El Día que el Vaticano se tiñó de celeste y blanco

1Joselo Schuap y su troupe lograron un objetivo que tiempo atrás parecía utópico pero que, a fuerza de buena energía (y contactos, se logró cumplir: “tocar un chamamé frente al Papa Francisco sería un sueño”, relató Joselo meses atrás, y ayer, justamente un 25 de mayo, en la Plaza de San Pedro…. Un sapukay sonó.

Mañana del 25 de Mayo. Mientras por estos rumbos las ollas humeaban con aroma locro y las empanadas iban siendo cerradas con ese repulgue que las convierte casi en un símbolo patrio más, a diez mil km de distancia, miles de argentinos tomaban pacífica pero ruidosamente la Plaza San Pedro, el corazón popular de El Vaticano, para presenciar la audiencia pública dominical del Papa Francisco. Entre tantos miles, un grupo de jóvenes con instrumentos musicales daban la nota de color en medio de delegaciones de senegaleses, brasileños, mexicanos y un sinnúmero de nacionalidades más. En minutos más Francisco, el Papa argentino, oficiaría el servicio religioso, o sea que para cada uno de los presentes, no sería un 25 de mayo más.

La 4ta gira europea de Joselo y sus amigos Pochosky, Maka, Jony y el Polaco Leju Fezlech llegó a su máximo punto de emoción cuando lograron lo que parecía imposible tan sólo unas semanas atrás… conseguir los tickets preferenciales para la audiencia pública del Papa Francisco nada más ni nada menos, que el 25 de Mayo. “Fueron muchas voluntades que se sumaron a este sueño”, relató Joselo, “y se dio gracias a la ayuda muchos amigos como el Padre Sebastián Escalante, el propio Obispo Rubén Martínez, y la incalculable colaboración de un gran amigo como Adolfo Pérez Esquivel”, y fue el ganador del Premio Nobel de la Paz quien tejió los últimos contactos para que nuestros representantes culturales pudieran estar presentes, incluso con sus instrumentos, algo realmente casi imposible debido a las extremas medidas de seguridad imperantes en toda Europa y, más aún, en El Vaticano.

Los cinco integrantes de la gira Chamamé Tour, que lleva ya 25 días recorriendo Alemania, Suiza, Hollanda, Bélgica, y ahora Italia, amenizaron la mañana romana en medio de un clima patriótico que, merced a la cantidad de argentinos presentes, no se diferenciaba tanto de cualquier plaza argentina, incluyendo un presente con una canasta con pastelitos. Así, entre chamamé y chamamé, con unos sapukay con tonada global, se produjo el ingreso del Papa Francisco a la Plaza en la blanca pick-up Peugeot Hoggar. “Estábamos tocando KM 11 cuando el papamóvil se detuvo a nuestro costado, nos saludó y bendijo. Allí arrancamos, con más pasión y emoción que nunca, Misionero y Guaraní”, relató Joselo todavía conmocionado ante tan sublime experiencia. “Cuando arrancó el chamamé y se escuchó el primer sapukay en presencia de Francisco me di cuenta que estaba en un lugar privilegiado y que vivíamos otro de nuestros ‘atentados culturales’”.

Luego de terminada la audiencia, y con la Plaza San Pedro aún repleta de gente, con bailanta incluida, los músicos misioneros fueron rodeados por todos los argentinos que se encontraban allí para entonar el himno nacional argentino y una versión multitudinaria de “Sólo le pido a Dios”, dedicada al pueblo sirio y los países que sufren la violencia y la guerra.

Que el chamamé de nuestra gente más sencilla resuene como un reclamo de pan y trabajo para todos. …gracias a la música!!!”

Mensajero de lujo

La amistad de muchos años que une a Joselo con Adolfo Pérez Esquivel permitirá que las cartas y mensajes de los misioneros que el crédito de Além llevara consigo a Roma, lleguen a mano directa de Francisco cuando la semana que viene, el Premio Nobel de la Paz se reúna con el Papa. Los mensajes llevan pedidos de oración bendición para enfermos, además de planteos puntuales como el pedido a favor de los Ríos Libres y el derecho a la tierra. También llegarán a manos del Santo Padre, una carta del padre de Joselo y, cómo no, un disco con música de artistas misioneros.

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