POEMA 21. LA MALDICIÓN DEL AVÁ; CAIBATÉ VERANO DE 1756:COMIENZO DEL ​ ​ OCASO Y PRINCIPIO DE LA GRIETA

 



Por Rubén Emilio García

La maldición del avá en 1756 fue un mal presagio. Ya que la grieta se agranda en nuestro continente sudamericano. Y ahora, en el colmo del dislate, mendocinos y sanjuaninos se pelean por la gloria de San Martín.

Dirimen que provincia fue más importante para el prócer en el cruce de los Andes. El Boca-River de nuestra original historia dividida continúa sin solución de continuidad. Parece que la maldición del  avá en Caibaté fue muy maldita y de cumplimiento efectivo, pues, por ejemplo, en Venezuela no hay grieta, hay abismo; y la razones del disenso y el entendimiento caen al precipicio…

¡Insólito! dijo el Mburuvichá, a los Tuvichá presentes-
El rey traidor pactó con el enemigo- En contubernio de escritorio-
La devolución de aquellas tierras- Que recuperamos a sangre y fuego- Para gloria del hispano.

Y en la mesa diplomática- Decide sin nuestra anuencia-Trocar nuestros siete pueblos- Al oriente del Río Uruguay- Por Colonia del Sacramento.

¡Neike lo mitá! ¡Jamás permitiremos!- Y vayamos a la guerra- Contra los imperios unidos- De la España y Portugal.

Y culminando el suceso- La guarnición misionera- Se aprestaba a batallar- Antes de perecer- Como Nación Ignaciana- En los áridos y amarillos campos- Del bastión de Caibaté.

Y con voz quebrada por el llanto- Llena el alma de pena y compungido- El Benjamín de los Avá en la contienda- Vociferó funesta maldición- Que asemejó con profunda bronca- Un largo sapukai de rebeldía- Que trepidando a lo lejos resultaría- El último grito de plena autonomía- En la doliente Nación que fenecía.

¡Escuchen malditos lusos y españoles!
Hasta ayer enemigos hostiles
hoy se acoplan con el fin de destruir
a seres humildes y sin maldad
ciudadanos que viven en libertad
por la sublime gracia de Dios.

Se unen casualmente por codicia
sin conformarse con lo que tienen
y cual avaros desean más y más
en la creencia que la felicidad final
reside en la riqueza material
por encima de la piedad cristiana.

Y sin importarles respetos humanos
pretenden echarnos de nuestro suelo
que supimos labrar con dignidad
en esta Nación erigida noblemente
organizada en sociedad comunitaria
la ilusión de otros pueblos del planeta.

Tengan presente en sus pobres vidas
que a ustedes también los echarán
en sangriento devenir no muy lejano
y no por trabajar la tierra dignamente
sino por absolutistas, por mezquinos
por crueles asesinos de inocentes.

Y la maldición de vuestros descendientes
que recibirán de herencia en este continente
será el enfrentamiento entre ellos mismos
sin que jamás encuentren el camino
que los lleve a lograr mínimamente
lo que ustedes se proponen destruir.

¡OH! Misiones República de iguales.
fundado en la moral y caridad cristiana
y en lo espiritual sobre el signo material
que ustedes asolarán sin miramientos.
Por todo esto soportarán en el futuro
falsos profetas y gobiernos hegemónicos
que embusteros prometerán uno tras otro
paz, justicia, igualdad y libertad;
Sueños nobles concretado por nosotros
y que ustedes en odio “amancebados”
arrasarán con tremendo genocidio.
¡Por tal razón, malditos los maldigo!

 

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