PUCHOS SIN CONSENSO

El 31 de mayo se celebró el Día Mundial Sin Tabaco. Argentina es el único país de América del Sur, y uno de los pocos del mundo que tiene pendiente -desde 2003- la ratificación parlamentaria del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Precisamente desde ese año, primero durante la gestión de Néstor Kirchner y ahora de su esposa Cristina Fernández, se ha bregado para que, tanto senadores como diputados den el visto bueno, aunque es un secreto a voces que no ponen el mismo empeño que otras leyes, por la razón de que la presencia numérica de legisladores de todos los bloques, incluidos los suyos en ambas cámaras, que representan a las provincias productoras del industria del tabaco resisten su aplicación y por ahora no muestran signos de ceder un milímetro en esa postura.

A favor del CMCT
Un senador que comenzó a movilizarse en relación con el tema es el porteño Daniel Filmus, que el 22 de abril se reunió en la Cámara alta con representantes de la producción de las siete provincias tabacaleras, además de funcionarios, cámaras empresarias del interior e industriales del sector. Una semana más tarde, organizó otra reunión donde participó la Coalición para la Ratificación Argentina del Convenio Marco de Control de Tabaco, algunas ONG´s y médicos especialistas.

Filmus presentó dos proyectos: uno de ley para que nuestro país avale al Convenio, que está en discusión en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, que él mismo preside, y otro de declaración para adherirse a la conmemoración del “Día Mundial sin Tabaco” que se celebra el 31 de mayo, fecha que fue instituida por la Asamblea Mundial de la Salud, en 1987, para llamar la atención sobre la epidemia del tabaquismo y sus efectos letales.

El punto de discusión principal de la iniciativa para apoyar el CMCT pasa por los efectos que podría tener en la producción de tabaco, que es fuente de trabajo en varias provincias del norte. El senador oficialista cree que el proyecto “no perjudicará a los productores” y destacó: “Nuestro país está en deuda en cuanto a la necesidad de ponerse en línea con la casi totalidad de países del mundo que han ratificado el Convenio Marco para el Control del Tabaco, como así también respecto a la necesidad de contar con una ley nacional específica que regule el control del tabaco, priorizando la protección del derecho a la salud de la población”.

Si es aprobado, el tratado compromete a los países firmantes a sancionar leyes que contemplen cinco puntos centrales: prohibición de la publicidad de cigarrillos, ambientes cien por ciento libres de humo de tabaco, aumento importante en el precio de los cigarrillos, advertencias más grandes en los paquetes y con imágenes impactantes y promoción y cobertura de los tratamientos para dejar de fumar.

El CMCT es el primer tratado mundial de salud pública y entró en vigencia el 27 de febrero de 2005. Fue firmado por 168 países y ratificado por la gran mayoría. Argentina lo firmó en el 2003 y no lo ratificó nunca. Los estados que son parte del tratado participan con voz y voto en todas las reuniones de la Conferencia de la Partes (COP), que se llevan a cabo periódicamente. La COP es el órgano máximo que rige los destinos del tratado y es el encargado de examinar regularmente su aplicación y adoptar las decisiones necesarias para promover su acción en forma eficaz. Este año, los estados Parte negocian un Protocolo sobre Comercio Ilícito de Tabaco, que será obligatorio para todos los países ratificantes.

Una diputada que también avala la adhesión al proyecto es Paula Bertol, del PRO, autora de la Ley de Control de Tabaco de la Ciudad de Buenos Aires. La legisladora apoya “a las organizaciones de la sociedad civil como la Unión Antitabáquica Argentina (UATA), Lalcec, Aliar, Sin Pucho y muchas otras, que luchan día a día desinteresadamente para concientizar sobre los daños del cigarrillo”.

En relación con lo que sucede en el Parlamento, Bertol manifestó: “Coincidimos en que el tabaco mata y en la importancia de ratificar el Convenio Marco de Control del Tabaco y de aprobar la Ley Nacional. Espero que de una vez por todas dejemos de hablar y aprobemos estos instrumentos que tienen que pasar por el Congreso”.

Por otro lado, la diputada reconoció que “hace falta voluntad política” aunque es “optimista” y cree que si se trabaja “en prevención, en adelantarnos a daños futuros”, se logrará “una nueva generación de jóvenes no fumadores”. Bertol puso sobre el tapete los casos de Gustavo Cerati y Sandro, que según ella “nos deben llevar a reflexionar sobre los daños que causa el tabaco”.

Alternativa

La senadora Sonia Escudero presentó el 20 de mayo un proyecto de ley antitabaco, cuya finalidad es la de “instrumentar una respuesta adecuada a la problemática de los efectos nocivos ocasionados por el consumo del tabaco en la salud, pero sin afectar la producción de la que dependen miles de personas de siete provincias argentinas. La iniciativa fue planteada como una propuesta alternativa a la ratificación del CMCT y fue firmado por los salteños Juan Carlos Romero, Juan Agustín Pérez Alsina, los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso, el pampeano Juan Carlos Marino y el santacruceño Jorge Banicevich.

