Según el estudio, publicado en el diario digital Momarandú.com.ar, «actualmente el 80% de las cargas bajan desde el norte y sólo el 20% va río arriba».
Según la autora del trabajo, la Dra. Liliana Moiraghi, la hidrovía permitiría reducir el costo de los fletes y así dar mayor competitividad a diversas actividades económicas de la región NEA, y particularmente al sector forestoindustrial de ambas provincias.
Según el trabajo de investigación, en las próximas décadas el consumo mundial de productos de madera será mayor que la capacidad productiva de los bosques nativos. Ya en 2010 el déficit entre oferta y demanda será de 900 millones de metros cúbicos de madera rolliza en el mundo.
Frente a esta realidad, en estos momentos hay 800 mil hectáreas forestadas en Argentina y se tiene la posibilidad de implantar 10 millones más sin hacer ningún tipo de mejoras, por lo cual la hidrovía puede resultar un buen negocio en un futuro no muy lejano.
Moiraghi señaló, que el proyecto de Hidrovía Paraguay-Paraná demanda la realización de las obras de dragado y señalización para permitir la navegación durante todo el día y todo el año, lo que permitiría achicar los tiempos que hoy se ubican en unos 20 días para ida y vuelta. A ello debe sumarse la construcción de puertos, complejos multimodales e instalaciones portuarias.
Acotó que el auge del sector forestoindustrial es una realidad, lo cual puede observarse en las exportaciones de la primera transformación de la madera, tableros y blanks, que lograron un crecimiento en los últimos cinco años: en 1992 llegaron a los 6,6 millones de dólares, en 1996 ascendieron los 79,6 millones y en 1997 alcanzaron los 93 millones aproximadamente.
“La industria de la madera, si se la apoya para su desarrollo, puede ser, al igual que la agricultura a fines del siglo pasado, una salida económica para el país y el medio más hábil para su movilización será el marítimo/fluvial y en nuestra zona la hidrovía Paraguay-Paraná” opinó.
Datos complementarios
La Hidrovía Paraguay-Paraná como una cuenca de navegación fluvial de 3.440 kilómetros que recorre el corazón del cono sur desde Puerto Cáceres (Mato Grosso, Brasil) a Nueva Palmira (Uruguay).
Desde el Punto de vista geopolítico, la Hidrovía Paraguay-Paraná conlleva un carácter estratégico para la región, dada su ubicación geográfica de privilegio, la enorme dotación de recursos naturales presentes en su área de influencia, el potencial productivo y económico, la capacidad en materia de infraestructura portuaria y las disponibilidades energéticas.
La principal operadora es la empresa chileno-argentina UABL, que tiene su centro de operaciones en Pueblo Esther y cuenta con unas 500 barcazas, entre las dedicadas al transporte «seco» y los tanques para combustible. Le sigue la argentina Horamar, con una flota algo superior a las 100 unidades, y un conjunto de empresas nacionales, paraguayas, brasileñas y uruguayas, entre las que se encuentran Fluviomar, Gutnisky, LPG, Chaco, Conosur y Cinco y Barcia.
