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Cooperativistas y labriegos realizaron ayer el cuarto día de movilizaciones en el centro de la capital, repudiando las expresiones del Ministerio del Interior, Francisco de Vargas, que acusó a los manifestantes de intentar generar represión y replicar una “segunda masacre de Curuguaty”, esta vez en Asunción, en referencia a la matanza del 2012 en que fallecieron 11 campesinos y 6 policías y que terminó con la destitución del entonces presidente Fernando Lugo.
Ante estas declaraciones y la amenaza de despejar las marchas que se realizan por las calles del microcentro, los manifestantes responsabilizaron al gobierno de Cartes sobre cualquier represión o hecho de violencia que afecte a la pacífica manifestación y anunciaron que de ser necesario permanecerían movilizados durante un mes hasta que sus reclamos sean atendidos.
El sitio Cigarrapy informó que cerca de 20.000 campesinos y cooperativistas se encuentran movilizados en el microcentro aguardando la sesión de ambas Cámaras del Congreso en espera de que el gobierno manifieste alguna respuesta a los reclamos de ambos sectores. Cabe recordar que los cooperativistas rechazan la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las actividades del sector y los pequeños productores piden la condonación de deudas por las campañas agrícolas promovidas por el gobierno y que resultaron en un rotundo fracaso, como la cosecha de chía en el 2014. También piden una ley de fortalecimiento de la agricultura familiar campesina.
Asimismo, frente al edificio central de la caja de jubilaciones del Instituto de Previsión Social (IPS) otro grupo de manifestantes se concentraron en repudio al plan del gobierno de modificar la carta orgánica del ente con el fin de extender el periodo de aporte para la jubilación, aumentar la cuota de aporte, recortar la cobertura y utilizar los fondos jubilatorios para supuestas obras como la construcción de rutas, lo que denuncian como un plan para desviar el dinero de los asegurados.
