SE EQUIVOCA SR INGENIERO : GARABÍ ES PARTE IMPORTANTE DE LA SOLUCIÓN

 


La base de sus aseveraciones parte de la pretendida utilización de “turbinado del cauce sin desnivel”, o sea nada menos que prescindir de una de las dos variables que –de acuerdo a la física- se conjugan para la generación hidroeléctrica: caudal y altura (o desnivel). De un plumazo pretende eliminar el desnivel (que se obtiene con la propia presa), con lo cual se acumula energía cinética (fuerza de caída del agua) la cual luego se transforma en energía eléctrica. Esas turbinas “de fondo de río” se están experimentando en EEUU, pero por obvias razones (falta de desnivel o altura), la potencia obtenible es mucho menor que en una turbina de una hidroeléctrica convencional. ¡Y está recién en etapa de prueba!

Eso condimentado con numerosas afirmaciones falaces, en una seguidilla digna de de una novela de ciencia ficción y de intrigas políticas, pero totalmente en contra de todo rigor científico; e incluso cabría decir, de discutible ética profesional y docente.

El primer párrafo arranca con varias afirmaciones tan contundentes como falaces.

Expresa que “el Río Uruguay no va a solucionar la emergencia eléctrica”, lo cual es obvio; solo aportará PARTE de la solución. Adviértase que Salto Grande aporta parte de la energía que Argentina necesita, pero solo a un lunático se le ocurriría dinamitarla o denostarla, por no aportar toda la electricidad necesaria. Es como si se determinara que el sistema educativo necesita –hipotéticamente- capacidad para 10.000 alumnos adicionales, y ante una iniciativa de construir un establecimiento con 500 bancos, algún “negacionista” se opusiera “porque no es suficiente”. Repitámoslo, ES PARTE DE LA SOLUCIÓN, es concreta, factible, es energía limpia y renovable, proveerá Potencia Instalada y Energía que ambos países necesitan imperiosamente, y reemplazará a la muy contaminante generación en base a combustibles fósiles.

Afirma luego que “debilitará el caudal de Salto Grande”. Eso es un disparate, el caudal no será afectado ni tampoco será mayormente regulado, por ser una central “de pasada” ¿No lo sabe el Sr. Ingeniero, o primaron preconceptos fundamentalistas ecologistas?

Tampoco tendrá “efectos negativos sobre el turismo o la navegación”. ¡Exactamente al revés! La obra será un nuevo atractivo turístico (como lo son ejemplo Itaipú, Yacyretá, El Chocón, San Roque y un largo etcétera). Y de hecho facilitará la navegación aguas arriba de San Javier – Misiones, siempre y cuando tenga esclusas.

Luego afirma que “el caudal del Río Uruguay se ha mantenido más o menos constante en los últimos 50 años” y en el mismo párrafo al final afirma “es un caudal inestable por largos períodos” ¿En que quedamos? ¿Constante e inestable a la vez? Se sabe que tiene fuertes fluctuaciones (cosa que el ing. afirma y niega a la vez (¡¿?!). Pero afirmar que “ha aumentado el número de extracciones para la producción agrícola” es tan obvio como decir que se extrae más agua para potabilizarla, …la cual al final por regla general vuelve al río.

Afirma –muy temerariamente- “la poca confiabilidad para generación eléctrica del Río Uruguay”. ¿Será que piensa que los brasileños –que ya tienen seis mega presas en este río y varias en construcción en sus afluentes- no saben lo que hacen? ¿O por ventura afirma que Salto Grande “no sirve? Incoherente.

Luego arremete con la consabida cantinela de los ecólatras, de “las aguas estancadas” ¡falso porque el flujo no se interrumpe nunca, es de pasada, NO de acumulación! Y completa con el terrorismo ecolátrico de “las enfermedades hídricas”; ¿por qué no aclara que son males de la miseria, que pueden existir con o sin represas, mientras no se elimine la miseria estructural?

