Muy posiblemente goce de los beneficios de la doble ciudadanía, figura legal que deja indefinida su fidelidad principal a uno u otro país.
Sin duda Rattazzi debe ser muy creíble y eficiente como alto ejecutivo automotriz, y seguramente lo sea en otros órdenes de la vida.
Pero como comentarista u opinante político, por cierto su credibilidad deja mucho que desear, si se analizan sus dichos a lo largo del tiempo. Es evidente que dado su alto perfil público, resultante no solo de la larga permanencia en su cargo, sino también de su recurrente tendencia a emitir opiniones no solo automotrices, sino también políticas, sería sumamente interesante analizar sus dichos a lo largo de los años.
Recientemente emitió ríspidas opiniones, en las que además de quejarse de la falta de seguridad jurídica, de expresar –materia opinable- la decadencia argentina de los últimos ochenta años, y de exaltar el rol de “las empresas privadas y el derecho a la propiedad”, o más bien un antiestatismo a ultranza.
Sería harto discutible querer ensalzar a “aquella Argentina próspera” del modelo agroexportador, ese modelo que transcurrió desde Mitre (1962) hasta bien entrado el siglo XX (1930 o 1943, según el análisis sea económico o político – económico). Es de recordar que esa “Argentina próspera” se negó a industrializarse y a desarrollar tecnologías propias, pues en casi todo ese largo período jugó el rol de proveedor primario (granja subordinada), como apéndice del Imperio Británico, tal como vergonzosamente con todas las letras lo dijo el por entonces Vicepresidente Julio Roca (hijo, alias “Julito”). Ese modelo ya estaba agotado en 1914, pero las cúpulas oligárquicas y ultra liberales en lo económico, se aferraron al mismo aún en contra de los Intereses Nacionales, en función de defender exclusivamente los intereses del puerto y de la Pampa Húmeda (la denominada “oligarquía vacuna” según la gráfica expresión de Jauretche).
Pero no solo peca de pobreza de fundamentos histórico – económicos el Sr. Rattazzi. Es de recordar que en la terrible y muy corrupta década del ’90, no solo ensalzó la desastrosa gestión del menemato, sino que incluso recomendó a la matriz de FIAT a realizar una mega inversión de $US 6000 millones en Córdoba, construyendo una nueva, moderna y gigantesca planta industrial, que poco después estuvo paralizada por varios años, a consecuencia del desmadre económico general de Argentina…del modelo económico – político – social, que él mismo había alabado abiertamente. En los últimos años esa planta industrial se ha reactivado, y renació la industria automotriz argentina.
Hoy Rattazzi vuelve a defender el modelo antiestatista, el mismo que nos puso el borde de la disolución nacional en 2001. E indirectamente defiende aquel perimido modelo de patrones gordos, con hijos que tiraban manteca al techo en Europa, mientras la criollada era asimilable a “una cosa” impersonal, aquella de “peones de pata’l suelo”, y solo con “el derecho” de morirse de hambre o de ver pisoteada su dignidad día a día.
Queda en claro entonces que Rattazzi no es confiable ni es coherente, cuando se trata de emitir opiniones políticas, por más que los medios de gran tiraje y audiencia le concedan importantes espacios.
C.P.N. Carlos Andrés Ortiz
El Libertador en Línea
Ex Investigador y Docente de la Facultad de Ciencias Económicas (UNaM)
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente ( Fac. de Ing. – UNaM)
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía (UNLa – CNEA)
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé
