Por Clara Razu
Balance a 6 meses del gobierno de Macri
En mayo de este año, las mayores exportaciones de trigo, maíz, aceite de soja y girasol mejoraron la balanza comercial, (exportaciones de mercancías menos importaciones de mercancías), el aumento fue de 106% por lo que el superávit comercial llegó a 350 millones de dólares, cuando en el mismo período del año pasado había sido deficitario en 769 millones de dólares.
Consideremos que es un dato positivo aunque en términos de empleo, “no mueve el amperímetro”, ya que se tratan de “commodities”, bienes primarios.
Sin embargo ésta mejora, esconde el descenso de las exportaciones industriales, que tienen mayor valor agregado o sea mayor contribución de los servicios de los factores productivos, entre ellos el empleo.
También cayeron las importaciones de insumos y energía, y este hecho es consecuencia de la caída de la producción industrial, en un 6,7 % con respecto a igual período del año anterior. La caída de la producción industrial viene acompañada de una reducción del empleo y de los ingresos de los trabajadores producto de los despidos y las suspensiones. Esto trae como consecuencia una disminución en la demanda de bienes y servicios que afecta también a los sectores comerciales. Las medidas económicas aplicadas, como los aumentos de tarifas, redujeron la capacidad de compra de muchas familias que se vieron obligadas a cambiar los hábitos de consumo. En tanto, el Ministro de Energía, dice que están aprendiendo sobre la marcha, después de promocionarse como el mejor equipo de los últimos 50 años. Esto se agrava para quienes perdieron su empleo o carecen de ingresos y se ven obligados a vender sus pertenencias para poder comer. Se multiplican a lo largo y a lo ancho del país “las ferias de usado” y clubes de trueque.
Las medidas de actualización del seguro de desempleo y devolución del IVA para los sectores de menores ingresos, parecen ante este cuadro de situación un chiste perverso. En primer lugar todavía no fue actualizado el importe del seguro de desempleo (sigue siendo de $400, frente a los $3000 anunciados por el gobierno).
En segundo término la devolución del IVA se limitaría a $300, de las compras hechas con tarjeta de débito, en locales habilitados con ese servicio, y además se concretaría en 6 cuotas.
Las pensiones a la vejez, que son tratadas en la ley de “reparación previsional” que será aprobada en el Senado esta semana (nada hace preveer lo contrario), solo contemplan el 80% de una jubilación mínima ($3900 a montos de hoy), y además no se heredan, ya que no se contemplan como derecho. O sea si fallece un beneficiario, su cónyuge o concubino no tiene derecho al cobro de este haber. En estos seis meses de gobierno, las jubilaciones y pensiones fueron las que más poder adquisitivo perdieron, y su actualización es en septiembre a través de un índice devaluado, ya que depende de la recaudación impositiva disminuida por la caída de la actividad económica y la eliminación de las retenciones.
Crece el hambre, se multiplican las personas que comen en comedores, y en este cambalache, Prat Gay viaja a EE. UU en busca de inversiones. Lo hace en el mismo avión que Hernán Arbizu, que viaja a declarar al mismo país por la causa del J. P. Morgan, institución financiera en la que trabajo Prat Gay. Esta semana la calificadora de riesgo Standard &Poor´s elevó la calificación del riesgo de invertir en Argentina. En estos meses aumentó también la fuga de capitales de la mano de las medidas de flexibilización del “cepo cambiario” y de la bicicleta financiera creada por el Banco Central de la República Argentina a partir de las LEBAC. Claro que a la hora de invertir en nuestro país, ¿se fijarán los inversores que el Presidente del Banco de la Nación Argentina, sólo “repatriará una parte de su patrimonio”?
Ésto solo es una parte del balance de estos 6 meses, la luz al final del túnel, se acerca…es un tren que nos arrolla.
(*) Clara Razu
Lic. en Economía. Docente. Colaboradora de La Nave de la Comunicación.
