada por el perverso plan de “privatizaciones” (en rigor extranjerizaciones vergonzosas, a precios y en condiciones viles y leoninamente perjudiciales para Argentina). No cabe duda que debió ser prevista antes, sin dejarse transcurrir tres años del gobierno por entonces asumido; pero cabe recordar que prácticamente hasta el desmadre energético del 2006, la pléyade de “expertos y opinantes autorizados” afirmaba casi al unísono que “Argentina no tiene problemas energéticos de ningún tipo”.

¡Y como iban a opinar lo contrario, si la amplia mayoría de esos “opinantes con prensa” (o sea con amplios espacios en los medios, otorgados precisamente por el establishment neoliberal), son los causantes principales y/o brazos ejecutores del saqueo consumado en contra del Estado Argentino, urdido por medio de los enredados esquemas jurídicos que avalaron las muy nocivas “privatizaciones”! ¡Y por ende causaron la crisis energética actual!

Esa crisis no se gestó de un día para el otro. Fue la consecuencia de un largo y meditado plan, ejecutado sin límites de tiempo pero con objetivos precisos: destruir toda capacidad operativa del Estado Nacional y los Estados Provinciales Argentinos, para de esa forma transformarnos en dóciles marionetas manejadas por las grandes corporaciones financieras y empresarias transnacionales, de forma de disponer sin trabas de nuestras riquezas, y de última el objetivo era –y sigue siendo- transformarnos en media docena de dóciles republiquetas, previamente creados los odios y resentimientos internos que hagan imposible toda reconciliación.

En lo energético, primero se instaló en el ideario popular la falsedad de la crónica ineficiencia estatal, predisponiendo  a la gente para que acepte de buen grado las “privatizaciones”, o al menos para neutralizar todo atisbo de protesta. Para ello estuvo disponible toda la claque de los mercenarios del “periodismo especializado” (en rigor vulgares mercenarios de la pluma y de la lengua), que desde el monocorde “periodismo independiente” (léase dependiente del establishment que les define letra), cargó persistentemente imputando “ineficiencias”, que fueron prefabricadas para sembrar el caos y el descontento masivo, en contra de Nuestras Empresas Estatales.

La mayor operación de corruptela fue la montada para malvender YPF, la cual durante toda la “larga noche neoliberal” (1976-2001) fue directa o indirectamente manejada por personeros de las petroleras extranjeras, o individuos de ideologías o intereses claramente afines a las extranjerizaciones. Nombres como Ondarts, Estenssoro (boliviano “importado” para cumplir esos cometidos), Martínez De Hoz, Cavallo, Montamat, Lapeña, Dromi, entre varios otros, fueron sucesivos alfiles de ese enrevesado ajedrez, en el que los cerebros que movían las piezas nos pusieron en jaque, muy cerca del “mate” absoluto que hubiese significado la disolución nacional.

Tal vez muchos desconozcan y pocos recuerden que el operativo montado para endeudar y desprestigiar a YPF (así como a Gas Del Estado y otros entes y empresas energéticas del Estado Nacional) fue de una persistencia y perversidad notable, todo lo cual fue cuidadosamente omitido o silenciado por “los grandes medios de comunicación”, cómplices y partícipes necesarios del operativo de bancarrota prefabricada de Argentina.

Primeramente Martínez De Hoz –con el apoyo irrestricto de Videla y “el proceso”-, se encargó de endeudar artificialmente a las Empresas del Estado, obligándolas a asumir empréstitos innecesarios, cuyos fondos debían girar inmediatamente a Economía para cubrir los déficits crónicos que afectaban intencionalmente al Presupuesto Nacional. O sea, quedarse con las deudas, sin ver un dólar de los préstamos extranjeros.

A la vez, los sucesivos Presidentes de YPF a partir de 1976, fueron personas vinculadas a las petroleras extranjeras y/o individuos declaradamente contrarios a la existencia de las Empresas del Estado. Por su parte, la Secretaría de Energía fue conducida casi sin solución de continuidad, por “privatistas” (neoliberales) desde 1976 al menos hasta 2001.

Con ello, no es de extrañar que las políticas de achicamiento, de expulsar de hecho a los funcionarios más calificados en base a implementar salarios absurdos, y a infinitas chicanas por el estilo, hayan entorpecido el accionar de la petrolera argentina, a la vez la principal empresa que operaba en nuestro país. Entre esas maniobras, se obligó a la petrolera estatal a vender combustibles a pérdida, en beneficio de las petroleras anglosajonas que compartían el mercado nacional.

Finalmente y en varias etapas, en plena partidocracia de los ’90, se consumó la “privatización” de YPF, estimándose dicha venta a menos del 10 % de su valor real. ¡Un perjuicio para el Estado Nacional –o sea para todos los argentinos- de más de 90.000 millones de dólares, equivalente a nueve (9) obras tan costosas como Yacyretá, o veinticinco (25) obras como Corpus!

Cabe agregar que tal vez muy pocos argentinos sepan el grado de refinada perversión que asumieron los decretos y reglamentaciones –muchos en clara contraposición con normas legales vigentes- en base a los cuales se montó toda la parafernalia de las “privatizaciones”; lo cual fue muy acentuado en el Sector Eléctrico, el gas natural, el propio petróleo, y parcialmente ejecutado en el Sector Nuclear –que afortunadamente no alcanzaron a desmantelar ni a extranjerizar-.

El riesgo empresario nulo, en base a la “utilidades garantizadas por decreto”, constituyó uno de los pilares en los que se basó ese curioso “privatismo a ultranza a riesgo cero”, de esos empresarios y funcionarios privatistas que privatizaron las ganancias y estatizaron las pérdidas. ¡Y después nos quieren brindar cátedra acerca de “la eficiencia de los privados”!

Lo mismo respecto a la “eficiencia de los mercados” que supuestamente tornaría innecesaria y anacrónica toda planificación. Y las “inconveniencias de los controles estatales” en base a cuyo retorcido criterio los “privados” tuvieron campo libre para vaciar “a piacere” nuestras importantes reservas de petróleo y gas, todo con la complacencia manifiesta de los señorones “especialistas energéticos” afines al antiestatismo. O la burla de construir 7 grandes gasoductos para exportación, mientras sistemáticamente se nos negaba el gas natural al 45 % de los argentinos.

Esas contundentes realidades son sistemáticamente soslayadas por determinados “deformadores de opinión”, lo cual les permite asumir el rol de acusadores a ocho ex Secretarios de Energía –Guadagni, Lapeña, Echarte, Olocco, Aráoz, Montamat, Apud y Devoto-, que opinan como si nada tuvieran que ver con el gigantesco caos y vaciamiento energético, que con sus posturas y/o acciones neoliberales y ultra privatistas sin duda contribuyeron a provocar.

Por supuesto que quedan muy importantes “materias pendientes” en el accionar energético de los últimos años; principalmente reestatizar YPF, Gas Del Estado, las hidroeléctricas concesionadas, y volver a crear Agua Y Energía Eléctrica. En ese sentido no se entiende por que el Estado no adquirió las dos petroleras privadas argentinas, que fueron compradas por Petrobrás y una petrolera china.

Claro está que si para estatizar los fondos jubilatorios terminando con el perverso sistema de las AFJP; y para subordinar el BCRA como herramienta al servicio de la Economía Argentina, en vez de ser un inadmisible poder omnímodo de hecho manejado por los pools financieros transnacionales; el arco político neoliberal –y sus marionetas mediáticas- instrumentaron los conocidos recursos de la “oposición salvaje”, …¿que hubiese sucedido si se hubiese avanzado en la tan necesaria reestatización energética?


El autor es:
Ex Investigador y Docente de la  Facultad de Ciencias Económicas (UNaM)
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. (UNaM)
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía  (UNLa – CNEA)
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mboror
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