FALTAN DEFINICIONES SR. GOBERNADOR

Posiblemente muchos jóvenes desconozcan que esa Misiones que muchos mayores conocimos, -y de la que unos cuantos grandes viejos que aún están con nosotros pueden atestiguar con mayores vivencias personales e históricas-; tenía múltiples carencias muy acuciantes, como provincia subdesarrollada y marginal que era, y que sigue siendo.

No obstante, en varios aspectos hemos avanzado. No muchos años atrás eran muy pocas las localidades que tenían alguna escuela secundaria, y varios memoriosos supérstites pueden dar testimonio de los pupilados en colegios religiosos de Posadas, como única alternativa para muchos, ante la carencia de escuelas en casi todo el interior. Y no hace tanto tiempo de eso.

En materia de sanidad, si bien queda mucho por hacer, en una tarea inagotable que siempre plantea nuevos desafíos y mejores niveles de atención, también la cobertura geográfica y los niveles de complejidad tecnológica disponible, marcan evoluciones palpables.

En materia vial, las diferencias son enormes, y seguramente desconocidas por muchos jóvenes de hoy. Hasta mediados de los ’60, solo teníamos 70 Km. de caminos pavimentados en toda la provincia, e incluso nuestras localidades tenían casi todas sus calles terradas, muchas casi intransitables, incluyendo nuestra capital provincial. Hoy el desafío es concretar autopistas de doble carril (cuatro trochas) en varios tramos críticos, pero ese es otro tema.

Los sistemas de agua potable eran inexistentes en casi toda la provincia, hasta bien entrada la década del ’60, y en Posadas casi confinados entre “las cuatro avenidas”.

El servicio eléctrico era muy elemental, con cortes rotativos en nuestra –por entonces- pequeña capital, allá a comienzos de los ’60. Y en casi todo el interior el servicio se prestaba solo unas pocas horas al anochecer, lo cual comenzó a cambiar con la –pomposamente llamada- “Super Usina Sulzer”, de escasos 11 MW, que reemplazó a la usinita muy pequeña y obsoleta (bastante menos de un MW), que funcionaba a la entrada del viejo puerto (aproximadamente donde ahora está el monumento a Juan Pablo II); y mucho más cambió a partir de la interconexión con Acaray.

Sería extenso reseñar la Historia Eléctrica Provincial desde los años ’60, y en mérito a la brevedad me remito al 1º de mis libros, para mayor abundamiento de datos.

Puedo sí decir que desde siempre, por diversos intereses creados, hemos ido “corriendo desde atrás” en el tema eléctrico, desperdiciándose tiempo y oportunidades concretas de ir sumando soluciones duraderas, las cuales siempre son parciales, en función del crecimiento constante de la demanda, tema que no dudo el Sr. Gobernador debe conocer muy bien, como profesional, político y empresario que es.

Debo enfatizar que fue todo un logro construir la Central Hidroeléctrica de Urugua-Í, en buena parte concretada merced a la gestión del “ex cheruvichá” (jefe – gobernador) Barrios Arrechea, quien “la tenía muy clara”, al igual que Alterach, otro “ex Cheruvichá”, ambos personas que no necesitaron ni necesitan custodia para pasear por nuestras calles. No fue casual que ambos se opusieron al mamotreto politiquero impresentable e insanablemente mendaz que fue el plebiscito de 1996…hasta que por “disciplina partidaria” ambos debieron llamarse a silencio.

En décadas anteriores eran muy claras las presiones provenientes del lobby petrolífero – termoeléctrico, para “poner palos en las ruedas” impidiendo concretar las usinas hidroeléctricas y nucleares en Argentina, que disminuyeran la dependencia respecto a la generación basada en hidrocarburos; situación que resultó crítica y muy perniciosa en el caso de Misiones, donde estamos a 1.000 Km de la refinería más cercana, y aún lejos de todo gasoducto. Y no siempre los gobiernos nacionales de turno apoyaron efectivamente esa tan necesaria diversificación de las fuentes productoras de electricidad.

En los últimos años, el fundamentalismo ecológico –irracional y cargado de dogmas inculcados desde las potencias del G 7 y anglosajonas-, es el que se encarga de “hacer las tareas sucias” para impedir las usinas nucleares e hidroeléctricas, mientras hacen notables “mutis por el foro” ante las proliferaciones de usinas a petróleo y gas natural –tan caros y escasos, además de contaminantes-. Nada extraño, habida cuenta de los nexos entre las transnacionales del ecologismo ultra con las megas petroleras anglosajonas.

Seguramente se sabe que ese ecologismo ultra e irracional, es una herramienta al servicio de la “globalización salvaje”, y pretende –bajo la excusa del conservacionismo a ultranza- mantenernos sumidos en el subdesarrollo crónico. Notables son al respecto los “mandatos” del Club de Roma, y sus afinidades con el Consenso de Washington y las imposiciones del FMI, entre otros.

El caso es que ahora existe un momento excepcionalmente favorable para concretar las grandes usinas hidroeléctricas binacionales proyectadas en nuestra región. Con dichas obras concretadas, Misiones se asegurará energía suficiente para un largo período de tiempo, a precios muy convenientes –si sabe exigirlo fundamentadamente-, y generada sin emisión de polución.

Esta enorme potencialidad hidroeléctrica de Misiones, es el equivalente de contar con enormes yacimientos de petróleo, pero con la ventaja de ser inagotable, y no contaminante.

Si hipotéticamente existiera petróleo en Misiones, ¿se admitiría acaso, que bajo las presiones –vulgares aprietes patoteros- de los ultraecologistas, se impidiese extraerlo?

Ese es precisamente el caso de los proyectos de Corpus, Garabí y Roncador; en los cuales falta la activa participación de Misiones, para concretarlos maximizando los beneficios posibles para nuestra provincia.

También existen otros interesantes proyectos –complementarios de aquellos- de usinas hidroeléctricas a construirse en ríos interiores de Misiones; que son más económicos y mucho menos contaminantes que las alternativas basadas en seguir quemando hidrocarburos.

Por otra parte, Argentina necesita esos cuantiosos aportes de energía hidroeléctrica, como sustento del desarrollo socio económico. ¡Misiones debe ser parte activa de ese proceso de desarrollo, proyectándose incluso nuestra fuerte industrialización, que cree las fuentes laborales que tanto necesitamos!

Todo parece indicar que aún faltan definiciones concretas por parte de Nuestra Provincia, Sr. Gobernador; para ser partícipes activos del proceso de desarrollo nacional y transformar aceleradamente nuestra matriz de crónica economía primaria y subdesarrollada.

Ex Investigador y Docente de la  Facultad de Ciencias Económicas (UNaM)
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. (UNaM)
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía  (UNLa – CNEA)
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé

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