por Momarandú
Un grupo de historiadores correntinos desacreditan manifestaciones del también historiador, pero porteño, Felipe Pigna, en relación a legítimos derechos que tendría Paraguay de reclamar territorio argentino .
“Paraguay…tendría todo el derecho de reclamar el territorio de Formosa, que se anexó la Argentina tras la Guerra de la Triple Alianza” es lo que había declarado Pigna por lo que es refutado en un Manifiesto, que momarandu.com reproduce, a continuación, completo
-EL MANIFIESTO-
Los abajo firmantes, por este medio, niegan enfáticamente las recientes manifestaciones de Felipe Pigna, pretendiendo que “Paraguay…tendría todo el derecho de reclamar el territorio de Formosa, que se anexó la Argentina tras la Guerra de la Triple Alianza”.
Transcurridos varios días desde que profirió esas expresiones apátridas en la embajada Argentina en Asunción, habiendo esperado en vano que le respondieran quienes están obligados a hacerlo, una vez más en nuestra Historia, es desde Corrientes que tiene que alzarse la voz que denuncie ese pensamiento renegado y así decimos:
Que cuando pretende que “la guerra fue tremendamente impopular en nuestro país”, le recordamos que nuestra provincia, Corrientes, fue invadida y ocupada militarmente varios meses por los paraguayos, que como todo ejército invasor, cometieron toda suerte de desaguisados y excesos de una gravedad extrema. Si alguien debe reparar algo es el antiguo invasor, que dejó una gigantesca deuda, incobrable hasta hoy, por el daño perpetrado contra tantos y tantos correntinos. En nuestros archivos, que no ha visitado nunca, hay documentos sobrados de la época que lo demuestran. Además, salvo unos pocos, los correntinos se alzaron en armas en masa contra el invasor, en defensa de la honra de sus hogares, de sus bienes y de sus vidas.
Que, como es sabido, ya el Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación firmado con Paraguay el 30 de septiembre de 1856 (art. 24), alegaba los derechos argentinos sobre el Chaco, usurpados nominalmente luego por el dictador paraguayo Francisco Solano López.
Que, ganada la guerra, la Argentina proclamó que “la victoria no da derechos” y no reclamó otros límites que los ya reivindicados en 1856, aceptando llevar a un arbitraje – que ganó Paraguay -, la entonces llamada “Villa Occidental” y la margen derecha del Pilcomayo hasta Bahía Negra, reiterando sólo los indiscutibles derechos argentinos al sur del río Pilcomayo.
Que Alberdi ya estaba en Europa muchos años antes de estallar la guerra, su libro “El Crimen de la Guerra”, recién se publicó en 1870, y él volvió al país en 1878. Mal podía haber sido perseguido. Con respecto a José Hernández, se exilió no por la guerra sino por haberse rebelado con López Jordán, y eso pasó en 1871 ¡El Martín Fierro también fue escrito después!
Es igualmente falsa su afirmación de que la primera huelga argentina la protagonizaron “obreros navales” correntinos que se negaron “a construir barcos para pelear contra los hermanos paraguayos”. En 1865 en Corrientes no existía organización obrera alguna, no había ninguna “industria”, y menos “astilleros”, y no hay un solo antecedente de ese “conflicto”. De la “hermandad”, basta con enterarse qué poquísimas personas siguieron al invasor cuando se vio obligado a desalojar Corrientes. Sí hay generosidad y magnanimidad correntinas en cambio cuando, todavía en guerra, el 1 de enero de 1870 (Cerro Corá fue el 1 de marzo), el gobernador, Coronel Santiago Baibiene, apenas regresado de la batalla, “por humanidad”, nombra por Decreto Comisiones de Socorro “para auxiliar y protejer (sic), a las familias emigradas del Paraguay”, que huyen del hambre y de la muerte. La Junta lamenta que las autoridades responsables, juramentadas para defender la soberanía nacional ante quien sea, de quien sea, cuando sea, comenzando por la Embajada Argentina en el Paraguay, hayan guardado silencio ante tamaños dislates de este divulgador mediático tan exitoso, pretendiendo poner en entredicho a nuestra hermana Provincia de Formosa. Proclamamos que la verdadera Historia es otra.
Suscriben el texto: Carlos María Vargas Gómez, Jorge Enrique Deniri, Dardo Ramírez Braschi, Enrique Eduardo Galiana, Álvaro Monzón Wingaard, Felipe Bonastre, José Francisco Scaramellini Guerrero, Miguel López Breard, Jorge Alberto Romero, María Ramona Duarte de Gamboa, Walter Aragor, Juan Carlos Pola Raffo,
