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Pese a todas las dificultades señaladas los chicos concurrían a una buena escuela y además estudiaban inglés,  danzas ella y TAE – KWON – DO él; cuestiones con las que  pretendía la madre prepararlos adecuadamente para afrontar la vida cotidiana de su pequeña ciudad.

Se acercaba la fecha en que Daniela cumpliría sus flamantes quince años, cosas que resultan tan importantes socialmente en las muchachas adolescentes para el futuro desarrollo de su intercomunicación en la comunidad donde reside.

Fernanda pasó mucho tiempo ahorrando para brindar a su hija la fiesta que según su criterio, ella se merecía. Para ello contó con la colaboración de su propia madre y la complicidad de sus hermanas, con quienes organizaron una fiesta enorme, diría que la planearon diferente de aquellas en las que decide la propia interesada; pero respetando ciertas pautas que eran comunes a la modalidad imperante entre las niñas quince añeras.

Elimino los detalles del tiempo que pasaron sus parientes mayores eligiendo unas u otras cosas que consideraron en aquel momento como de características indispensables, para la celebración que las ocupaba.

Solo diré que, el primer punto infaltable, ya que Daniela cursaba el Secundario en un Colegio Religioso, era la concurrencia familiar a una Misa Blanca y posteriormente  – De acuerdo a las expresiones de los chicos –  La Verdadera Fiesta; por que evidentemente todo aquello que refleja la tradición religiosa de una familia, para estos chicos, no cuentan mucho, ya que son bobadas de viejos.

Lo cierto es que llegó el día ansiado  de las quince primaveras de Daniela y para el video de exhibición previa en la fiesta, para el que se esmeraron en adornar el Salón de Fiestas que un tío de la niña cedió gentilmente en comodato gratuito, aparentemente todo estaba preparado a la perfección. Solo restaba saber si el padre haría su aparición para tan importante acontecimiento su primer hija estaba de festejo,… lamentablemente eso no aconteció.

Toda la familia se congregó en la Iglesia, donde una media docena de Niñas esperaban con cierta inquietud, el desarrollo de la Misa Blanca la feligresía natural y los parientes de las chicas a quienes estaba destinada la especial celebración colmaban todo el espacio físico disponible, a la hora señalada el sacerdote inició su labor religiosa.

La Abuela materna de Daniela quedó en la puerta de entrada del Templo, cuidando a dos de sus más pequeños nietecitos, quienes se empeñaban más en jugar y gritar entre ellos sin prestar atención a las actividades que se sucedían dentro del edificio.

Al acercarse el momento de las ofrendas, los progenitores de las chicas agasajadas serían los encargados de acercarlas al Altar, entonces fue cuando Doña Sara vio a su hija Fernanda llegar con el rostro anegado de lágrimas y haciendo un gesto de la cabeza le preguntó:
¿Qué te ocurre, mi hija?
Nada Mamá…No me ocurre nada…
Pero,…entonces. ¿Por qué lloras?
Es que…Están todos presentes, Mamá. ¡Están todos!
Si mi hija, están todos, menos Martín y Amelia, que seguro llegan un poco más tarde…
Mamááá, no me refiero a eso, Después te explico, por que debo ir hacia el Altar, chau…

Tomó la parte de la ofrenda que le correspondía llevar y se puso en la fila junto a los demás oferentes. Su otro hijo y sus primos presentaron una ofrenda consistente en libros y ropas para personas con necesidades básicas insatisfechas.

El resto del tiempo todo se llevó a cabo dentro de los parámetros normales.

Al finalizar la ceremonia, el sacerdote y su diácono, saludaron a las niñas y sus familiares en el Atrio; luego que los distintos grupos familiares tomaran una infinidad de fotografías, que con toda seguridad  pasarían a integrar el álbum de recuerdos del singular acontecimiento.

Para completar dicho álbum y para dar el tiempo necesario a sus invitados para que se ubiquen dentro del Salón de Fiestas, Daniela, su Abuelo y el fotógrafo fueron a recorrer cuatro puntos distintos de la ciudad donde el profesional realizó unas bellas poses artísticas…

Al concluir la hermosa fiesta, la Abuela preguntó a su esposo:
Dime. ¿Viste a Fernanda llorando durante la Misa?
Si, pude verla llorando.
¿Sabes cual fue la causa de su llanto?
No, la verdad es que no tengo la menor idea. En un momento pensé que era de emoción…
No, ella estaba emocionada, pero por otro motivo diferente. Cuando se dirigió a buscar la ofrenda que debía presentar en el Altar, me musitó: ¡Están todos Mamá; están todos!…Después te explico…
Y se puede saber ¿A quienes se refería cuando decía, están todos?

No se refería exactamente a las personas asistentes. Bueno hablaba de los asistentes, pero no de esos presentes, es que…
Pará un poco, no entiendo nada de lo que estás diciendo, parece que te expresaras en un Destrabalenguas; por favor habla de manera que pueda comprender el sentido de tus palabra
s.
Bueno, lo que Fernanda quiso decir es que observó descender de la nada y corporizarse formando un perfecto semicírculo en derredor de las chicas que estaban arrodilladas frente al Altar a todos nuestros muertos queridos, Tu abuelo (al que Fernanda no conoció, pero que lo describió vestido con cardigan color crema y con unos anteojos para ver redondos) parado al lado de Doña Juana (con un vestido de fiesta); a su lado tu Papá (de traje oscuro); junto a él, estaba tu Tío Pipito (de traje oscuro) y tu Tío Negro (de traje oscuro); a su lado mi Papá (de traje negro), Mamá (con un traje saco gris), Humberto (de Saco blanco , pantalones negros, camisa blanca y moño), Sixto (con un traje azul cruzado a rayas); finalmente más cerca de ella se ubicó Danny (de camisa leñadora y vaquero) con su aire de desfachatado, fue el único que le sonrió y le hizo el popular saludo a la brasilera del “tudo beim” con el pulgar hacia arriba y después se puso a prestar atención a lo que sucedía delante. Eso fue lo que hizo llorar a nuestra hija, no era miedo, era algo especial que la llenaba de emoción. Chascarrillos de la mente; pueden ser; alucinaciones: Quizás.
Pero eso fue lo que ella cuenta.

Días más tarde vino el fotógrafo y dijo:
Señora Fernanda, en el trabajo del cumpleaños de Daniela, voy a hacerle un descuento; por que tanto en las fotos como en la filmación, justo cuando se arrodillan frente al Altar me aparece  un  semi – círculo de brumas. Ocurre que en las fotos de las otras chicas no aparecen esas brumas y la verdad yo no se que son.
Parece ser entonces, que Fernanda no tuvo alucinaciones el día del cumpleaños de quince de su Hija Daniela, y si hubo una participación familiar generalizada entre los de este mundo y los familiares del otro lado, aquellos que ahora habitan la dimensión espiritual.
¿Usted, cree que eso ocurrió así?
Yo estuve allí, pero…no los vi.

Hasta la próxima vecinos.

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