«Periodistas mercenarios de la derecha justifican la falla que denuncié en el avión presidencial, mientras Airbus da una primera respuesta…», escribió en su cuenta oficial de Twitter.
A través de la red social, Maduro agregó que «la derecha enloquecida mantiene una actitud extraña y sospechosa, creo que se les cayó otra macabra apuesta, seguiremos informando y venciendo».
Tras conocerse las quejas del dignatario venezolano, un portavoz de Airbus declaró este jueves a la prensa que se ha ofrecido ayuda a los operadores, pero no dio detalles sobre la revisión en profundidad a que fue sometida la aeronave durante cinco meses en instalaciones francesas.
Según trascendió, el vocero se limitó a indicar que esas tareas no se realizan en talleres de Airbus, sino que son subcontratadas a otras empresas.
Este miércoles, el jefe de Estado explicó que realizó su reciente viaje a China en una aeronave de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), gestionada por personal cubano, debido a una «muy grave falla» detectada en una de las alas del Airbus presidencial.
Señaló que aún se investiga ese asunto y que se han convocado peritos nacionales e internacionales.
Informó asimismo que pediría explicaciones a la compañía aeronáutica y no descartó acciones judiciales, pues -sostuvo- dicho desperfecto fue encontrado luego de que la nave pasara cinco meses en instalaciones del fabricante para revisión y mantenimiento.
Maduro también denunció ayer que debió cancelar su participación en el 68 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas debido a que tuvo conocimiento de «dos provocaciones» para generar violencia e incluso atentar contra su integridad física en Nueva York.
Identificó como responsable de uno de estos planes al «clan de Roger Noriega (exrepresentante estadounidense ante la Organización de Estados Americanos) y Otto Reich (ex embajador norteamericano en Venezuela), que es como decir (Luis) Posada Carriles actuando en vivo y directo».
El presidente venezolano ha acusado en repetidas ocasiones tanto a Noriega como a Reich de fraguar planes contra su vida y la estabilidad de Venezuela, siempre a partir de vínculos con Posada Carriles, autor intelectual confeso, por ejemplo, de la voladura de un avión civil cubano con 73 personas a bordo en 1976.
