Laura Chinchilla Miranda nació el 28 de marzo de 1959, en San José; estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica y cursó un máster en Políticas Públicas de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos.
Chinchilla trabaja desde 1990 como consultora en América Latina y África para distintos organismos internacionales en el ámbito de reforma institucional, judicial y de seguridad pública.
La costarricense, que concurrió por primera vez a unas elecciones, ha tenido una activa vida pública: fue diputada, viceministra y
ministra de Justicia, así como, vicepresidenta de la República; este último cargo lo ocupó de mayo de 2006 a octubre de 2008, durante el mandato del también socialdemócrata Óscar Arias Sánchez.
Renunció a la vicepresidencia para iniciar su campaña proselitista y aspirar a la candidatura presidencial, que ganó con amplia ventaja sobre sus contendientes, Johnny Araya, alcalde de San José, y el ex ministro de Seguridad, Fernando Berrocal.
Chinchilla obtuvo el 46.7% de los votos, casi el doble de los que recibieron sus dos contendientes inmediatos, de los partidos
Acción Ciudadana y del Movimiento Libertario (25.1% y 20.8%) respectivamente.
CON CUOTAS DE GENERO
La presidenta electa de Costa Rica, que prometió convertir a ese país en el ?primer país desarrollado? de la región, llega a este
cargo luego de que en 1996 se aprobó y entró en vigor en ese país la ley de cuotas de género, que establece que las mujeres deben tener un mínimo del 40% de participación en
cargos de elección popular.
Antes de esta acción, que se aplica en 11 de 18 países de América Latina, en 1991 la
participación de las costarricenses en el
Congreso era de 12.3%, porcentaje que
aumentó paulatinamente hasta que en 2008 se situó en 36.8%.
El Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo indica que Costa Rica es el tercer
país de América Latina con mayor participación femenina en el Congreso.
DESAFIOS DE LA HORA
La presidenta electa considera que el siglo XXI, lejos de ser el siglo de la equidad de género, se caracteriza por «enormes
desafíos» pendientes en esta materia, no sólo en participación política sino y «sobre todo, en el acceso a los derechos económicos y laborales», según declaró a la emisora colombiana Radio Caracol.
Al respecto, Chinchilla recordó que «la pobreza en América Latina tiene rostro de mujer». A su juicio, Costa Rica ?va por el buen camino», no obstante lo cual es preciso reconocer que el combate a la pobreza, al igual que la equidad de género, representa un desafío, ya que un 20% de las familias costarricenses están en esa situación.
Otros de los temas destacados por la
presidenta electa como preocupantes son el clima de violencia y la seguridad ciudadana. ?La lucha será muy dura, y tendrá que elevarse al más alto nivel de la Presidencia de la República para poder ganarla, con mucha valentía, mucha firmeza y mucha determinación», afirmó Chinchilla.
Costa Rica, que no tiene ejército y se ha mantenido ajena a la oleada de conflictos civiles que durante la guerra fría golpeó a sus vecinos, es un país conocido por su estabilidad política y sus bajos índices de criminalidad. Sin embargo, en los últimos años, se ha convertido en zona de paso de la droga de México.
Ley
Laura Chinchilla se comprometió a no traicionar la confianza del pueblo costarricense.