Por Silvia Torres
Una nueva edición de Iguazú en Concierto brilló y emocionó a las multitudes que se hicieron presentes en todos los ámbitos en donde tuvieron lugar los distintos conciertos, a cargo de eximios niños de los cinco continentes. La belleza natural de las Cataratas fue el marco espectacular para el concierto final.
Una vez más, Iguazú en Concierto volvió deslumbrar por la alta calidad artística de los niños y adolescentes provenientes de los cinco continentes, quienes fueron los protagonistas de seis días a plena música de la buena en la ciudad de las Cataratas y con un broche final a toda orquesta en el parque del Sheraton Hotel, a metros de las gigantescas caídas de agua del río Iguazú, consagradas como una de las siete maravillas del mundo.
Fueron unos ochocientos niños de todo el mundo quienes, prolijamente seleccionados y realizando prácticas intensivas a cargo de grandes maestros del Teatro Colón, ejecutaron conciertos como solistas, integrando conjuntos sinfónicos y de cámara y en el gran concierto final, integrando el grupo que acertadamente dio en llamarse la Gran Orquesta y Coro de Iguazú en Concierto y expusieron ante un siempre entusiasta público el talento que los convierte en pequeños Mozart del Siglo XXI. Todos los espectáculos que tienen lugar en los grandes hoteles y lugares representativos de la ciudad son gratuitos, excepto la gala que se hace a beneficio de Unicef.
El evento, que año tras año se consolida no solo en una agenda nacional sino también internacional, es organizado por el gobierno de Misiones, a través de su Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, con el aval de la Presidencia de la Nación, el Concejo Federal de Inversiones y diversas empresas privadas y, para algunas jornadas, contó con la presencia del gobernador de la provincia, Maurice Closs.
Hubo representantes de diecisiete países de los cinco continentes, seleccionados por la maestra Andrea Merenzon, directora artística desde los inicios del mega concierto, mediante la presencia de dieciséis orquestas, tres de las cuales fueron argentinas y una misionera; seis coros, cuatro argentinos y dos misioneros y siete solistas de entre diez a quince años, entre los cuales se contó el argentino Juan Francisco Greco, de solo diez años, solista de voz, además de los mejores maestros de música que preparan a los niños para el gran concierto final.
El evento contó en las ediciones 2012/2013 con el padrinazgo de dos eximios personajes de renombre y fama internacional bien ganados, como Gustavo Santaolalla y Elena Roger, quienes brindaron su experiencia musical en los contactos con los niños y ratificaron su talento codirigiendo el concierto final, en el caso del primero y entonando paradigmáticos temas, la segunda. Para la edición que acaba de finaliza, la elegida fue Susana Giménez, una decisión errada para nuestro humilde criterio habiendo tantos talentosos notables con fama bien merecida, porque no alcanzamos a dimensionar qué aportes pudo haber brindado a los participantes, al público en general y a favor de la promoción nacional o internacional del mismo y de las Aguas Grandes.
Descontando este pequeño detalle, Iguazú en Concierto es uno de los eventos más importantes para la promoción de las bellezas naturales que componen las Cataratas del Iguazú y el parque homónimo, tanto como los restantes lugares paradigmáticos para el turismo con los que cuenta la provincia. En sí mismo, es la suma del arte en sus más bellas manifestaciones a través del talento de niños de todo el mundo, en un esfuerzo por mostrar a la humanidad un patrimonio natural de belleza incomparable. De allí que su continuidad enaltece al gobierno de la provincia y a todo su pueblo.