Después afirma –eso ya es una falsedad atroz- que “el 85 % de la energía será para Brasil”. Es bien sabido que a cada nación le corresponde el 50 % de la generación, y por si lo ignorara, en cada margen existirán sistemas de transformación que volcarán la energía en los ciclajes respectivos (Argentina 50 y Brasil 60 ciclos por segundo).

No parece propio de un ingeniero (¿de que especialidad?) temer un presunto “complicado esquema de compatibilización de maniobras” entre Argentina y Brasil. ¿Acaso ignora que eso ya se hace a diario, -¡y sin problemas!- en las operaciones de compra – venta de energía entre ambos países?

Exagera ¿con que intención? la superficie a inundar. ¿Ecoterrorista?

Además de fantasear sin bases al descalificar como “central hidráulica inútil…” (¿y la ética profesional, Sr. Ingeniero?) también inventa que “la energía pertenecerá al que aporte el capital”. ¿Acaso Argentina no puede pagar por esa energía, y con esa venta amortizarse el costo de la obra?

Afirma no ser un experto en geopolítica (¡menos mal que se da cuenta!) pero absurdamente teoriza acerca de una pretendida “dependencia de Brasil” que provocaría la obra.

Después afirma que “ ‘todo’ el NEA está en emergencia energética”. Evidentemente quiso decir “emergencia eléctrica” lo que no es lo mismo. Le faltó precisar que en Misiones la realidad es más desahogada, gracias a la hidroeléctrica Urugua-Í y a la energía –también hidroeléctrica- de Acaray que nos vende Paraguay. ¿Cómo es la cosa, hay emergencia eléctrica y se niega a una obra que previsiblemente será un gran paliativo para el NEA? ¡Que comedia de enredos, Sr. Ingeniero!

Después entra en dislates como “independizarnos de las presiones de los países limítrofes” (menos mal que antes dijo no ser experto en geopolítica).

A posteriori pasa a “preferir” las hidroeléctricas en el Río Paraná, “desechando” el “bajo caudal” del Río Uruguay. Pongamos las cosas en su contexto. ¡Sin duda el Paraná, con su mucho mayor caudal (entre el triple y el cuádruple del Uruguay, según el punto donde se mida, es más atractivo para la hidrogeneración! Pero en la situación de crisis en la que estamos, toda obra es bienvenida. Y de ningún modo el caudal medio del Uruguay es pobre o irrelevante. Es del orden de entre 8 a diez veces más caudaloso que el Limay, en el cual se asientan Piedra Del Águila, Pichi Picún Leufú, El Chocón y Arroyito.

Y coincidimos –¡aleluia!- en la gran importancia de Paraná Medio, y en el concepto que “la hidroenergía es un recurso potencial limpio, abundante y a nuestro alcance”; pero es de ignorancia total suponer que con esa obra en marcha, hoy seríamos “exportadores de energía”. No conoce la situación real, Sr. Ingeniero, tan solo estaríamos más desahogados, pero de allí a ser exportadores…

Su propuesta de impulsar el puente entre Reconquista y Goya, sería una obra tapón de Paraná Medio norte, a la que dice defender. ¿Cómo se entiende? Y la idea de adosarle alguna “turbina sumergida”…¿calculó las tensiones adicionales a la estructura? ¿Que rendimiento real tendría, si fuese –difícilmente- factible?

Como al pasar dice que Argentina necesita 1.000 MW anuales. ¿Analizó el dato, Sr. Ingeniero, o lo tomó “en crudo” nomás de ciertos “expertos al tanto por cuanto” que lucran con las crisis? El consumo crece en forma exponencial, Sr. Ingeniero, y en solo diez años se puede estimar que necesitaremos entre 20.000 MW a 25.000 MW adicionales. Es mi tema de tesis en la Maestría en Gestión de la Energía; y me explayé en él en un par de mis libros.

Hay más para señalar, pero termino aquí en mérito a la brevedad

¿Tendrá idea de cuanto daño hace al opinar “así nomás”, sin fundamentar ni evaluar debidamente sus muy osadas afirmaciones, Sr. Ingeniero y Docente Universitario?

C.P.N. Carlos Andrés Ortiz (*)

El Libertador en Línea


(*) Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM

Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM

Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA

Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario

Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé

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