por Telam /-
El presidente Enrique Peña Nieto prometió «llegar hasta las últimas consecuencias» para saber la verdad sobre la explosión que afectó la sede central de Petróleos Mexicanos.
Alrededor de 350 personas, entre rescatistas, bomberos, personal de la Marina y del Ejército, trabajaba en las oficinas de Pemex en busca de más supervivientes, mientras buena parte de la población del país, ya de por sí sacudido por la violencia criminal, miraba sorprendida las consecuencias de la nueva tragedia.
Aunque las primeras informaciones inclinan la causa hacia un accidente, los responsables exhortan a «no descartar por ahora ninguna hipótesis» a la hora de conocer las causas de la explosión, ocurrida en el sótano del edificio administrativo de 12 pisos, en el horario de salida de empleados.
Desde anoche hasta hoy la cifra de muertos fue subiendo y pareció estabilizarse en 32, aunque se hablaba al menos de 3 desaparecidos, y la de heridos llegó a 121, según las cifras que dio en conferencia de prensa el director general de Pemex, Emilio Lozoya.
El directivo hizo hincapié en la complejidad de los peritajes que se están realizando, en los que intervienen varias instituciones nacionales e internacionales, reseñaron la estatal agencia Notimex, Prensa Latina, DPA y EFE.
«Para Pemex la prioridad hoy es atender a los familiares de los fallecidos y de los heridos y saber las causas de la detonación que tantos estragos ha causado», indicó Lozoya, con un listón negro en el pecho, y aseguró que la petrolera paraestatal funciona de manera normal, sin baches productivos.
Lozoya recorrió durante la madrugada las instalaciones dañadas, luego de una reunión sostenida con el presidente Peña Nieto, el titular de la Secretaría de la Gobernación, Miguel Angel Osorio, y el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Precisamente Osorio explicó que «se utilizan todos los recursos de las autoridades para conocer qué pasó y cuando estén los resultados del peritaje con transparencia se los dará a conocer».
Peña Nieto, en tanto, garantizó que se investigará hasta lo último la explosión en el complejo Pemex, «y si hay responsables en este caso aplicar el peso de la ley», pero pidió esperar los resultados de los peritajes y no especular sobre las causas.
Ayer, el presidente pospuso para hoy su visita al hospital de Petróleos Mexicanos (Pemex) unidad Picacho, donde se encuentran varias decenas de heridos por el estallido.
A la primera cifra de 25 muertos se sumaron otros 7, cuyos cuerpos fueron encontrados de madrugada por los equipos de rescate. Las víctimas fatales son 12 hombres y 20 mujeres.
El coordinador nacional del Área de Socorros de la Cruz Roja Mexicana, Isaac Oxenhaut, se mostró confiado en que podrá revisarse en horas «hasta el último centímetro de la zona colapsada», pero prometió que si no se llega en el corto plazo, igualmente «proseguirán los los trabajos hasta que se termine el rastreo».
En el edificio dañado, de 24.700 metros cuadrados de construcción, trabajan cerca de 1.700 personas. La explosión daño cuatro niveles de la torre, una superficie de 1.300 metros cuadrados, en la que cumplían tareas entre 200 y 250 personas.
Lozoya, que interrumpió una gira por Asia para regresar de emergencia a México, insistió en que se darán a conocer los resultados de la investigación a medida que haya resultados, en lo que pareció una réplica a las versiones sobre falta de mantenimiento de las calderas del sistema de energía y fallas en el suministro eléctrico como causas del estallido.
Las actividades laborales se suspendieron en la sede corporativa de Pemex, situada en una transitada zona de Ciudad de México, pero Pemex «sigue operando normalmente en términos de abasto y de producción», explicó el funcionario.
El monopolio petrolero estatal, importante fuente de ingresos fiscales de México, produce 2,57 millones de barriles de petróleo al día.
El Congreso se sumó, a través de su Comisión Permanente, a las expresiones de luto, con un minuto de silencio por las víctimas y un pronunciamiento unánime en favor del esclarecimiento de los hechos.
Mientras, familiares de los 32 fallecidos acuden al servicio médico forense de la Procuraduría General a identificar los cuerpos. Ningún cadáver había sido entregado a sus familiares hasta entrada la tarde.
