Diputados paraguayos están dispuestos a volver a debatir el Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercosur después del 15 de agosto, cuando asuma el nuevo presidente del país, Horacio Cartes, comentó este miércoles José María Ibáñez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja.
No obstante, el proceso demandará discusiones políticas y jurídicas ya que “existen dos posiciones al respecto: una afirma que un tratado no se puede volver a discutir nunca más”. “Otra que en un siguiente periodo parlamentario se podría volver a estudiar, más aún si se le hicieren algunas modificaciones, aunque sea de forma”, explicó.
El nuevo gobierno de Cartes tiene voluntad de encarar alguna solución al problema de la suspensión de Paraguay del Mercosur y la resistencia al ingreso de Venezuela, que se produjo cuando este país estaba fuera del bloque regional.
Ibañez comentó también que “hay una directiva de avanzar en el ámbito bilateral y desde allí buscar superar las trabas y los problemas en el ámbito multilateral”.
Si se cumplen estos pasos y el Congreso finalmente aprueba el protocolo de Adhesión de Venezuela, que debe enviar el Poder Ejecutivo, se destrabaría la situación actual para generar un nuevo escenario.
El saliente Canciller, José Fernández Estigarribia, se reunió este martes con miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores, con quienes abordó este tema, aunque ya no estará en el cargo cuando se resuelva. Cartes todavía no anunció los nombres de sus futuros ministros.
Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela dieron un primer paso el viernes 12 de julio al levantar la suspensión de Paraguay del Mercosur a partir del 15 de agosto cuando asuma Cartes, ganador de las elecciones nacionales del 21 de abril.
El nuevo presidente tendrá que tomar la decisión de reenviar al Congreso, que asumió el 1 de julio, el Protocolo de Adhesión de Venezuela y aceptar que la nación bolivariana ya es miembro pleno y ejerce la presidencia pro témpore del Mercosur.
Ese documento, cuya aprobación es requisito para aceptar a un nuevo miembro, fue rechazado por el anterior Congreso en agosto del 2012 y retirado dos veces antes por el destituido presidente Fernando Lugo, en 2009 y 2010.
El nuevo Congreso, que sigue dominado por una mayoría opuesta a las políticas de Venezuela, también deberá resolver si mantiene la declaración de persona no grata contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien fue acusado, el año pasado, de intromisión en asuntos internos, cuando era canciller, y estuvo en Asunción integrando una misión de la Unasur que intentó evitar la destitución de Lugo.
