Por Axel Kicillof
La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, aseguró que la quita de retenciones fue una buena para la minería pero el ex ministro de Economía lo desmintió en Telegram. De acuerdo a los propios números del Indec y el Banco Central, la producción cayó, las exportaciones se desplomaron, no hubo inversiones y se perdieron puestos de trabajo.
Parece que Vidal está harta de escuchar la verdad. Macri bajó las retenciones para las mineras, mientras que para el resto de los argentinos sólo hay aumentos: luz, gas, agua, el pan, la carne y todo. Por eso en la televisión sostuvo, desencajada, que la quita de retenciones a las mineras fue una buena medida. Según Vidal permitió incrementar la producción y así la pérdida de recaudación se compensó con un aumento de 7 veces en la recaudación del impuesto a las Ganancias. Mentiras totales y absolutas: estos son los datos publicados por el Indec de Macri.
La producción cayó a pique. De acuerdo al Indec, el PIB del sector de explotación de minas y canteras se redujo -5,3% en 2016.
Las exportaciones también se desplomaron. Las ventas externas de oro, plata, minerales de plata y piedras preciosas cayeron -8% en 2016 medidas en dólares según Indec.
Tampoco hubo inversiones. Según el Banco Central, los dólares que ingresaron en 2016 para el rubro minería fueron apenas 51 millones, un -41% menos que en 2015.
La quita de retenciones no sirvió para crear empleo. En 2016 hubo una caída de -4% en los puestos de trabajo registrados (casi 1.000 puestos menos).
Los datos disponibles sobre el impuesto a las ganancias, hasta el tercer trimestre de 2016, para el sector de explotación de minas y canteras (que incluye también otras extracciones) no muestran que se multiplicó por 7, sino ¡una caída de -47%!
En conclusión: sólo en 2016, según lo informado por Marcos Peña, Macri le regaló 1.786 millones de pesos a las mineras. Pero tamaña generosidad no alcanzó para conmover a las empresas. Según datos del Indec, la producción cayó -5,3% en 2016, las exportaciones cayeron un -8%, la inversión extranjera un -41% y se perdieron 1.000 puestos de trabajo.
Haría bien Vidal en dirigir su fingido enojo hacia el presidente Macri. Vidal es Macri y Macri es Vidal.
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