Y por supuesto finge no tomar en cuenta que cuando cundían los cacerolazos, allá por el 2001, la gente bramaba “que se vayan todos”, precisamente harta –con sobradas razones- de cierta ralea de politiqueros oportunistas, esos que apoyaron la destrucción sistemática del país durante el menemato y el delarruato, esos que en vez de servir a La Patria mediante la función pública, se sirvieron de la función pública en beneficio propio.
Uno es hombre de claras Convicciones Nacionales, en sus ocho décadas largas de vida fue consecuente, es respetuoso, y de cuando en cuando con mucha delicadeza propia de su proverbial educación, cuando hay que mencionar a referentes del Pensamiento Nacional, como al pasar menciona a Perón y su notable visión geopolítica.
El otro no tuvo mayor empacho de pasar de citar a voz en cuello alguno de los muchos pensamientos atribuidos Al General, para luego sumarse a la antipatria vergonzosa, execrable y entreguista del menemato; sirviendo a y sirviéndose de las influencias de “Marijú” para armar (¡¿?!) su espacio de poder entre las huestes de pichones de ecólatras, a los que adulaba y entre los que repartía a manos llenas las subvenciones de la Secretaría de Medio Ambiente; verdadero antro creado a la medida de “La Ingeniera” hija “del Ingeniero y Capitán de los eternos inviernos”. Suele ser chabacano y con notable falta de delicadeza al hablar.
Uno fundamenta en la ciencia y en sus amplios conocimientos profesionales, sus grandes verdades, las que siempre tienen como norte de sus acciones el Bien de La Patria.
El otro es un discutidor de barricada, siempre con “las agachadas” fáciles, con la esgrima verbal de los triunfos pírricos, que de uno u otro modo le permiten practicar “la política del corcho” -siempre termina flotando-, así sea en una inmunda mezcla de materias fecales, que tales terminan siendo las mentiras técnicas, las tergiversaciones y las verdades a medias, con las que –así están las cosas en nuestro querido país en las últimas décadas- termina “sacando chapa de experto”, o al menos así lo creen ciertos periodistas acomodaticios y los negacionistas del fundamentalismo ecológico que encuentran alguien que les dice lo que ellos quieren oir.
Uno es un hombre de fuertes convicciones, con toda una vida recta como trayectoria y modelo. Jamás lo dijo, pero con su acción y con su ejemplo es un continuador de los Grandes Hombres que forjaron nuestra querida Patria aún inconclusa, pero digna y valerosa. Está del lado de los Belgrano, San Martín, Dorrego, Rosas, Pellegrini, Yrigoyen, el Perón del ’45 y muchos otros anónimos patriotas.
El otro se desdijo en su segundo librito de lo que había afirmado en el primero. No tuvo empacho en decir a quienes le dijeron “Ud. acaba de postergar indefinidamente la Construcción de Corpus” cuando apeló a las emotividades falaces en una reunión en Diputados; expresando “Uds. juntan kilovatios, yo junto votos…” (evidentemente a como sea, aún perjudicando a La Patria). Y después de llenarse la boca exaltando su “pensamiento nacional y popular”, terminó cantando loas a Roberto Alemann, hombre del riñón del establishment y celoso pagador de las cuotas a Gran Bretaña, aún en plena Guerra del Atlántico Sur. De acuerdo a sus acciones, de haber vivido en el siglo XIX, hubiese sido fiel colaborador de Bernardino González Rivadavia, el mismo que achicó La Patria y quiso matar por encargo a San Martín, el que sus esbirros hicieron asesinar por política a Manuel Dorrego.
Uno es el Ingeniero Manuel Vassallo. Gran persona que me merece el mayor respeto.
El otro…es Héctor “Chiquito” Dalmau, hoy enrolado en las huestes del fundamentalismo ecologista ultramontano y cavernario.
Estas reflexiones vienen al caso acerca de un cambio de opiniones –diálogo de sordos- suscitadas en el semanario electrónico Corrientes Opina.
C.P.N. Carlos Andrés Ortiz (*)
El Libertador en Línea
(*) Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé
