LA NECESIDAD DE UNA SEGUNDA INDEPENDENCIA DE PARAGUAY

Este periodista tuvo el honor de participar en el Foro por una Ley de Comunicación Democrática en Paraguay “Toñehendu Ñane ñe´e”. En la sede del ex Seminario Metropolitano, radios comunitarias y organizaciones campesinas, debatieron sobre la necesidad de contar con una ley de medios de acorde a los tiempos que corren.

Se discutió mucho, se analizaron los pasos a seguir, se movilizaron hasta la CONATEL (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) luego al Parlamento, es decir comenzaron a dar los primeros pasos de esta lucha por el derecho a la comunicación. En Paraguay como en la mayoría de los países de nuestra Patria Grande, los grandes medios de (in)comunicación aplican la misma estrategia y tienen los mismos intereses. No por nada en todo este tiempo de pre festejo del Bicentenario se dedicaron a infundir patrioterismo barato. Cumplir doscientos años es una buena oportunidad para la reflexión y la toma de decisiones para comenzar a desandar hacia un nuevo rumbo. No sirve de nada festejar si en plena capital paraguaya, la embajada de los EE.UU decide cuando cortar el tránsito de sus calles adyacentes con el pretexto de «su seguridad». Precisamente durante el Foro por una Ley de Comunicación Democrática en Paraguay, se dio un episodio lamentablemente. Dos campesinos se habían citado por un tercer compañero en la esquina de la embajada para luego concurrir al ex Seminario. Es que no conocían la zona y esperaban  la presencia del mas baqueano. Pero desde el interior de la embajada se alertó a la policía sobre la presencia de dos individuos «de actitud y presencia sospechosa». La policía asunceña prestamente los detuvo por averiguación de datos, quedando detenido uno de ellos por tener antecedentes penales ya que había participado en una toma de tierras.  Con este hecho se desnuda la presencia patética del imperio y la falta de solución a la población campesina. El presidente Fernando Lugo, asumió como jefe de estado con la promesa de una «reforma agraria». No puede ser. Ni la reforma agraria prometida ni  una ley de medios mas democrática. ¿Razones? No posee la fuerza necesaria en el parlamento. El partido Colorado, como el Liberal, aún no han sido derrotados del todo. Paraguay debe terminar de sacudirse tanto autoritarismo sufrido durante medio siglo. Y espantar el fantasma «guaú» del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

El pueblo paraguayo es uno de los mas sufridos, pero de un tremendo aguante. Y mucho mas sus mujeres. Ellas,  por mandato histórico. La mujer paraguaya reconstruyó la patria asolada por las tropas porteñas, brasileñas y orientales, durante la Guerra de la Triple Infamia. Paraguay nació grande. Fue grande y debe volver a ser esa Nación. La Historia les demuestra que tienen potencia para poder ser lo que fueron. Pero para ello se necesita transitar por un largo camino de mas sacrificios pero con la conciencia de que se puede. Casi lograron volver sobre sus mismos pasos, allá por la década del 50 del siglo pasado. El campesinado de entonces tenía conciencia revolucionaria y eso asustó al imperio y puso a su peón mas eficaz: Alfredo Stroessner Matiauda, quien utilizando al Partido Colorado, gobernó cuidándole las espaldas al imperio yanqui desde 1954 hasta 1989. Y fue precisamente el imperio quien le soltó la mano cuando finalizó la Guerra Fría.

Es por eso que paraguayos y paraguayas deberán comenzar con la construcción política, con la acumulación de poder. Es que con un Lugo no alcanza. Se necesitan verdaderos cuadros políticos, que no nacen de un día para otro. El caso mas concreto es el argentino. ¿Que mayor cuadro político que Cristina Fernández  y el finado Nestor?. Ellos comenzaron a prepararse hace 38 años. Por eso el tiempo urge. Los cambios en Paraguay deben darse en el mediano y largo plazo, pero hay que hacerlos ya. No esperar otro centenario.

El Libertador en Línea

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