En Argentina fue –y es- muy corriente que “los grandes diarios” (y muchos de los otros también) sean muy cuidadosos de no “herir susceptibilidades” de la omnipresente Embajada Británica, y lo propio ocurrió con el usualmente muy locuaz Neustadt, que hizo “mutis por el foro” cuando aún era muy fresca la Guerra del Atlántico Sur, e invitó al embajador al que dejó despacharse a gusto (con genuflexiones del usualmente agresivo periodista, incluidas) cuando lanzó sus venenosos dardos respecto a la “autodeterminación” del “pueblo injertado” de las Malvinas.
Cuando la primera agresión de EEUU a Iraq, ante un artículo directo que redacté respecto al caso, algún “bienpensante” me “observó” por no estar de parte de “las democracias occidentales”…en fin…colonización cultural que le dicen.
De un tiempo a esta parte, todos los canales pseudo culturales –incluyendo el usualmente bueno “Encuentro”- están virtualmente copados por programas británicos, como si no existiese otra fuente en el mundo donde adquirir enlatados referidos a temas científicos o culturales. Muy “curioso” que suceda esto.
Es muy corriente que se faciliten becas a profesores de inglés, para hacer cursos breves o para enseñar castellano en escuelas británicas. Adicionalmente, cada tanto aparece algún “premiado” por algún tema en particular (hubo un caso reciente en Misiones), que mostraría un fino trabajo de inteligencia desplegado por la “British Embassy”. Con eso “mantienen presencia” y además “se hacen los simpáticos”.
En la misma línea, se adscriben las “preocupaciones ambientales” que seguramente incluyen becas, contratos, etc., para los ecologistas que “hagan buena letra” (recuerdo una opinante de postura claramente ultra, y por lo tanto carente de toda Idea de Nación o de patriotismo; la cual “casualmente” estaba trabajando en un documental que la BBC estaba desarrollando en El Amazonas). ¿Curioso, no?, ¿no les hubiese sido más fácil contratar directamente una brasileña para esa tarea? También parece activa la política de difusión de películas pseudo ecologistas –dobladas al castellano con acento hispano-; las contribuciones a ONGs “ambientalistas”; las fuertes gestiones con varias decenas de “especialistas ambientales” del British Council, y otras acciones similares, todo ello para imponer pautas del “ecologismo – catástrofe” tan en boga en algunos círculos ultra ambientalistas. ¡No es casual, el ultra ecologismo además de ser funcional a la globalización, reniega del concepto de Patria, permutándolo por un difuso “mundialismo sin fronteras”, a la medida de incautos e ilusos!
Confieso que me costó entender al veterano de guerra, que para su casamiento no tuvo mejor idea que pedir permiso –literalmente, con los visados de pasaportes- y realizar la ceremonia civil en Las Malvinas, con la consabida foto bajo el cuadro de “su graciosa majestad”.
Tampoco se entienden tantos “operativos de buena voluntad” entre las FFAA de Argentina y de Gran Bretaña, en los cuales se les facilitan los accesos a bases argentinas. O que los contingentes argentinos destacados en Chipre, tengan que operar junto a (¿a las órdenes de? ) tropas británicas; o que los contingentes viajen a Chipre vía GB. ¿Por economía operativa? ¡dudoso! El Dr. Julio González al respecto denunció los virtuales tratados de sumisión firmados por Menem -.Di Tella, que a la fecha estarían –lastimosamente- vigentes.
Evidentemente están operando tan bien internacionalmente, respaldados sin duda por sus “primos” del norte de América, que lograron que la reina de la belleza (la Miss) fuese una Gibraltareña, con claro apellido hispano, con bellos rasgos hispánicos y linda cabellera renegrida (muy poco anglo sajona) pero con nombre anglo. Y los hoy muy “comunitarios” hispanos, tan olvidados de su tradición latina y su otrora orgullosa condición de Madre Patria, se lo tuvieron que tragar así sin anestesia.
Para “plantar otra fichita” en el camino del conformismo y del derrotismo en el espíritu de la argentinidad, en forma “muy inocente”, la revista Viva –suplemento de Clarín- del domingo 20 de diciembre de 2009, montó un artículo que con la excusa de reportajes a oriundos de “pequeños países” que viven en Buenos Aires, entrevisto a una persona oriunda de Gibraltar, enclave colonial británico, al que con mucha liviandad calificó de “país”. De allí faltaría solo un pasito para que periodistas de esa baja preparación (por no decir otra cosa), seguramente “orientados” por “la embajada”, comiencen a instalar la idea –así como “al pasar”- que Las Malvinas (o sea “The Falklands”) son un país, en lugar de la anacrónica pero vigente muestra de colonialismo militar que los anglosajones están practicando sin ambages.
A eso se suman los explícitos apoyos de Gran Bretaña, a los movimientos ultra indigenistas, que cargados de odios y rencores anti hispanos y anti sudamericanos, buscan crear las condiciones para instaurar republiquetas que terminen la tarea de fragmentación de Sudamérica, a la cual tanto aportaron –contra nuestros intereses- los Ponsonby y los Rivadavia en nuestros albores; buscando quebrar además las unidades lingüística y religiosa; para lo cual enfatizan las “vigencias” de las “lenguas originarias” y el resurgimiento de “los cultos originarios”. Ni más ni menos que una babel de lenguas que nos separen, y poco menos que la restauración de los sacrificios humanos de algunos cultos precolombinos, pero ¡eso sí!, en nombre de “los derechos humanos de los pueblos originarios”.
Para los que tengan dudas, o crean que es una exageración de teorías conspirativas, constátese que existe una organización llamada Mapuche Nation, con sede en Bristol, con toda su comisión –excepto el figurativo presidente- británicos…que machacan acerca de la “independencia” mapuche. O la “casualidad” que la mayor cantidad de anglicanos de Argentina se verifique entre los wichis del NOA, algunos de los que también suelen manejar bien la lengua de Shakespeare, lo cual no es malo…siempre que no implique aculturación sajona en esos compatriotas argentinos de orígenes locales.
Mientras tanto, dirigentes, intelectuales y académicos de Argentina, parecen estar “mirando para otro lado” ante estos hechos, o eventualmente no consiguen publicar sus ideas; algo medio difícil de creer ante la profusión de medios electrónicos muy abiertos en sus concepciones y de fácil acceso.
C.P.N. Carlos Andrés Ortiz (*)
El Libertador en Línea
(*) Ex Investigador y Docente de la Facultad de Ciencias Económicas (UNaM)
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente Fac. de Ing. (UNaM)
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía (UNLa – CNEA)
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé
