«VAMOS A LOGRAR LO QUE FALTABA CONSOLIDANDO LO QUE TENEMOS»

 

Por Juan Ciucci

Entrevista al Ministro de Defensa, Agustín Rossi. Una charla sobre las relaciones bilaterales con Venezuela, la industria para la defensa, el servicio militar obligatorio, la lucha contra el narcotráfico y los desafíos de cara al 2015. “Sería bueno que el resto de los candidatos diga qué es lo que piensa hacer con el trabajo en la Argentina”.

Agustin-Rossi
Relaciones bilaterales con Venezuela


APU: ¿Cómo fue la misión que se llevó adelante en Venezuela y qué importancia tiene para el país la relación entre ambas naciones?

Agustín Rossi: En el marco de Defensa tenemos una relación multilateral con todos los países integrantes de la UNASUR, a partir de nuestra participación en el Consejo Suramericano de Defensa. Pero al mismo tiempo, lo que tenemos es una agenda bilateral con distintos países de América Latina, que se empieza a intensificar. Tuvimos una reunión de trabajo con la Ministra de Defensa venezolana, Carmen Teresa Meléndez. Estuvimos visitando Caracas y de esa reunión de trabajo salieron dos Actas Acuerdo. Uno referido al área de educación, donde tendemos a intensificar la relación, la vinculación, el intercambio entre el sistema educativo de las Fuerzas Armadas Venezolanas y el sistema educativo de la Fuerza Armada Argentina. Es decir: permitir que aumenten los venezolanos estudiando en Argentina y los argentinos estudiando en Venezuela. También allí decidimos construir una Cátedra Binacional Kirchner-Chávez o Chávez-Kirchner, con cabeza en la Escuela de Defensa Nacional que acá en Argentina es similar de la de Venezuela. Además, el año que viene se cumplen diez años del No al ALCA. Entonces me parece que es una buena manera de recordar esos diez años con esta Cátedra Binacional, con el pensamiento de Néstor Kirchner y el de Hugo Chávez, sobre todo en lo referido a la integración latinoamericana.

El otro convenio que firmamos es en el área de Ciencia y Tecnología y Producción para la Defensa. Allí podemos destacar dos pedidos de cotización de Venezuela, uno por los aviones Pampa III que estamos fabricando en FAdeA, en la Fábrica Argentina de Aviones. Son aviones de entrenamiento avanzado y Venezuela nos pidió cotización. También nos pidió cotización para un estabilizador de tiros para buques, que tenemos desarrollados en CITEDEF, el Centro de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa, que depende del Ministerio de Defensa. También entre siete y quince estabilizadores de tiro y también estuvimos trabajando en la posibilidad de instalar -en forma conjunta- una planta de nitrato de amonio en Caracas. La Armada Argentina también se mostró interesada por un tipo de buque, de patrullero fluvial, que llevan adelante los astilleros venezolanos. Fue más que productivo el encuentro bilateral.

Tuve la posibilidad de estar con el presidente (Nicolás) Maduro, que fue muy gentil con nosotros, fue una reunión que estaba fuera de protocolo, no estaba pautada. Por suerte me atendió, mandó muchísimo cariño para la Presidenta de la Nación, tiene una excelente relación con la Presidenta. Al mismo tiempo, también pude percibir que la cuestión interna en Venezuela está muchísimo más tranquila, se estaba desarrollando lo que se llama una Mesa de Diálogo, en la que participa el oficialismo, la oposición y participan además el Nuncio Apostólico, los cancilleres de la UNASUR -el de Ecuador, el de Colombia y el de Brasil – y eso está funcionando bien.

APU:
La Presidenta de la Nación ha reivindicado muchas veces a las Fuerzas Armadas de Venezuela. ¿Cómo analiza esa situación y esa comparación con la Argentina?

AR: Son situaciones distintas, países distintos, es difícil hacer una comparación o trasladar fenómenos en forma taxativa. Sí está claro que hay un fuerte compromiso de las Fuerzas Armadas Venezolanas con todo el proyecto de la Revolución Bolivariana que llevó adelante Hugo Chávez y que hoy sigue Nicolás Maduro. Eso está claro que es así, pero me pareció que son situaciones políticas distintas.

APU:
Esto que comentaba de las universidades, la UNEFA en Venezuela tiene una fuerza muy importante. ¿Cómo se da en la Argentina, cómo se piensa esta universidad?

AR: La UNEFA está desarrollada allí y está funcionando muy bien. Nosotros tenemos nuestro Proyecto de Ley en el Congreso, que es la creación de la Universidad de la Defensa; entiendo que en estos días se tiene que estar firmando dictamen para que en las próximas sesiones del Congreso se trate y tenga media sanción. Así que me parece que es una muy buena iniciativa. Nos va a permitir, hacia el interior de la Argentina, interrelacionarnos con todo lo que significa el sistema universitario nacional. Eso va a potenciar nuestra integración y, por el otro lado, obviamente, también se va a convertir en un faro de referencia latinoamericana, sin ninguna duda. No hay que olvidarse que se ha aprobado en la última reunión del Consejo de Defensa de UNASUR, la creación de la Escuela Suramericana de Defensa, la ESUDE, que tiene como objetivo ir generando una doctrina única para todas las Fuerzas Armadas del continente. Creo que en ese sentido la creación de la Universidad de la Defensa en la Argentina va a ser muchísimo más potente y mucho más útil, mucho más referenciado el aporte que la Argentina puede hacer en ese sentido.

La industria para la defensa

APU: En estas relaciones bilaterales habló de la importancia de la industria. ¿Cómo avanza esa capacidad productiva, tanto de fabricaciones militares o de astilleros?

AR: Hemos recuperado, del 2003 a la fecha, un complejo industrial para la defensa que anteriormente no existía. La industria para la defensa es una industria noble, que genera empleo, que es un empleo genuino, que aporta muchísimo a la sustitución de importaciones, que mejora claramente nuestra balanza comercial. Tiene una característica más, que es claramente federal: la Fábrica Argentina de Aviones está instalada en Córdoba, los Astilleros Tandanor están acá en la Ciudad de Buenos Aires, las cuatro fábricas militares están en el interior del país –Fray Luis Beltrán en Rosario, Villa María y Río Tercero en Córdoba, y Azul, Buenos Aires-. Vamos a abrir una fábrica militar más en Jáchal, San Juan, una empresa que tiene fuerte vinculación con la Defensa y que tenemos contratos importantes sobre radarización. Es una industria claramente federal, en muchísimas localidades algunas de estas fabricaciones militares son las principales empleadoras de esa localidad. Estamos fortaleciendo toda nuestra cadena de contrataciones, de contratistas, de proveedores; hicimos una primera jornada de trabajo, una ronda de negocios en Rosario, en donde estuvieron más de 120 empresas de la región.

La industria para la Defensa permite desarrollar un proceso de sustitución de importaciones de una industria que en Argentina tiene una historia muy rica, pero que esa historia muy rica no alcanzó como para evitar que se la desguace y se la privatice durante los ’90. En esa década más de 27 o 28 empresas que pertenecían al Ministerio de Defensa estuvieron incluidas en el decreto privatizador de Dromi, y desde allí nosotros empezamos a recuperarlas.

APU:
En ese marco, ¿se piensa también un espacio de desarrollo futuro, de nuevos proyectos para Defensa?

AR: Sí, absolutamente. Estamos inaugurando una nueva fábrica de fabricaciones militares, como te decía anteriormente, hay una especialización importante de Tandanor en lo que significa la reparación de buques. Tandanor trabaja muchísimo con el sector privado, además de estar trabajando con el sector público, o reparando barcos que pertenecen a la Armada Argentina. La fábrica argentina de aviones, estamos ampliando la diversidad de su política, estamos con el Pampa III, con el Unasur I, estamos haciéndole algún tipo de partes al proyecto de EMBRAER KC390, que es un avión de carga un poco más chico que los Hércules 630. Tenemos una mirada de ampliar todo lo que significa las distintas prestaciones que están haciendo cada una de esas fábricas. De hecho, en Fray Luis Beltrán también estamos haciendo los chalecos antibalas que, en principio, estamos vendiendo a las fuerzas de seguridad, y nos significó generar una nueva planta de producción.

Servicio militar obligatorio

APU:
En estos últimos días se planteó discusión en torno al Servicio Militar Obligatorio. De hecho, usted se posicionó en contra de esa posibilidad. En simultáneo, en Fútbol para Todos se pasó una propaganda invitando a nuevos reclutas. ¿Cómo analiza ese debate? ¿Cuál es el objetivo de esa publicidad?

