por CANPO
Quienes parecen regodearse a la espera de una debacle en la economía argentina y particularmente en el sector agropecuario, no pueden tapar el sol con las manos.
Desde la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO) queremos compartir algunos números vinculados a la producción de maíz, cultivo clave en la sustentabilidad de la rotación agrícola y básico para las agroindustrias de segundo y tercer escalón, como las fábricas de alimentos balanceados, las de bioetanol, feedlot, tambos y producciones de cerdos y aves.
Exportaciones. De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca (MAGyP) en 2013 se alcanzó un récord de ventas al exterior con 19,50 millones de toneladas. El promedio de los últimos diez años se ubicó en 14,40 millones de toneladas.
ROE’s. Existe una clara política de garantizar el abastecimiento interno y exportar todo el saldo posible. En los primeros siete meses del año el Gobierno Nacional emitió ROE’s para maíz por 12,44 millones de toneladas.
Siembra. En los últimos dos años la superficie sembrada con maíz para todos los destinos (cosecha de grano y picado) superó las 6 millones de hectáreas. En los 90, el área osciló entre 2,7 y 4,1 millones de hectáreas.
Producción. Estamos batiendo sucesivos récords de cosecha. En las últimas dos campañas estamos por encima de las 32 millones de toneladas de producción de grano (trillado), cuando en los 90 lo máximo que se llegó a producir no superó las 20 millones de toneladas.
Industrialización. Es creciente el consumo de maíz por parte de las industrias de alimentos balanceados y bioetanol. La estimación del consumo interno se ubica en 12,98 millones de toneladas, según el MAGyP. Solo la producción de carne aviar demanda 3,5 millones de toneladas, y la naciente industria del bioetanol unas 500.000 toneladas, que se proyectan para mucho más.
“No hay dudas que para la cadena del maíz esta ha sido más que una Década Ganada. Cada vez transformamos más cereal internamente y eso es valor agregado en origen, la base para la construcción de una Nueva Ruralidad”, sostuvo Guillermo Martini, coordinador de CANPO. “La participación de las organizaciones que conforman la cadena del maíz en los espacios de diálogo con el sector público, como es la mesa del PEA, es una señal de la creciente colaboración entre ambas partes. Solo un sector del gremialismo rural insiste en aislarse de este nuevo país que estamos construyendo entre todos”.
