LOS LACAYOS DESECHABLES DEL COLONIALISMO

Es de recordar que por larguísimas décadas, los reclamos diplomáticos argentinos por la vieja usurpación de los tres archipiélagos australes, ni siquiera eran respondidos por la diplomacia británica, con la soberbia que la suele caracterizar; y eran ignorados por “la gran prensa”, la cual opera como órgano de amplificación de las noticias “políticamente correctas”, y de anulación o exclusión mediática de todo lo “políticamente incorrecto” al establishment (el poder establecido), este último siempre muy teñido de anglofilia.
Respecto al “alineamiento automático” de los voceros del establishment, recuérdense las casi lacrimógenas “confesiones” de Mariano Grondona respecto a sus contradicciones profundas, entre su identificación pro británica, cuando “sus rubios soldados” (y sus mercenarios gurjas a sueldo), combatían contra nuestros morochos criollos (y no solo morochos, pues nuestro país es social y étnicamente integrador).
Es de recordar que desde 1955, Mariano Grondona fue “chichón permanente”, pues surgió con preeminencia ante cada golpe de Estado. Más aún, existen serios indicios que el muy modosito periodista – abogado, fue el cerebro en las sombras, que urdió y orientó al muy nefasto proceso, incluidas sus acciones de retrotraer a Argentina a vetustos y retrógrados esquemas, al anacrónico país – estancia ya inviable en 1914.
Son conocidas las fuertes influencias británicas y norteamericanas, en los golpes de Estado de 1955, 1962 y 1976, siendo más discutibles en el de 1966. El mismísimo W. Churchill celebró cuando sus lacayos uniformados y civiles consumaron las sangrientas jornadas de 1955, incluyendo el cobarde bombardeo de civiles en Plaza de Mayo.
Grondona y otros “exitosos periodistas e intelectuales”, son conocidos voceros del país feudal, por cuya vuelta claman otras “instituciones serias” (léase al servicio del establishment y por ende antinacionales y/o cerradamente clasistas, como la inveterada ultra conservadora Sociedad Rural “Argentina”), y sus posturas antinacionales no sorprenden a nadie medianamente bien informado…pese a lo cual no faltan “nacionalistas” muy despistados, que siguen tomándolo como referencia, o algunas personas de clase media cortas de memoria, que siguen identificándose con planteos económicos liberales que los perjudican, junto con el país.
Por supuesto, el accionar de ciertos “progresistas” descolgados de la realidad y obnubilados de eurocentrismo o de teorizaciones sociológicas “izquierdistas”, es tan nefasto como el de los mencionados nacionalistas de pacotilla –muchos honestos pero extraviados conceptuales- y el de los de clase media “con pretensiones”.
Volviendo al eje de este artículo, el accionar de los Grondona y similares, así como de los medios periodísticos ultra conservadores, no sorprende a nadie, pues sus identificaciones totales con el vetusto imperio no solo son conocidas, sino abiertamente confesas.
Lo que demuestra que el establishment británico está muy molesto y preocupado, es que está apelando a sus “operadores de reserva”, aquellos de bajo perfil pro británico, que ahora literalmente “se están sacando la careta”, obligados por las circunstancias a operar en descubierto.
Por estos días los más prominentes son los opinólogos con mucha prensa fácil y adicta, los 17 voceros del vetusto imperio, que bajo la cobertura de su muy discutible rol de “pensadores” ¿acaso se llama así a los colonizados mentales?, se están dedicando con ahínco digno de mejor causa, a dar una pincelada de muy dudosa credibilidad, a los planteos colonialistas decimonónicos, hoy totalmente extemporáneos, pero reflotados por el neocolonialismo “derecho – humanista” bajo cuya cobertura han cometido las aberraciones bélicas en la ex Yugoeslavia, Iraq, Afganistán, Libia, en varios países del África Subsahariana, y están haciendo sonar los tambores de guerra apuntando a Irán, hoy el principal objetivo.
Tal como sucedió en 1982 en plena guerra, hoy también se sacan las caretas los lacayos del vetusto imperio, que operan desde países hermanos y limítrofes, agitando caducos o inexistentes motivos de odios y divisiones entre nuestros pueblos. Así sucedió con un opinólogo radial paraguayo, que desde una radio asunceña sembró cizaña con mucha distorsión histórica y evidente mala fe, al comparar los muy justos reclamos argentinos sobre Malvinas y los otros dos archipiélagos, con afiebrados y absurdos “reclamos” de Paraguay sobre Misiones y Formosa. ¡Con tan arcaicos y desencajados planteos, Argentina bien puede reclamar soberanía sobre el actual Chaco Paraguayo, desoyendo el viejo laudo Hayes, de fines del siglo XIX!
Queda en claro que a los lacayos británicos que tan afiebradamente actúan en estos días, desde adentro y afuera de nuestras fronteras, nada les importa que, tal como debe ser, hoy Malvinas es una causa común del pueblo latinoamericano; y como pocas veces sucedió en nuestros dos siglos de historia, los gobiernos están desarrollando acciones conjuntas con clara visión latinoamericana; si bien mucho queda por hacer, como es lógico ante tan grandes imperativos geopolíticos que enmarcan al siglo XXI.
El autor es:

Contador Público Nacional
Investigador de temas económicos y geopolíticos
Ex Investigador y Docente de la Facultad de Ciencias Económicas  (UNaM)
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. (UNaM)
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía  (UNLa – CNEA)
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé

El Libertador en Línea

 

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