La habitual alharaca de profuso palabrerío distorsionante y falaz, propio de los sectores ultra ecologistas, que operan como unidades de choque al servicio de los poderosos intereses vinculados con las energías eólica y solar, pudo engañar a políticos y a comunicadores poco formados en el complejo tema energético, pero prontamente los hechos impusieron su incontrastable realidad en la vieja Europa, con una economía crónicamente dependiente de energías importadas.
El daño principal del “sector verde” ultra ecologista, lo perpetraron en Alemania y España, en los que se gastó en gran escala para instalar las supuestas “bondades” eólicas y solares.
En Alemania se frenaron proyectos de nuevas centrales nucleares, ya planificadas, e incluso se presionó para cerrar las usinas nucleares en operación, antes de caducar sus prolongadas vidas útiles, e incluso se desalentó a Siemens a seguir exportando equipamientos y tecnología nuclear, de lo cual esa empresa germana era una de las referentes mundiales. Los mayores costos de la energía eléctrica, a consecuencia de la sumatoria de ventajas prebendarias a favor de las “renovables sesgadas” eólicas y solares, fueron quitando competitividad a la poderosa industria germana, pero pese a ello, los sectores del fundamentalismo ecológico insisten en aumentar las participaciones de esas ineficientes energías en la matriz eléctrica alemana.
Hoy, las múltiples sanciones económicas dictadas por la OTAN contra Rusia, parecen estar afectando principalmente a los propios sancionadores, excepto EEUU que se beneficia vendiendo muy costoso gas licuado transportado en buques metaneros, en una operatoria mucho más compleja y cara que la provisión por gasoductos.
En España, los elevados costos de las múltiples subvenciones a las eólicas y solares, son una pesada carga para el erario público, y por supuesto, tampoco allí son “grandes soluciones energéticas”, por sus intermitencias y otras limitantes técnicas insalvables…además del problema para deshacerse de los equipamientos eólicos y solares al término de sus vidas útiles. Pero los ultra ecologistas siguen presionando, pese a que los paliativos reales a la crisis energética en España vienen de la mano de las importaciones de gas natural africano. El gas que fuera tan “demonizado” por el ultra ecologismo. Y esas presiones del ecologismo cavernario, llevaron a dinamitar una central generadora carbonífera, la cual de haberse preservado sería una reserva de Potencia Firme en el contexto de crisis energética global que afecta a la vieja Europa, sedienta crónica de energías importadas.
Ante las carencias técnicas de eólicas y solares, en Europa están volviendo a poner en funcionamiento centrales a carbón, y los promotores de aquellas “renovables sesgadas” hacen mutis por el foro, no asumiendo las consecuencias de sus irracionales prédicas pro eólicas y solares a ultranza.
- Nuclear 92,5 %
- Geotérmica 74,3 %
- Gas natural 56,6 %
- Hidroeléctrica 41,5 %
- Carbón 40,2 %
- Eólica 35,4 %
- Solar 24,9 %
- Nuclear Embalse – CNEA – ———132 GWh/ha.
- Hidroeléctricas – Depende de cada central, pues cada una es “un traje a medida”, pero lo “afectado” es la propia presa, la central, y el área embalsada cercana como sector de seguridad. El resto de la superficie del embalse pasa a ser un atractivo social y turístico, apto para recreación y deportes náuticos. En muchos casos, las hidroeléctricas y sus embalses se convierten en nuevos atractivos turísticos y producen otros beneficios considerables, como el control de las inundaciones (con El Chocón), mejoras notables en sus entornos (como sucedió con Yacyretá), etc.
- Cauchari I, II y II – Solar – ————0,24 Gwh/ha.
- San Jorge y El Mataco – Eólica- ——0,09 Gwh/ha.
- Centrales termoeléctricas – Depende de cada tipo de central: Diesel, turbo vapor, turbinas de gas, ciclos combinados. En general altos rendimientos de energía generada en función de la superficie afectada.
- Sus bajos rendimientos obligan a invertir marcadamente en exceso, para disponer de Potencia teórica y de volúmenes de Energía que en teoría deberían cubrir.
- Para poder utilizar los picos de generación, concentrados en pocas horas diarias (como es el caso acentuado de las solares, que solo pueden operar al total de la Potencia Nominal, unas pocas horas por día (y siempre que no llueva o esté nublado), esos picos de generación obligan a sobre invertir en los Sistemas de Transmisión, lo cual además de ser muy oneroso, no se amortiza con el uso, por el bajo coeficiente de utilización, de muy pocas horas por día.
- Para cubrir los baches de generación de las intermitentes eólicas y solares, deben tener reservas “en caliente” (funcionando), de centrales termoeléctricas, lo cual es otra sobre inversión, además de los costos ambientales y económicos de esas centrales termoeléctricas de respaldo.
- Las obsolescencias tempranas de las instalaciones eólicas y solares, que resultan en vidas útiles muy breves en relación a otros sistemas de generación, pasan a ser otro problema de sobreinversión, que no se suele considerar adecuadamente.
Aclaremos, una vez más, que eólicas y solares son definidas como “renovables sesgadas”, pues caprichosamente las leyes argentinas, excluyeron de las definiciones de “renovables” a las hidroeléctricas de más de 60 MW de Potencia Instalada; una aberración técnica que fue avalada por los legisladores de Argentina, seguramente de buena fe y envueltos por la profusa palabrería de los promotores a ultranza de esas ineficientes, costosas y contaminantes energías, “vendidas” como energías (supuestamente) limpias.
Magister Carlos Andres Ortiz
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos