por ANSOL
Finalmente, se homologó un contrato por dos años entre la cooperativa y Mavea S.A para que la recuperada explote los activos. De esa manera, podrá operar con absoluta normalidad y ampliar la producción, comercialización y negocios.
Con dos plantas en Misiones y Santa Fe, los trabajadores planean vender un promedio mensual de 400 mil kilos de yerba mate y 25 mil kilos de mate cocido y té, que alcanzarían en total entre 6 y 8 millones anuales.
“Tenemos dos años por delante con mucho trabajo, ya estamos en plena etapa de armado de reglamentos internos y con capacitaciones en ambas ciudades”, detalló a esta agencia la abogada de la cooperativa, Marcela Macellari.
A mediados de 2015, los más de 100 trabajadores de La Hoja, que se especializa en la producción de yerba, pudieron hacerse de las plantas industriales y los bienes ubicados en las sedes de las ciudades de San Ignacio (Misiones) y Rosario (Santa Fe), además de la explotación agropecuaria en Misiones y de las marcas comerciales.
En diciembre pasado, tras inscribirse en la AFIP y abrir su cuenta bancaria, La Hoja fue habilitada para explotar activos de la quiebra por lo que la cooperativa había presentado un contrato que debía ser revisado y aprobado por los coadministradores de la empresa, quienes fueron nombrados la Justicia rosarina; la sindicatura concursal y el juez de la quiebra, Fabián Bellizia, al frente del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la 12ª Nominación de Rosario.
Finalmente, las fábricas empezaron funcionar hace dos meses con total normalidad; pagando el canon locativo a la quiebra, “pero ya están trabajando como cooperativa, y a su vez este contrato les permite hacer negocios con otras empresas”, finalizó la abogada.
En Argentina, y según Instituto Nacional de la Yerba Mate, se compran 240 mil toneladas de ese producto y se ingieren un promedio anual de 100 litros anuales de la infusión per cápita.
Antecedentes
Desde que se resolvió la quiebra en 2008, la resolución judicial se demoró porque el Juzgado quedó vacante hasta 2012, cuando Bellizia se hizo cargo: durante ese lapso la yerbatera fue manejada por la sociedad anónima Demirol, conformada por personal jerárquico y trabajadores de la vieja yerbatera, que debió cerrar por irregularidades con la AFIP.
En marzo de 2014, el juez Bellizia advirtió la irregularidad en el incumplimiento de la Ley de Quiebras y llamó a licitación por los activos de la firma que la empresa CBSé, con sede en la Ciudad de Buenos Aires, ganó con la oferta de 10 millones de pesos por las dependencias locales pero esa operación no pudo concretarse ante la detección de nuevas irregularidades.
En esa instancia, los ex trabajadores apelaron al beneficio de la Ley de Quiebras y Concursos que otorga a las empresas recuperadas y resolvieron conformarse en cooperativa.
Finalmente, en diciembre de 2014 se presentaron ante la justicia para solicitar la continuidad de la explotación de la firma que en julio obtuvo finalmente el fallo favorable.
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