Hablemos de “capitalización social” con dos grandes exponentes históricos: Londoño y Perón.

Por José Yorg, el cooperario.

 

“Para que la capitalización social pueda llegar a su plena realización es indispensable que el Estado, en los países en vías de desarrollo, modifique radicalmente su comportamiento educativo, fiscal y económico”. Londoño.

 

“Establece la doctrina peronista: que nuestra función económica es capitalizar al pueblo”. Perón. 

 

Es realmente apabullante la manera con que los medios de comunicación nos informan sobre la economía y finanzas de Argentina y el mundo por intermedio de profesionales claramente neoliberales, pensamos que se debería avanzar hacia una mayor y mejor democracia informativa a fin de que el público pueda discernir libremente a partir de otros conocimientos, de otras ideas y realizaciones más humanas. Esperamos que este peculiar diálogo histórico que, respetuosa y gustosos construimos y  compartimos, sea de interés, el encuentro  entre dos grandes exponentes históricos: Londoño y Perón, repetimos, anhelamos que sea de utilidad y comprensión de nuestro modesto aporte para una educación financiera-económica pública alternativa.

 

Dr. Carlos Mario Londoño*

“Las fallas que el Cooperativismo viene padeciendo  se deben, también, al influjo de los utopistas que no han podido superar todavía la etapa del mito y descender a la realidad, Ellos no se han dado cuenta de que no vivimos en una República Cooperativa, sino que el Movimiento está instalado dentro de un Sistema económico capitalista. De aquí la importancia de fortalecer todas las entidades cooperativas de grado superior, y crear los demás organismos auxiliares del Cooperativismo donde puedan conocerse y entenderse perronas de todos los sectores y aprender las estrategias para poder luchar con éxito en el mundo que nos circunda”

“Para que la capitalización social pueda llegar a su plena realización es indispensable que el Estado, en los países en vías de desarrollo, modifique radicalmente su comportamiento educativo, fiscal y económico. Deben garantizarse las inversiones en capital físico, sino las inversiones sociales en salud y educación. El régimen fiscal y la política monetaria tienen que cumplir la tarea de eliminar la inflación. Los impuestos deben h
acer clara distinción entre lo que debe cobrarse sobre la parte de la renta que se consume y la que se capitaliza socialmente. Y aún debe hacerse la misma dsitinción con la que se capitaliza simplemente, con la diferencia de que ésta debe pagar una tasa mayor. Asimismo, el régimen impositivo, para que logre la redistribución, tiene que comprimir el consumo de los grupos de altos ingresos, buscando cierta jerarquización que debe extenderse también a las clases populares, porque de lo contrario, si se espera la redistribución del ingreso y se consume su monto integro, no se tendrá ningún desarrollo. Es preciso que la tasa de inversión suba en proporción mayor que la del consumo, “hasta llegar a la dimensión necesaria para mantener un ritmo satisfactorio de desarrollo económico”.

«La capitalización cooperativa puede considerarse desde dos puntos de vistas diferente: como medio de capitalizar el Movimiento Cooperativo y como instrumento para capitalizar al pueblo (capitalización social).»

Perón*

«Cuando nosotros llegamos al gobierno nos encontramos con una organización de neto corte capitalista en la economía argentina. ¿¿Y cuál es la organización económica de carácter capitalista en el mundo? Una comunidad dentro de la cual se ha capitalizado un cinco o diez por ciento, mientras un noventa o noventa y cinco por ciento está descapitalizado. Es la descapitalización del pueblo y la capitalización de un pequeño sector constituido por las grandes empresas de producción, de industrialización y de comercialización, que son las tres actividades que hoy capitalizan. En otras palabras, el noventa y cinco por ciento de la población es tributario de esas empresas encargadas de la capitalización. El fenómeno lo hemos visto nosotros. Cuando una empresa andaba medio mal, lo que se hacía era rebajar los sueldos. Decían: hay crisis, hay que rebajar los sueldos; y rebajaban los sueldos a todos para poder capitalizar a las empresas. Nosotros recibimos ese estado de cosas. Podríamos haber hecho un inventario y hubiera resultado simplemente una comunidad dentro de la cual el noventa y cinco por ciento era pobre, y el cinco por ciento era rico, inmensamente rico en sus sociedades y en las capitalizaciones de sus empresas».

«El Justicialismo está en contra de esa concepción. Porque como ustedes pueden ver, en aquel sistema está toda la economía de un pueblo al servicio de la capitalización de un cinco por ciento de su población, en las empresas capitalizadas. Esas empresas capitalizadas son las que producen los impuestos, porque al resto de la población ¿Que le va a sacar?: impuestos. ¿Y de dónde? Estaban los impuestos a los réditos, a la producción, a las rentas, a la exportación, y de allí salían los presupuestos para los gobiernos capitalistas. Ese es el sistema que emplean en el mundo entero. Al resto del pueblo le sacan algunas moneditas, de los cigarrillos, etc., que es lo único que le pueden sacar».

«Para capitalizarnos, debemos comenzar por saber qué es la capitalización. La capitalización es el ahorro acumulado, en acción económica. Todo lo que vamos juntando con el producto del trabajo, del negocio, del esfuerzo, se va juntando y va formando una empresa de acción, empresa que va aumentando en sus medios económicos, vale decir, se va capitalizando. A este pueblo un tanto anémico que nosotros recibimos – anémico económicamente, y algunas veces físicamente –, le vamos a poner los medios para que pueda irse capitalizando paulatinamente. Vale decir, vamos a permitirle, a través de una conveniente remuneración de su esfuerzo, los medios económicos necesarios para que si él ahorra pueda ir juntando también su capital, capital que se traduce en ahorro directamente; en ahorro metálico o de dinero, en ahorro, diremos, de bienes del capital –maquinarias, vehículos, etc.-, en bienes raíces – casas, etc. -. Y eso es capitalización individual y voluntaria también. Esa es una clase de capitalización. La otra es la capitalización obligatoria que nosotros hacemos a través de las cajas de previsión social, donde mediante un aporte mensual, el hombre va también formando un gran fondo que es el que le permite pensar que, cualesquiera sean las circunstancias de su vida futura, cuando llegue a cierta altura en la que ya no pueda trabajar, que no pueda seguir afrontando los riesgos del trabajo, se pueda retirar a su casa, y mediante ese ahorro de toda su vida, que ha sido obligatoriamente descontado a través de los servicios de previsión social, pueda tener el sustento necesario, pero es también una forma de capitalización del pueblo, porque toda esa plata que se junta es del pueblo. Allí, en la Caja, no figura de quien es. Es de todos, en la proporción en que ellos han aportado para ahorro. De manera que si a estos sistemas se agrega ahora que los hombres de buena voluntad que tienen sus ahorritos quieren ampliarlos para hacer sus propias empresas y comenzar, también ellos, a producir, a través de una cooperativa de trabajo, pero ¡bendito sea Dios, si eso está netamente dentro de la doctrina peronista! Eso quiere decir que ustedes no esperen solamente a que nosotros, Gobierno, a través de la previsión social y a través de medidas de distinto orden, los vayamos capitalizando en bienes de capital o en bienes raíces o de distinta naturaleza, sino que ustedes hacen como dicen los cristianos: que Dios los va a ayudar, pero ustedes deben ayudar un poco a Dios. No deseo abundar en fundamentos, pero ustedes ven que este tipo de organizaciones populares están en la médula misma de nuestro justicialismo. En otras palabras, el Gobierno no sólo tiene que apoyarlos y ayudarlos, sino que tiene que agradecer, porque ustedes están realizando, precisamente, lo que él defiende básicamente al establecer la doctrina peronista: que nuestra función económica es capitalizar al pueblo. Así vamos cumpliendo la base de nuestra doctrina, vale decir, que el capital esté al servicio de la economía y está al servicio del bienestar social que es lo que ustedes están realizando a través del Cooperativismo».

«Además de eso, compañeros, cuando nosotros hemos luchado contra el individualismo, no lo hemos hecho porque el individualismo represente para nosotros una palabra poco simpática. Lo hemos hecho porque sabemos que el individualismo es la base del sistema capitalista y que cuando queremos destruir al sistema capitalista tenemos que empezar por destruir la causa, que es el individualismo».

¡En la senda de la lucha bondadosa cooperativa, les abraza José Yorg!


Carlos Mario Londoño Mejía (Envigado, 4 de noviembre de 1918-Bogotá, 3 de julio de 1991) fue un banquero colombiano y uno de los principales exponentes del cooperativismo en Colombia, promotor de todo tipo de centros cooperativos y Congresos Cooperativos de carácter Nacional e Internacional. Apoyó abiertamente la Doctrina Social de la Iglesia. En el ámbito académico fue profesor de varias cátedras, principalmente relacionadas con la economía, en varias universidades del país. Llegó a ser condecorado por los gobiernos de Colombia, Ecuador y Bolivia. Fue autor de numerosos artículos y ensayos en materia económica, además de escribir 15 libros, varios de ellos distribuidos también en el exterior. En estas obras expresó su principio de que «el dinero y su productividad no pueden ser el móvil más importante de la actividad económica», proponiendo en cambio que la primera motivación para todo trabajador y empresario debe ser el «logro social y humano» por encima del «lucro material y económico». En este sentido criticó el salvajismo de algunos sistemas económicos que buscan el lucro a toda costa.

Juan Domingo Perón (Lobos, 1895 – Buenos Aires, 1974) ​ fue un político, militar y escritor argentino, tres veces presidente de la Nación Argentina, y fundador del peronismo, uno de los movimientos populares más importantes de la historia de la Argentina y Latinoamérica. Prestigiado docente militar, escribió Estudios estratégicos (1928) y Apuntes de historia militar (1932 y 1933). Dentro de su producción política caben citarse Doctrina peronista, Conducción política (1952), La fuerza es el derecho de las bestias, La tercera posición, La comunidad organizada y Política y estrategia. Singular impulsor de la Economía Social expresado como Tercera posición económico-social de su Doctrina política a tal punto expresado en el Segundo Plan Quinquenal de su gobierno otorgando lugar preponderante al cooperativismo a tal punto que creó una Comisión de educación cooperativa escolar. Afirmó que ““El cooperativismo es un tipo de organización popular que está en la médula del justicialismo”. “Nosotros hemos sostenido, cuando hablamos de la economía, que el justicialismo propugna la capitalización del Pueblo”.

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