URUGUA-Í Y LA MONTAÑA ELÉCTRICA

Se trata de una gigantesca central hidroeléctrica de bombeo, que es una parte importante del sistema eléctrico galés y británico, operando como central de punta inyectando entre 1.650 a 1.900 MW de potencia firme transformada en energía eléctrica por breves lapsos de tiempo; o alternativamente funcionando a menores potencias durante mayores períodos de tiempo.

Las centrales de bombeo operan con dos embalses, uno superior y otro inferior, permitiendo que el agua se recicle al bombearse desde abajo hacia arriba, acumulándola en las horas de bajo consumo eléctrico, para utilizarlas en las horas del pico de consumo.

Urugua-Í por su parte, es una hidroeléctrica convencional –el agua discurre en una sola dirección-, poseyendo 116 MW de Potencia Instalada. Por diseño (no por error como se afirma con malicia o ignorancia) está contemplado que puedan existir años de poca hidraulicidad (de sequías), en los que la generación media anual llega a ser menor.

En otro artículo, en mérito a la brevedad de este, se intentará explicar en forma sencilla algunos aspectos elementales del funcionamiento de todo sistema eléctrico, incluidos los conceptos de energía de base y de punta.

El caso de The Electric Mountain of Snowdonia, puede ser comparado con el de la Central Hidroeléctrica de Urugua-Í, situada a pocos kilómetros de la desembocadura del río homónimo en el Paraná, a escasos 60 kilómetros al sur de Puerto Iguazú.

No obstante sus diferencias técnicas y de Potencia Instalada, ambas centrales son muy importantes para los respectivos sistemas interconectados a los que sirven (el de Gales y el de Misiones, respectivamente, siendo ambos subsistemas de los respectivos sistemas interconectados nacionales). Por su incidencia porcentual en la generación, de seguro Urugua-Í es proporcionalmente más importante en Misiones que Electric Mountain en Gales. 

La hidroeléctrica argentina puede operar como Central de Base o de Semi Punta, según la disponibilidad de agua y los requerimientos de la demanda.

Ambas son dos verdaderos alardes de tecnologías muy modernas y eficientes
, las dos obras son referentes de la ingeniería en sus respectivos países. Ambas han sido en su momento obras públicas eléctricas grandiosas, cada uno en su entorno respectivo (Gales y Misiones). Inauguradas prácticamente al unísono, alrededor de 1990, la de Gales es con toda lógica, exaltada y mostrada con orgullo; la de Misiones es absurdamente “ninguneada” y ferozmente atacada desde su construcción, prácticamente desde el cambio de gobierno de 1987.

Enseguida saltan a la vista varias diferencias inexplicables –dentro de la lógica- respecto al desaprovechamiento de los beneficios secundarios que pueden –y deben- ser producidos por toda central hidroeléctrica.

La Electric Mountain es en sí misma un gran atractivo turístico, y como tal es ampliamente promocionada y explotada, cuyo funcionamiento tiene una fuerte sinergia turística con la del propio muy bello parque natural en la que está enclavada.

Su construcción es exhibida con legítimo orgullo por los galeses, que la consideran parte importante del patrimonio propio, tal cual es.

En forma muy sencilla se hace ver a los legos en el tema energético, la importancia que posee, incluso desde el punto de vista ambiental, al ahorrar enormes cantidades de costoso y muy contaminante combustible convencional (petróleo, gas o carbón).

A la vez, las maquetas, fotografías, esquemas, películas exhibidas, y las explicaciones técnicas elementales suministradas por guías y conductores de ómnibus de la excursión interna –en el caso ambas mujeres mayores, muy amables-, permiten que la obra sirva de valioso elemento didáctico, que toda la gente y en especial los niños y jóvenes, evidentemente aprecian y valoran.

En el caso de Urugua-Í sucede exactamente a la inversa. La obra se halla bajo un denso manto de ocultamiento sistemático, de absoluta falta de toda promoción y de nula información asequible tanto para eventuales turistas, para los lugareños, para todos los misioneros, y prácticamente nunca es visitada por contingentes de estudiantes, ni siquiera los de su zona cercana de influencia (las localidades de Esperanza, Wanda y Libertad).

Prácticamente nadie sabe que la generación en sí misma no se produce en el embalse, sino en la magnífica central de siete pisos de altura, enclavada en la roca, invisible desde la enorme presa. Muy pocos conocen que la obra se pagó con creces con el producido de su enorme volumen de generación eléctrica, y que desde hace muchos años es la fuente de energía más barata con que cuenta Misiones, además de ser absolutamente limpia, pues como es sabido (pero  con dudosa buena fe aparentemente ignorado) las hidroeléctricas no consumen combustibles y por ello no emiten gases ni líquidos tóxicos.

Menos gente aún, ni siquiera en círculos de profesionales e intelectuales de Misiones, tiene alguna idea de La Historia Eléctrica de Misiones, que no por ser relativamente breve, deja de ser notablemente rica en sucesos, y muy aleccionadora para entender los enormes intereses en juego; los cuales utilizan la desinformación como metodología básica para producir confusiones conceptuales, y al ecologismo extremo, como feroz y a la vez muy manipulable herramienta para favorecer sus oscuros designios totalmente contrapuestos al bien común, que como tal no solo debe estar declamativamente a favor del “medio ambiente”, sino que también debe favorecer al imprescindible desarrollo socio económico.

Es sin duda difícil entender que la propia obra de Urugua-Í (diques y la propia central), más el magnífico entorno del gigantesco embalse y el Parque Provincial Urugua-Í, sigan aún siendo totalmente ignorados y omitidos como reales atractivos turísticos; mucho más si se parte del conocido hecho que es una preocupación de larga data, agregar motivos reales que puedan prolongar la estadía de los turistas en “La Tierra Colorada”. y con ello favorecer a la economía provincial.

Tampoco se entiende que en el marco de la fuertemente creciente demanda de electricidad de la Provincia de Misiones, mientras se promocionan fuentes o alternativas energéticas de muy dudosa eficiencia y de comprobados muy altos costos operativos (las llamadas “nuevas fuentes de energía”),siga yaciendo casi en el olvido el muy interesante proyecto del Túnel de Urugua-Í, que con una moderada inversión que se autofinanciaría en tal vez media década de funcionamiento, permitiría casi triplicar la generación media anual de esta central hidroeléctrica, sin agregar ninguna turbina más.

Incluso con mayor visión de futuro, si a la citada obra del Túnel, se le agregaran más turbinas, bien podría transformase a Urugua-Í en la eficiente central de punta, que sin duda el Sistema Interconectado Provincial de Misiones necesita.

Se ampliarán estos temas en futuros artículos, Dios mediante.

El autor es investigador de temas económicos y geopolíticos

Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM

Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM

Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía  = UNLa – CNEA

Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario

Docente de la Diplomatura en Geopolìtica

El Libertador en Línea

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