FELIPE, EL GRAN GARROCHISTA POLÍTICO



Por Rubén Emilio García

Del amontonamiento sobresale. Y según BONADÍO: EL KIRCHNERISTA TARDÍO

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En el peronismo pos 83, un Ingeniero Agrónomo supo sacar varios cuerpos de ventaja a otros eximios velocistas en el gran premio codazos for ever. De Cafierista contumaz de la prima hora, pasó con la fusta bajo el brazo al stud menemista. Después galopó en la recta Duhaldista y tentó en la atropellada a Chiche, esposa del ex presidente “pos que se vayan todos”, que le acompañe como vice gobernadora  de la Provincia de Buenos Aires, proclamando a los cuatro vientos por supuestos méritos donjuanescos: “ninguna mujer se me resiste”. Casanova rebotó.

Rechazado en la impostura de galán frustrado, subió al barco del Presidente Kirchner y adhirió con toda su fe a los postulados del hombre de Santa Cruz, para abandonarlo, precipitadamente, cuando pensaba que el tsunami de la Resolución 125 haría zozobrar la nave. Más acá, retornó con sus ex abandonados en el redil del peronismo federal y hasta amagó disputar el sillón de Rivadavia. Se quedó en eso nomás: en el amague, pero visteando el futuro en donde encontrar un rincón donde arrellanarse.

En los noventas fue la época de un liberalismo made in Argentina,  al cual la mayoría del pueblo apoyó. El de la soja transgénica, del abono químico, la siembra directa,  del uno a uno y la convertibilidad. Ufano, Felipe, el Secretario de Agricultura se mandaba un discurso hipermenemista y súper liberal: «La globalización de la economía nos alertó a producir cambios, cambios que permitirá al productor a trabajar en libertad, sin intervención del Estado, sin retenciones a las exportaciones, sin discriminación. El logro de vencer la aftosa confirma una verdad conocida, la creatividad de nuestros productores, agroindustriales y empresarios que, con el espaldarazo de la convertibilidad, el éxito se logra con esfuerzo y trabajo».

Lástima, que todas estas expresiones reveladas las cambió  al adherirse a la reinstalación kirchnerista de las retenciones y los controles de precios, medidas ya tomadas por el gobierno democrático de 1973, confirmando la regla que nada nuevo hay bajo el sol. En aquella ocasión de alejamiento de los Kirchner hubo que preguntarle ¿Cuál será tu nuevo rumbo e ideología? Por el momento fue una incógnita. Pero no tanto cuando anunció  de nuevo su retorno al rodeo Kirchnerista. Y, precisamente, por esa postura travestida, Página 12 titulaba irónicamente “SIEMPRE ESTOY VOLVIENDO”. Otros medios más duros recordaron cuando el Diputado Nacional Carlos Kunkel le gritó en plena Cámara de Diputados “hijo de puta traidor”, cuando decidió de nuevo cambiar de bando.

¿Y en la actualidad?
luego de ciertos devaneos se volvió massista, es decir adhirió al partido Renovador que dirige Sergio Massa bajo el paragua del nuevo líder, siempre y cuando el ícono de su adhesión no pierda esplendor; puesto que en su último desparpajo posó recientemente en la foto de los neo peronistas, sin Massistas, sin Kirchneristas, sin camporistas, SOBRESALIENDO EN EL MONTÓN.

Dr. Rubén Emilio García

 

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