AR: Son dos cuestiones distintas. Una cosa es invitar a jóvenes que tengan vocación o interés militar a que se incorporen a las distintas fuerzas. Nosotros hoy tenemos 50.000 efectivos entre oficiales y suboficiales y es una convocatoria natural que estamos haciendo, no para saltar a una gran cantidad de efectivos más, sino para ir manteniendo el nivel de efectivos. Hemos empezado ya con los cursos de capacitación y venimos con una buena performance de ingreso y de inscriptos.

La discusión sobre el Servicio Militar Obligatorio es una discusión que retrasa veinte años. Hace veinte años que la Argentina eliminó el Servicio Militar Obligatorio, en estos veinte años hemos creado una nueva modalidad que es el Servicio Voluntario. Los soldados voluntarios que ingresan cuando tienen 18 años, inexorablemente se tienen que ir de la Fuerza cuando cumplan los 28; lo que sucede es que muchos de ellos cuando pasan un tiempo dentro de la Fuerza terminan incorporándose a alguno de los escalafones permanentes, suboficiales en su mayoría, en algunos casos también oficiales. Eso es una resultante positiva porque significa que todo el esfuerzo presupuestario, de recursos humanos, de personal, logístico, lo que se hace para formar a ese soldado termina redundando en forma positiva, se queda dentro de la Fuerza.

No sucedía lo mismo cuando teníamos el Servicio Militar Obligatorio, donde los pibes que ingresaban lo único que estaban esperando era el día para irse, la baja, y lejos de crear un sentimiento de pertenencia con la Fuerza terminaban más alejados, así que desde el punto de vista de la Defensa sería una involución. Desde el punto de vista de las políticas sociales, creo que las políticas sociales acertadas son aquellas donde el destinatario siente fortalecida su autoestima cuando lleva adelante esa política. Cuando ese ciudadano argentino que está en condiciones de vulnerabilidad siente que el Estado está presente, lo que termina siendo es el fortalecimiento de su propia autoestima. El caso del Plan Progresar, por ejemplo, que significa que un pibe que no tiene trabajo, un pibe que está estudiando, quizás sin que sus padres estén en una condición laboral complicada, no tiene un ingreso suficiente, aparece el Estado para decirle: «bueno, mientras estés buscando trabajo, te sostengo, te doy una ayuda pero quiero que vayas y termines el Plan FINES, termines la escuela secundaria, quiero que vayas y te capacites en un oficio». O al pibe que está estudiando, le dice: «acá tenés una ayuda como para que puedas terminar tu carrera». Los que plantean ahora el Servicio Militar Obligatorio es al contrario, en castigo, es convertir a los cuarteles del Ejército casi en reformatorios.

Lo otro que parece muy singular en este debate es que claramente los que hablan positivamente del Servicio Militar Obligatorio hablan de terceros, no hablan de sus hijos ni de sus nietos. Creo que allí hay una profunda estigmatización, es el tufillo derechoso en esa propuesta, estigmatizando fundamentalmente a los jóvenes. Pero la realidad es que lo que cada argentino, cada mujer, cada hombre, cada padre o madre de un chico que tenga 18 años lo que tiene que plantearse es que si se llega a implementar una norma de estas características, si usted tiene un hijo que no estudia porque no quiere seguir estudiando y que está buscando laburo pero no consigue; va a venir el Estado y cuando cumpla 18 años se lo va a agarrar de las orejas y se lo va a meter un año dentro de un cuartel y se lo va a devolver al año siguiente en la misma situación de estar sin trabajo. Entonces, yo quiero que esa madre o ese padre me diga si quiere eso para su hijo.

Política contra el narcotráfico


APU:
Otra cosa que está en debate es el papel de las Fuerzas Armadas en el marco del narcotráfico. ¿Cuál es su posición al respecto?

AR: La Argentina tiene leyes que son taxativas y que prohíben claramente a las Fuerzas Armadas participar en seguridad interior, ya sea en cuestiones que tengan que ver con el delito común o con el delito organizado. Así que desde el punto de vista de nuestro sistema legal eso está taxativamente prohibido. Si me preguntan mi opinión creo que sería un grave error; en los países en que han involucrado a las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad, hoy tienen un claro debate interno sobre ese involucramiento. A modo de ejemplo, le digo que México ahora está conformando su Gendarmería, y la va a colocar en el marco del Ministerio del Interior, lo que vendría a ser nuestro Ministerio de Seguridad. Y está conformando esa Gendarmería con algunos elementos de las Fuerzas Armadas que estaban involucradas en el combate contra el delito narco, para que las Fuerzas Armadas vuelvan a su actividad principal, que es la política de Defensa.

