LA MUJER COMO ENEMIGO

 

Por Mariana CARBAJAL    ////-.El año pasado se registraron 255 femicidios. Seis de cada diez mujeres fueron asesinadas por su pareja o ex pareja. Y en 34 casos habían hecho la denuncia previa contra el agresor. Por estos crímenes, perdieron a su madre 357 hijos o hijas, 248 de ellos menores de edad.LA MUJER COMO ENEMIGOEl drama de la violencia de género no se detiene en el país. A lo largo de 2012, se registraron en promedio cinco femicidios por semana. En total fueron ejecutadas 255 mujeres por el hecho de ser mujeres. El 63 por ciento fue ultimada por su esposo, amante, novio o ex pareja, de acuerdo con el informe del Observatorio de Femicidios en Argentina, que dirige La Casa del Encuentro, y cuyos resultados adelanta Página/12 en forma exclusiva. El impacto social de la violencia machista es enorme: dejó en el último año 357 hijos e hijas huérfanos, 248 de ellos menores de edad.

“Es necesario considerar a la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de derechos humanos. De esta forma se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños en la Argentina como una realidad colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata”, 
exhortó Fabiana Tuñez, coordinadora ejecutiva del Observatorio y cofundadora de la ONG.

El Observatorio lleva adelante el registro de los casos publicados en las agencias informativas y en 120 diarios del país. Contabiliza los homicidios de mujeres por razón de género, es decir, casos que no tienen que ver con robos, secuestros u otras situaciones de la llamada “inseguridad” urbana, recordó a este diario Ada Beatriz Rico, su directora. El informe de 2012 será presentado mañana a las 18 en la Legislatura porteña, donde Tuñez y Rico harán un balance de los cinco años que vienen realizando el trabajo de registro de los femicidios,ante la ausencia de estadísticas oficiales que permitan visibilizar la magnitud de la sangría por violencia machista en la Argentina.

Si se comparan los datos del año pasado, surge que en 2012 se cometieron casi un 10 por ciento menos de femicidios que en 2011, según la misma fuente. De 282 se pasó a 255. Sin embargo, Rico advirtió que no puede tomarse como una tendencia todavía, dado que en el primer mes de 2013 la cifra de asesinatos de mujeres como consecuencia de la violencia de género fue enorme: casi uno por día; en total fueron 26 a lo largo de enero, una cantidad que no se registró en ningún mes de 2012. Y en febrero, en los primeros 19 días ya se contaban 14 hechos. En 2011 la cifra había crecido un 8 por ciento en relación con el año anterior. En 2010 el Observatorio registró 260 femicidios y en 2009, 231 (pero en ese año los medios relevados eran menos, solo 43). En la mayoría de los casos, el principal sospechoso o imputado por el crimen siempre resulta el marido, novio o ex pareja de la víctima, puntualizó Rico.

Desde el año pasado, en el número total de femicidios, el Observatorio incluye aquellos denominados “femicidios vinculados” de mujeres y niñas, que son personas asesinadas por el femicida para castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce dominación (muchas veces ultiman a los hijos de su ex, algunas veces son además sus propios hijos) o al intentar impedir el femicidio, o quedaron en la “línea de fuego” del atacante. De los 255 hechos, 17 fueron “femicidios vinculados”: diez fueron mujeres adultas familiares de la víctima y en siete casos se trató de la hija de la mujer de la que se quería vengar el presunto femicida. Como ocurrió el 27 de agosto último, cuando Juan Carlos Cardozo, de 24 años, asesinó a la abuela, la hermana y la primera hija de su ex pareja Romina Martínez, de 26 años, en la localidad bonaerense de Benavídez. El caso se conoció como el triple femicidio de Benavídez. Cardozo confesó los homicidios. Según trascendió, dijo que las mató porque Romina lo había abandonado y supuestamente no la dejaba ver a la hija de ambos, de tres años. El joven tenía en su contra denuncias previas realizadas por Romina por violencia.

Además se contabilizaron 24 casos de “femicidios vinculados” de varones o niños, en 2012. Algunos de los chicos, hijos de una mujer también asesinada en el mismo hecho o de la que el autor del ataque se quería vengar eliminando lo que ella más quería.

Otros datos que aporta el análisis del Observatorio:

– 5 de las víctimas estaban embarazadas.

– 26 presentaban indicios de abuso sexual.

– 25 casos tenían denuncias iniciales, realizadas por familiares, de desaparición.

– 7 mujeres que tenían antecedentes de sufrir violencia de género en el marco de sus parejas permanecen desaparecidas desde 2004, entre ellas, tal vez el caso con más resonancia mediática es el de Erica Soriano.

En relación con el vínculo entre el presunto femicida y la víctima, el Observatorio señala que en 95 casos se trataría del esposo, pareja, novio o amante; en 65, una ex pareja; en 11, el padre; en 21, otros familiares; en 18 hechos, vecinos o conocidos; en 5 de los asesinatos, un hijo; y en 40 no habría relación aparente. Es decir, la mayoría de los femicidios fueron perpetrados, según los datos publicados, por la pareja o ex pareja de la mujer.

Otro dato interesante que brinda el estudio es que no es el espacio público el lugar más riesgoso para la mujer que sufre violencia de género: la vivienda en la que vivía o la que compartía con el acusado de matarla son los escenarios más frecuentes donde ocurren los femicidios: en 138 casos las mujeres encontraron en su propio hogar la muerte. En 2012, hubo un hecho emblemático: una de las mujeres fue asesinada en una Comisaría de la Mujer cuando fue a denunciar al agresor, que era personal policial, y la ejecutó en ese momento.

Una respuesta desde el Estado

La Ley 26.485, de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, sancionada el 11 de marzo de 2009 y reglamentada en 2010, establece en su artículo 9º que el Consejo Nacional de las Mujeres debe “elaborar, implementar y monitorear un Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres” y “articular y coordinar las acciones” para el cumplimiento la norma, con las distintas áreas involucradas a nivel nacional, provincial y municipal, y con los ámbitos universitarios, sindicales, empresariales, religiosos, las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y otras de la sociedad civil con competencia en la materia”, entre otras responsabilidades.

Las autoridades del organismo sostienen desde hace más de un año que están trabajando en la elaboración de un Plan pero todavía no lo presentaron. Mientras tanto, existen programas a nivel nacional, provincial y en gobiernos locales, y también se están desarrollando acciones en la Justicia, pero falta la articulación y coordinación en todo el país de las políticas sectoriales para prevenir la violencia contra las mujeres y brindar respuestas eficaces para protegerlas cuando piden ayuda.

Un dato muy significativo que revela el informe de La Casa del Encuentro es que 34 de las mujeres asesinadas habían hecho la denuncia contra quien resultó luego imputado o principal sospechoso del femicidio de acuerdo con la información periodística recogida por la ONG (en la mayoría de los casos las causas judiciales están todavía en curso). En 14 casos, incluso, la Justicia le había dictado una orden de exclusión del hogar o prohibición de acercarse a la mujer. Es decir, la medida judicial no resultó eficiente para preservarla de la violencia que denunció.

Es interesante frente a esta situación –recurrente– un aspecto de la película El lado luminoso de la vida, actualmente en cartel. En el film se muestra cómo la policía de una pequeña ciudad está bien atenta para presentarse inmediatamente en la casa de un hombre que tiene una prohibición de acercamiento a su ex esposa y a los lugares donde ella desarrolla sus actividades –ni siquiera puede llamarla por teléfono ni escribirle una carta– cuando éste intenta algún tipo de contacto. Hay un agente especialmente asignado para seguir el caso. Acá, los relatos de muchas mujeres o de sus familiares –en causas judiciales o declaraciones a la prensa– dan cuenta de que cuando la pareja o ex pareja denunciada por violencia y con impedimento de contacto viola esa medida, y denuncian al 911, no suelen recibir respuesta. Los botones antipánico que se están empezando a entregar en distintos distritos podrían contribuir a brindarles mayor protección. Y una respuesta más efectiva de parte de los agentes de seguridad .

Un plan de acción

Desde la Casa del Encuentro están haciendo el registro de los femicidios que ocurren en el país y se publican en medios gráficos y agencias desde hace cinco años. Además brindan información, asistencia y orientación a personas que se encuentran en situaciones de violencia sexista, explotación y trata con fines de prostitución, y generan también acciones de prevención en la sociedad. La presidenta de la asociación civil, Ada Rico, y la coordinadora general, Fabiana Tuñez, explicaron a este diario que con este nuevo informe sobre los femicidios en la Argentina solicitan y remarcan la necesidad de implementar una serie de medidas para prevenir tantas muertes y enfrentar el problema de la violencia machista:

– Estadísticas oficiales sobre violencia hacia las mujeres, incluyendo los índices de femicidios, para el correcto diseño de políticas públicas.

– Un consenso social y político para diseñar un plan nacional para la erradicación de la violencia de género.

– Tratamiento prioritario y urgente de leyes que prevención y asistencia.

– Apertura de oficinas de violencia doméstica de la Corte Suprema de Justicia en todas las provincias. En algunas ya funcionan, como en Tucumán, Santiago del Estero y Salta. En Jujuy, Mendoza y Entre Ríos existen formalmente pero sin lugar ni presupuesto.

– Programas nacionales de asistencia integral desde una perspectiva de género para las mujeres víctimas de violencia sexista, que incluya asistencia psicológica sostenida en el tiempo y acceso a la Justicia con patrocinios jurídicos gratuitos.

– Mayor cantidad de hogares refugios para víctimas de violencia sexista.

– Intensificar campañas de prevención e información.

– Asignación económica temporal, un subsidio habitacional y de alimentación para las víctimas.

– Modificación al Código Civil para que el femicida pierda en forma automática la patria potestad de los hijos e hijas.

– Asignación de presupuesto acorde para poder implementar en su totalidad la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.

– Incorporación en todas las currículas educativas de los diferentes niveles la temática de violencia sexista. Recientemente en la provincia de Buenos Aires, una senadora acaba de presentar un proyecto en ese sentido.

– Capacitaciones obligatorias a efectores profesionales que trabajen con la temática de violencia en diferentes dependencias gubernamentales de todo el país.

– Modificación de la Ley de Ministerios para la creación de un Ministerio de Igualdad de Oportunidades.

– Asignar más presupuesto a todos los organismos que son órgano de aplicación en la temática de género o derechos de las mujeres y la familia.

– Creación de un Banco Genético de Datos Nacional, que registre las mujeres y otras personas denunciadas como desaparecidas con antecedentes de violencia sexista o presunción de trata.

– Botón antipático, un dispositivo de alerta, como medida de protección para la mujer que ha realizado la denuncia y tiene dictada por la Justicia la medida de no acercamiento del agresor. Esta medida se está implementando en algunos distritos.

Fuego y muerte
Al menos 136 mujeres fueron incineradas desde el femicidio de Wanda Taddei, ocurrido tres años atrás, cuando su esposo, el baterista del grupo Callejeros, Eduardo Vázquez, le prendió fuego en medio de una discusión en la casa que en la que vivían. De ese total, 63 fallecieron como consecuencia de las heridas provocadas por las quemaduras y 74 sobrevivieron, de acuerdo con los datos del Observatorio de Femicidios en Argentina, Adriana Marisel Zambrano”, coordinado por la asociación civil La Casa del Encuentro.

Femicidios con fuego:

 11 mujeres en 2010,

– 29 mujeres en 2011,

– 19 mujeres en 2012,

– 3 mujeres enero de 2013.

Mujeres sobrevivientes de los ataques con fuego:

– 10 mujeres en 2010,

– 24 mujeres en 2011,

– 34 mujeres en 2012,

– 6 mujeres enero y febrero de 2012 (hasta el 19).

La muerte de Wanda Taddei es el caso más emblemático de los últimos años entre los femicidios con fuego. La joven estuvo hospitalizada desde el 10 de febrero de 2010 y falleció tras 11 días de agonía. Tenía 29 años y el 60 por ciento de su cuerpo quemado. Para que no sufriera el dolor que la causaban las heridas lacerantes fue inducida a un coma farmacológico desde el día en que la internaron. Nunca pudo relatar lo sucedido. Su esposo, Eduardo Vázquez, fue detenido en un primer momento como presunto autor de las quemaduras, pero posteriormente fue liberado. De acuerdo con sus dichos, Wanda resultó quemada por un accidente en medio de una discusión. El caso tuvo amplísima cobertura mediática por el hecho de que Vázquez fue el ex baterista del grupo Callejeros, involucrado en la tragedia de Cromañón.

Tras la muerte de la joven, su padre, Jorge Taddei, se presentó como querellante en la causa. Declaró ante la Justicia que la noche de la tragedia su nieto e hijo de Wanda, de 5 años, le contó que escuchó a su madre decirle a Vázquez: “Me vas a matar”. También dijo el padre que había habido situaciones previas de violencia hacia Wanda de parte de su esposo.

Pero el juez Daffis Niklison dictó la falta de mérito y ordenó la “inmediata libertad” del músico. Durante unos ocho meses el mensaje que dio la Justicia fue la impunidad frente a un femicidio con fuego: se podía prender fuego a la esposa, que el ataque quedaría impune bajo el paraguas de un supuestos accidente. La víctima, por otra parte, no podría dar la versión de los hechos silenciada en su agonía por un coma farmacológico que le permitiera soportar el dolor de las heridas. ¿El crimen perfecto? Las estadísticas muestran un incremento notable de hechos similares a partir de la muerte de Wanda Taddei. También se registró un aumento de los llamados a centros de atención a víctimas de violencia de género de mujeres atemorizadas que dieron cuenta de que sus parejas o ex parejas las amenazaban con quemarlas como a Wanda. Antes de este femicidio, La Casa del Encuentro había registrado sólo dos casos de mujeres incineradas por sus parejas en 2008 y seis en 2009.

Quemar el cuerpo de una mujer tiene connotaciones singulares: si la mujer queda viva, puede quedar arruinada por las heridas tremendas que deja el fuego“No serás mía, pero tampoco de nadie”, es el pensamiento perverso que mueve al femicidia.

Recién el 4 de noviembre de 2010, ocho meses después de la muerte de Wanda Taddei, la causa dio un vuelco: la jueza Inés Cantisani procesó a Vázquez con prisión preventiva por considerarlo “prima facie autor criminalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo”. Los peritajes y testimonios de testigos fueron desarmando la versión del esposo, que llegó al juicio preso. Finalmente fue condenado el 13 de junio de 2012 como autor del delito de “homicidio calificado por el vínculo atenuado por su comisión en estado de emoción violenta” a 18 años de prisión. Los casos, sin embargo, no se redujeron: hubo en 2012 53 casos, igual que en 2011; la única diferencia es que hubo menos muertes y más mujeres lograron sobrevivir a los ataques con fuego.

“El término femicidio es político”
El registro de los femicidios lo lleva adelante desde 2008 el Observatorio que dirige Ada Beatriz Rico y coordina Fabiana Tuñez. “El femicidio es una de las formas más extremas de violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad”, destacó Tuñez. El concepto fue desarrollado por la escritora estadounidense Carol Orlock en 1974 y utilizado públicamente en 1976 por la feminista Diana Russell, ante el Tribunal Internacional de los Crímenes contra las Mujeres, en Bruselas, recordó Rico. El Observatorio realiza el relevamiento de los casos publicados en las agencias informativas Télam y DyN y 120 diarios de distribución nacional o provincial. “El término femicidio es político: es la denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista”, agregó Rico.

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