por Prensa Latina
La Cámara de la Vivienda e Infraestructura anuncio que quedaron sin empleo 50 mil paraguayos por la paralización de las construcciones en todo el país.
La alarmante cifra se difundió tras la confirmación de la paralización del sector de la construcción en su casi totalidad provocada por la falta de pago del Estado de las deudas millonarias con las empresas privadas.
Esa morosidad con las contratadas para llevar adelante el plan de reparación y construcción de vías, terminó con la reclamación de los pagos y el gradual alto en los trabajos emprendidos por falta absoluta de fondos.
La detención de las obras alcanza no sólo a las encargadas por el ministerio de Obras Públicas, sino también a las tareas emprendidas para aliviar la crisis de la infraestructura que presta servicios sociales, como por ejemplo en la educación.
La Cámara planteó su preocupación ante el número de desplazados debido a que puede aumentar a consecuencia de la falta de fondos sufrida por parte de los gobiernos saliente y entrante.
Los empresarios del sector anunciaron que la deuda acumulada, cercana a los 80 millones de dólares afecta el estado financiero de sus empresas y, paralelamente, a los miles de sus trabajadores provenientes de de los sectores más pobres de la nación.
Los atrasos se dan en obras muy importantes para el desarrollo nacional, tales como la construcción de aulas, de sistemas de agua potable, caminos, empedrados, rutas asfaltadas y puentes, de acuerdo a una lista suministrada.
La alarma se acrecentó después del anuncio de que el gobierno saliente dejará un déficit de 430 millones de dólares y el entrante deberá acudir a préstamos urgentes para poder cubrir, en primer orden, el pago de salarios y bonificaciones hasta diciembre.
El prestamista sólo podrá ser, en este momento, el Banco Central de Paraguay, al cual se le debe parte de una solicitud similar hecha por la administración de Franco y los correspondientes intereses, lo cual acentúa la sensación de inseguridad económica del país.