A favor de nuestro país y a favor de la posición que acabo de dar sobre el involucramiento: en nuestro país existen las Fuerzas de Seguridad intermedias, que son las fuerzas federales «militarizadas», porque han nacido de las Fuerzas Armadas, como Gendarmería, del Ejército y la Prefectura. Lo cual hace que la Argentina tenga una multiplicidad de fuerzas: las policías provinciales más las fuerzas federales. No todos los países tienen esta situación de tener fuerzas federales de seguridad, me parece que con esta multiplicidad de fuerzas que tenemos es un dispositivo más que importante a la hora de abordar cualquier tipo de delito.

APU: ¿Y de la participación en el control de fronteras o en actividades vinculadas a la radarización?

AR: Ahí existen dos cuestiones: la radarización es parte de un operativo que se llama “Escudo Norte”, donde la fuerza aérea tiene la responsabilidad, el manejo de los radares, y toda esa información nosotros la mandamos en forma directa, tal cual nos viene a nosotros, en forma cruda, así se la mandamos a la Fuerza de Seguridad, para que sea la que haga la devolución correspondiente, el análisis correspondiente de esa información. Es una tarea de apoyo, pero no hacemos nada más que eso: una transmisión de datos. Y digo que pasamos los datos de forma neutra y remarco esto porque la definición de inteligencia es que es el cruzamiento, la intersección de dos datos distintos, de dos fuentes distintas para sacar una conclusión. Y eso nosotros no lo hacemos, eso lo hace la Fuerza de Seguridad en todo caso, porque si no, nosotros estaríamos haciendo inteligencia interior.

La disputa electoral

APU: Por último, le quiero preguntar sobre el escenario político de cara al 2015. ¿Cómo analiza la situación, cómo ve a los posibles candidatos del kirchnerismo?

AR: Nosotros vamos a ir a las elecciones del 2015 sin nuestra principal candidata en condiciones de competir. El impedimento constitucional de que Cristina pueda ser reelecta hace que el Frente para la Victoria no compita con quien es su dirigente con mayor potencialidad electoral. Ahora, Cristina no es solamente eso sino que es quien lidera este espacio y quien lo totaliza, entonces es absolutamente lógico que a partir de que no sea ella candidata aparezcan una cantidad de candidaturas que reflejen y representen parcialidades. La que totaliza en esta circunstancia no puede ser candidata. ¿Si me parece bien o mal que haya varios candidatos? Creo que es un signo de salud, es un signo de vitalidad en nuestro espacio político. Los problemas de los espacios políticos se dan cuando no hay nadie que quiera representarlos, porque auguran un destino electoral complicado. No es nuestro caso.

Me parece que el escenario electoral está adelantado, que falta mucho para el 2015 todavía, estamos más cerca del octubre que pasó que del octubre que viene, y me parece que hay tiempo como para adelantar cualquier tipo de decisión,
o al menos esa es mi valoración y este es mi caso. Así que, desde el punto de vista personal, voy a tomarme un tiempo para concretar algún tipo de decisión, sobre todo con una decisión tan importante como la de imaginarse ser candidato a presidente o precandidato a presidente. Además, entiendo que la política es una construcción colectiva, que debe ser reflexionada junto a compañeros dirigentes de todo el país. Sin desmedro de esto, mi energía política va a estar puesta en que en el año 2015 la presidenta le coloque la banda de presidente a un compañero que garantice la continuidad del rumbo empezado el 25 de mayo de 2003. Por eso digo que si soy candidato no voy a ser candidato con «c», voy a ser candidato con «k».

APU: ¿Esto le parece que se va a resolver en las próximas PASO?

AR: Sí, creo que el mecanismo de las PASO va a ser el mecanismo que va a terminar resolviendo quién es el candidato por el Frente para la Victoria.

APU: ¿Cómo analiza a la oposición?