Escudero, al momento de realizar la presentación del proyecto en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, argumentó que “uno de los motivos por el cual no ha sido ratificado el CMCT es que, de ocurrir ello, la Argentina quedaría automáticamente obligada a derogar el Fondo Especial del Tabaco (FET), que fue creado por la Ley 19.800”.

Vale destacar que el FET, integrado principalmente con el siete por ciento del precio total de la venta al público de cada paquete de cigarrillos, es percibido por los productores mensualmente todo el año y constituye, según la legisladora salteña, “el recurso más importante para afrontar los gastos de las tareas previas a la cosecha, con el cual financian en gran parte la producción”.

La senadora del peronismo disidente fundamentó su propuesta señalando que son alrededor de un millón de personas las que dependen de la actividad tabacalera, incluidos 27 mil productores, y cien mil trabajadores contratados para la cosecha, a lo que debe agregarse todo el conjunto de mano de obra indirecta y de proveedores”.

Además afirmó que “son siete las provincias argentinas que conforman el total de la producción, ocupando nuestro país el quinto lugar en el orden mundial, y sólo el 28 por ciento de la producción total de tabaco se destina a consumo interno”, ya que “el resto se exporta”.

Escudero declaró en la comisión que “de ninguna manera se puede proceder a la ratificación de un Convenio que no contempla ninguna de nuestras realidades económicas, sociales, impositivas y políticas, dicha norma internacional afecta en forma directa una actividad productiva, que es medio de subsistencia fundamental para las poblaciones de las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Corrientes, Misiones, Chaco y Catamarca, provincias que sostienen sus economías en gran medida con el cultivo del tabaco”.

La senadora salteña, en diálogo con Parlamentario, sostuvo que “para reafirmar que nuestra posición es exclusivamente de protección a la producción y que apoyamos todo lo que el Convenio contiene en materia de cuidado de la salud, presentamos un proyecto de ley que tiene por objetivo incorporar al derecho positivo argentino todas aquellas normas que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que hacen exclusivamente al cuidado de la salud humana”.

Además, explicó que “si el Convenio de la OMS es ratificado por el Congreso, Argentina estará obligada con rango supralegal, es decir, por encima de toda ley actual o futura, a disminuir la superficie sembrada de tabaco, lo que resulta absolutamente incompatible con el Fondo Especial del Tabaco (FET), que tiene una finalidad totalmente distinta, que es la de sostener y ayudar a la producción tabacalera”, por lo que entiende “que la ratificación de este convenio afecta la producción tabacalera de siete provincias argentinas, que es un cultivo que genera mano de obra intensiva como ningún otro conocido hasta el momento”.

Teniendo en cuenta esta realidad que esboza la legisladora salteña, es difícil que la Cámara alta avale el Convenio Marco para el Control del Tabaco, por lo que las iniciativas de Filmus y Bertol quedarán en el cajón de los recuerdos, salvo que baje una orden de CFK para torcer el rumbo, algo improbable, ya que para ello deberá lidiar duro con gobernadores de su propio partido.

Lo cierto es que 21 senadores de los 72 que posee el Cuerpo, ya señalaron que no avalarán el proyecto. A ellos se suman legisladores de otros distritos, como Santiago del Estero, Formosa, Entre Ríos y La Pampa, entre otros, que no son productores de tabaco, pero que defienden a rajatabla las economías regionales. Es decir cuentan con la mayoría del Cuerpo para oponerse al tratado.

Pasando lista

A continuación transcribimos los 21 senadores que representan a las siete provincias tabacaleras:

Salta: Juan Carlos Romero (PJ), Sonia Escudero (PJ) y Juan Agustín Pérez Alsina (PRS).

Jujuy: Guillermo Jenefes (FpV), Liliana Fellner (FpV) y Gerardo Morales (UCR)

Misiones:
Luis Viana (FpV), Eduardo Torres (FpV) y Elida Vigo (FpV)

Chaco: Fabio Biancalani (FpV), Elena Corregido (FpV) y Roy Nikisch (UCR)

Tucumán: Beatriz Rojkes de Alperovich (FpV), Sergio Mansilla (FpV) y José Manuel Cano (UCR)

Catamarca: Oscar Castillo (UCR), Blanca Monllau (UCR) y Lucía Corpacci (FpV)

Corrientes: Nito Artaza (UCR), José María Roldán (UCR) y Josefina Meabe (UCR)

Nota de Redacción: Los senadores por Misiones, Eduardo Torres y Elida Vigo no pertenecen al bloque del Frente para la Victoria, sino al Frente Renovador de la Concordia

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