Cuatro mil trabajadores del sector de Previsión Social paraguayo, incluyendo abundante personal médico y asistencial, serán despedidos por falta de autorización del Parlamento para renovar sus contratos, se informó hoy.
El despido masivo de tal número de personas viene a agravar la crisis existente con la ola de anulación de contrataciones que ya lanzó a la calle a 20 mil trabajadores de la construcción y a otros miles de distintos organismos estatales.
En esta ocasión, la Cámara de Diputados controlada por el gobernante Partido Colorado no aceptó la habilitación presupuestaria para la prórroga de los mencionados contratos, solicitada desde julio del pasado año por la dirección del Instituto de Previsión Social.
La negativa, enmarcada en el rígido control de gastos impuestos por el Gobierno ante la falta de recursos dejada por la anterior administración y una evasión tributaria que se mantiene, golpea el ya ineficaz sistema oficial de atención a la población.
Esta situación se agrava al señalar la institución afectada que el 75 por ciento de quienes perderán el contrato de trabajo pertenecen al llamado personal de blanco, es decir médicos, enfermeras y auxiliares de centros de atención a los afiliados a dicho sistema.
Cierre de clínicas, insuficiencia de personal para atender a los enfermos y abandono a los ancianos y niños, serán principales impactos ante la colosal cesantía, la cual deja al organismo con solo 23 funcionarios.
El presidente del IPS, Hugo Roig había apelado a la conciencia de los legisladores sobre las consecuencias de no acceder al pedido de habilitación de los recursos pues afectará a millares de personas que cotizan mensualmente para tener la atención debida.