AR: Sería bueno que se realice también un debate de ideas, que haya un debate ideológico antes o paralelamente al debate de las candidaturas y que se re-signifiquen las palabras. Yo escucho muchos opositores hablar de fin de ciclo y yo quisiera preguntar qué es fin de ciclo, qué significa fin de ciclo: que se va a eliminar la Asignación Universal por Hijo, que se va a reprivatizar el sistema de jubilaciones y pensiones, que se va a reprivatizar Aerolíneas Argentinas. Si todo esto no se hace, bueno, entonces en realidad no hay fin de ciclo porque las políticas más importantes que se llevaron adelante durante todo este tiempo, durante estos doce años, van a estar vigentes. Pero con esto digo que me parece que lo peor que le puede pasar a la Argentina es tener un debate en los próximos meses, un debate donde discutamos las personas o los posicionamientos y no discutamos el sistema de ideas.

Nosotros tenemos hoy la desocupación más baja de los últimos años, seis y medio, siete por ciento, hemos creado seis millones de puestos de trabajo.
Ahora, en la próxima década para que sigamos manteniendo la desocupación con estos indicadores hay que crear seis millones de puestos de trabajo nuevos. Entonces, sería bueno que se discuta o se debata en la Argentina cómo se va a hacer para generar esos seis millones de puestos de trabajo, porque nosotros sabemos cómo lo hicimos, nosotros lo hicimos estimulando la demanda agregada. ¿Qué significa estimular la demanda agregada? Que tengamos un mercado interno fuerte producto de que haya un aumento claro del consumo. ¿Y cómo estimulamos la demanda agregada? Con la AUH, con la inclusión jubilatoria gracias a la cual tenemos más del 96% de los adultos mayores incluidos dentro del sistema jubilatorio, más del 50% de los hogares de adultos mayores con dos ingresos jubilatorios, con dos ingresos provisionales. Lo hicimos con los seis millones de puestos de trabajo y con paritarias libres que permitieron la recuperación del poder adquisitivo o el salario durante todo este tiempo; o ahora el Plan ProCreAr. Y eso nos permitió tener una demanda agregada constante y creciente, que tuvo que estar resuelta por una oferta y esa oferta generó mayor producción de bienes y servicios, y esa mayor producción de bienes y servicios generó trabajo. Y ese fue el círculo virtuoso, distorsionado por algunos que en lugar de generar más oferta, aumentaron los precios individuales y que generaron las situaciones de aumento de precios que hemos tenido y tenemos en determinadas circunstancias. Ese es un debate que hay que sostener y que hay que llevar adelante. Me parece que el debate político, el debate electoral en la Argentina, tiene que estar acompañado con un debate ideológico. Ya tuvimos un presidente que alguna vez nos dijo que si decía la verdad de lo que iba a hacer, no lo votaba nadie. Entonces me parece que los argentinos son los que deben exigir a todos aquellos que aspiren a ser protagonistas en el 2015 definiciones sobre esta cuestión.

APU: La Presidenta, en sus últimos discursos, ha señalado que es necesario «ir por lo que falta». ¿Cuáles son esas demandas que el Estado debe enfrentar?

AR: Lo que significa esa frase es que hay que profundizar. Los debates pendientes que puede llegar a tener la Argentina se resuelven profundizando el modelo que llevamos adelante. Hay una trampa: la trampa es que nos quieran robar el pasado, no quieren que hablemos más de lo que fueron los diez años, doce años de gestión, intentan construir un discurso diciendo que estamos igual al 2003. Nosotros vamos a lograr lo que hace falta consolidando lo que tenemos, y ese es el debate que debemos dar. Para consolidar lo que tenemos, tenemos que plantearnos claramente los objetivos de qué es lo que hace falta. Para eso hay que profundizar la sustitución de importaciones, hay que mejorar lo que significa profundizar el perfil industrial de la Argentina, hay que seguir adelante con la política de soberanía energética para que tengamos en los próximos años autoabastecimiento energético, tenemos que mejorar lo que significa profundizar la lucha contra el trabajo en negro para tener mayor cantidad de empleo genuino. Pero mí mirada va en el sentido de una profundización del modelo, sin ninguna duda.


Agencia Paco Urondo

Enlace permanente a este artículo: http://ellibertadorenlinea.com.ar/2014/05/21/vamos-a-lograr-lo-que-faltaba-consolidando-lo-que-tenemos/