Pero ese resultado cantado no significa que lo que se viene es un mar sin oleaje encrespado. Por ahora la técnica de palos en la rueda goza de buena salud. Hay que estar seriamente afectado de cretinismo político para negarse a reconocer los logros del kirchnerismo en estos ocho años de gobierno que, en definitiva, explican el por qué de la segura victoria del oficialismo, entre ellos instalar una dinámica de inclusión e integración social que no se detiene desde que gobierna el Frente para la Victoria. Otra conquista de kirchnerismo que explica en parte esa adhesión masiva de los votantes está referida al propósito de restaurar la identidad nacional desde la pluralidad y restablecer el orgullo a millones de argentinos de pertenecer a una misma comunidad. En ese contexto de realizaciones puntuales emerge la figura de Cristina como la de un líder con gran capacidad de conducción del movimiento peronista, lo que no es poca cosa si se tiene en cuenta que en esa fuerza política multitudinaria conviven los que militan a la derecha y los progresistas, la inmensa mayoría de argentinos que luchan por una sociedad más justa, democrática y comprometida con las transformaciones de fondo, empeñada en alcanzar una mayor equidad distributiva, objetivo que saca de las casillas a la oligarquía bostera y al capital financiero. Cristina es la única dirigente que tiene la posibilidad cierta de garantizar el famoso Pacto Social entre el movimiento obrero y las organizaciones empresarias que necesita el país para multiplicar los niveles históricos de productividad, un factor preventivo clave a la hora de seguir enfrentando con éxito las nubes negras de la crisis capitalista que se desplaza amenazante desde la vieja Europa y los Estados Unidos. Este es un punto estratégico porque– lo enfatiza permanentemente la presidenta–lo que permite a los países ganar «el maratón del desarrollo es el crecimiento continuo de la productividad».
A una semana de las elecciones, mientras la casi totalidad de los encuestadores le vaticinan un triunfo arrollador, la presidenta anunció que pronunciara dos discursos «cargados de señales políticas significativas». Este lunes 17 hablara sobre la TV argentina al cumplirse el sesenta aniversario de la primera transmisión. Se dice en la Rosada que ese homenaje tendrá una cuota de actualidad, porque el gobierno prepara una licitación destinada a entregar 22O nuevas licencias de las que habrá seis canales de TV Abierta para Capital Federal. Y eso sin contar con los nuevos canales digitales como Tecnópolis TV, que verá la luz en los primeros días de noviembre. Con todo, según las mismas fuentes el discurso más esperado de la semana será el pronunciado el miércoles a las l9 en el Teatro Coliseo, en cierre de campaña. Se dice que en esa oportunidad Cristina adelantaría algunas de sus prioridades con vistas a su segundo mandato.
El Libertador en Línea
