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El decreto de Fernandez, su repercusión en las empresas del sector y una mirada sobre las telecomunicaciones y el internet en Argentina.
Hace una semana, el presidente Alberto Fernandez anunció, a través del decreto 690/20, la decisión de declarar como “servicios públicos esenciales y estratégicos en competencia” a la telefonía celular, los servicios de internet y la televisión paga, de manera de garantizar el acceso a toda la población. El DNU establece el congelamiento de las tarifas de esos servicios hasta el 31 de diciembre.
Las principales empresas y cámaras de la industria de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) lanzaron un documento conjunto en rechazo al decreto, denunciando que “este cambio de reglas está poniendo un freno a la industria TIC en la Argentina y abre un serio interrogante dado el antecedente del congelamiento de precios del Servicio de Telefonía Fija durante 15 años”.
El servicio público “es una regulación limitante, que no implica obligaciones per se y que genera desequilibrios en la inversión y los accesos. Decretar servicios públicos a Internet, TV Paga y la telefonía celular no garantiza el acceso a toda la población, y fundamentalmente busca intervenir en la gestión, eliminando incentivos para la innovación y competencia”, argumenta el documento, firmado por Claro, DirectTV, Telecentro, Telecom, Telefónica, AmCham Argentina y Huawei, entre otros.
Comunicado de empresas y camaras TICs.
Además, la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) valoró las medidas: “son disposiciones que garantizan a todos los usuarios la máxima protección contra la voracidad de las empresas prestadoras”. Por último, la CTA Autónoma dijo que se trata de una iniciativa “es necesario y urgente que el Estado asegure la accesibilidad de todos y todas a los servicios de las telecomunicaciones, de modo que en todo el territorio nacional se pueda tener conexión de calidad y a precios razonables”.
A principios de mes, Telecom había comunicado a sus clientes un aumento del 11% en todos sus servicios móviles (prepago/pospago), fijos, TV paga e internet fija, a implementarse a partir de septiembre de 2020, cuando finalizaba el congelamiento acordado de las empresas con el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom). Además, había anunciado una revisión positiva en sus expectativas de inversión en Argentina, con un aumento del flujo desde u$s500 a u$s600 millones. En esta semana, en consecuencia del anuncio, las acciones de las empresas de telecomunicaciones, Telecom y Cablevisión Holding cayeron en la Bolsa local (8,2% y 8,8%) y en la Bolsa de Nueva York (7,11% para Telecom).
Las TICs en Argentina
El sector de telecomunicaciones constituye una industria de redes que comprende los segmentos de telefonía (móvil, fija y por IP), internet (banda ancha en sus distintas versiones), TV (abierta y por cable) y radiodifusión, así como otros servicios (correo postal, satelitales, etc.).Según datos del Indec, a diciembre de 2019, el 82,9% de los hogares contaba con acceso a Internet. Además hay más de 56 millones de líneas celulares en servicio. En América Latina, el país lidera la lista de mayor penetración de internet en los hogares, con el 63,8%.
Existen más de 1.200 prestadores, pymes y cooperativas bajo un régimen de licencias y no de concesión pública, pero las grandes empresas proveedoras de internet (ISP) Cablevisión (Fibertel), Telefónica (Speedy), Telecom (Arnet), Telecentro, IPLAN y DirecTV (AT&T), en conjunto representan más del 90% de la cuota de mercado a nivel nacional.
Un estudio de la Cámara Argentina de Internet (CABASE), afirma que Argentina tiene 1.047.817 conexiones por fibra óptica, al mes de marzo de 2020, lo cual representa un 11,9% sobre el total de conexiones fijas de banda ancha que tiene el país y un crecimiento del 64,4% respecto de marzo de 2019.
Entre los tipos de tecnologías de acceso a internet más utilizados, cable modem, ADSL y fibra óptica, este último viene creciendo aceleradamente dado que constituye la alternativa que permite proveer de los anchos de bandas necesarios a la creciente demanda de conectividad de los hogares.
La fibra óptica es una tecnología que supera en velocidad a los cables de cobre y los cables coaxiales y se destaca por la fidelidad de la señal, que no se ve afectada por interferencias de fuentes externas. Su evolución depende del desarrollo de inversiones en telecomunicaciones, un sector concentrado en pocos operadores.
Internet es una red de redes, todos los equipos conectados a ella no lo están directamente entre sí, sino que conforman pequeñas redes que a su vez se van vinculando con otras de forma descentralizada. Al contratar el servicio de un proveedor para poder acceder a la conexión, dicho proveedor (ISP: Internet Service Provider) conforma una red con todos sus clientes a la vez que también necesita conectarse a Internet a través de un “proveedor de proveedores”. Este último se constituye en un enorme tendido de fibra óptica, público y privado, que recorre todo el país y que brinda servicio a los proveedores de cada localidad.
La Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO), operada por ARSAT, comprende la conexión de más de 1300 localidades de todo el país, con más de 34.500 km de fibra desplegada en todo el territorio nacional. Este mes, el Enacom anunció que invertirá 3 mil millones de pesos en el desarrollo y la extensión del Programa de Aumento de Capacidad de la REFEFO.
A su vez, existe un enorme tendido de cables que conectan a todos los continentes entre sí. Esta red de más de 300 cables de fibra óptica recorre el planeta por vía submarina permitiendo el tráfico de Internet a nivel global. Argentina se conecta a toda esta red a partir de cinco de ellos. Hay dos que recorren toda la costa de América del Sur y el Caribe: el South American-1 (SAM-1) de la empresa Telxius (del Grupo Telefónica) y el South American Crossing (SAC) / Latin American Nautilus (LAN) compartido por CenturyLink y Telecom Italia. El Atlantis II, manejado por un conglomerado de más de 15 empresas, atraviesa el Atlántico hacia África y Europa. Por último, el Unisur (también de Telxius) nos conecta con Brasil y Uruguay, y el Bicentenario (de Antel Uruguay y Telecom Argentina) solamente se dirige hacia este último.