Por Diego Olivera Evia
Luego de una década y media de proyectos progresistas en América Latina, surgen nuevos golpes de estados palaciegos, los derrocamientos por la mayoría de los congresos en Hondura y Paraguay, de los presidente Zelaya y Lugo, apuntaban a nuevos mecanismos de desestabilización, la urgencia de EEUU por controlar “su patio trasero”, para poder apropiarse de los mercados regionales y lograr expandir los tratados de Libre Comercio, los acuerdos del pacifico y adquirir nuevamente el control del petróleo venezolano. Las nueva acciones de la derecha en el marco continental, lograron el triunfo de Mauricio Macri en Argentina, volviendo al modelo neoliberal, el despido de miles de argentinos, de ajustes macroeconómicos, marcaban el retorno a las décadas perdidas de finales del Siglo XX.
Posteriormente en triunfo en la elecciones a la Asamblea Nacional (AN) de la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), por la mayoría de diputados, fortaleció la guerra económica y la crisis, al mejor estilo del golpe de Chile, contra el asesinado presidente Salvador Allende, el control de los alimentos por mafias organizadas, han logrado crear incertidumbre en sectores bolivarianos, en las elecciones del 6 de Diciembre 2015, generando la primera derrota en más de 15 años de revolución bolivariana. Esta realidad marco el recrudecimiento de la violencia, las bandas paramilitares y la escasez de alimentos, los sobreprecios, las colas organizadas por mafias en los supermercados, esta realidad impulsada por la burguesía venezolana, apuesta a la toma y saqueo de supermercados, para crear la imagen de un nuevo “Caracazo”, como ocurrió de manera espontánea en la capital, contra la medidas neoliberales de expresidente y fallecido Carlos Andrés Pérez, esta nueva realidad social y económica, ha sido organizada en el marco de la guerra de cuarta generación, donde la crisis del barril del petróleo de 100 a menos de 20 dólares, como la crisis productiva, ha conformado una crisis endógena y exógena, que ha afectado la sociedad y la economía en su conjunto.
Parte de esta nueva realidad es la crisis en Brasil y la destitución por 180 días de la presidenta Dilma Russel, acusada por el senado brasileño de corrupción y sometida a un juicio, también es parte de una ofensiva imperial, ejemplo de esta realidad cuando el juicio político contra Dilma era solo una iniciativa que aún debía ser aprobada por el Congreso de Brasil, el entonces vicepresidente Michel Temer ya ensayaba su primer discurso como presidente interino, consciente de la traición y de su posibilidad de derrocar a la presidenta. Pero también datos de documentos desclasificados de EEUU, dejaban claramente establecidos los vínculos Temer con la CIA, donde se mostraban informes de este ciudadano, contra el gobierno de Lula, en el marco de la Alianzas del PT y el PMDB, un conglomerado de clases sociales, un partido de centroizquierda y al partido mayoritario del Brasil, con mayoría de diputados y senadores, esta unión llego al fin cuando la burguesía, padres de la corrupción en Petrobras, acusaba a Dilma de sus males y calumnias.
Estas realidades también condicen con las agresiones a Bolivia y Ecuador, que son consideradas por EEUU, como naciones a ser intervenidas y desplazadas por las derechas de estas naciones, viendo al presidente Evo Morales y Rafael Correa como enemigos del modelo neoliberal, además exitosos en sus modelos económicos en la Pluralidad y en la revolución ciudadana, teniendo mayorías en los congresos de estas naciones, pero igualmente afectados por conspiraciones de EEUU, para derrocar a ambos mandatarios y volver al obscurantismo del neoliberalismo.
Uribe propone una intervención armada en Venezuela
Ante este breve análisis de la nuevas realidades en 2015 y 2016, donde varios gobiernos progresistas han sido desestabilizados, por la derechas internas y la intervenciones de EEUU en nuestro continente. Una peligrosa intervención armada de ejércitos extranjeros, apuestan al derrocamiento del presidente constitucional Nicolás Maduro, desde la Organización Estados Americanos (OEA) donde el Secretario de la misma Luis Almagro, llamando a aplicación de la Carta Democrática. Para lograr una intervención militar, con la anuencia del presidente Barak Obama, y con la disposición de la Base Militar de EEUU en Honduras, dispuesta a una invasión al estilo de Panamá, República Dominicana, Granda o Haití, violando la soberanía de Venezuela, además de los acuerdos internacionales de la ONU, tantas veces violados en intervenciones militares de EEUU y la OTAN.
En este marco de agresión imperial y derechista, surgen nueva declaraciones desde Colombia, donde el expresidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, exhortó “a la intervención de Venezuela por parte de ejércitos extranjeros”, ante esta obscenidad la integrante de colombianos por la Paz, Piedad Córdoba, le respondió a través de Twitter: “Qué fácil es pedir una guerra con hijos ajenos”. A lo que agrego “Se imaginan si Uribe hubiera iniciado una guerra con Venezuela, ¿cómo estaríamos ahora? Qué fácil es pedir una guerra con hijos ajenos!!”, escribió la activista colombiana por los derechos Humanos en su cuenta –
El enemigo de la paz,. como es considerado el senador Uribe en Colombia, tu
o el descaro de manifestar al final de su gobierno, que a “él le quedó faltando tiempo una intervención militar en Venezuela”, a lo que agrego en declaraciones desde Miami que “fuerzas armadas democráticas sean puestas al servicio de la oposición en Venezuela”.
Ante estos hechos el gobierno declar
A través del jefe del Estado venezolano, Nicolás Maduro Moros, firmó este viernes un nuevo Decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica, que incluye medidas especiales para enfrentar las amenazas internacionales que existen sobre el país, con apoyo de la derecha nacional.
A la vez declaro a la prensa internacional que “no cabe duda que este nefastos agente (Uribe) actúa como parte del libreto preconcebido, desarrollado por potencias del poder capitalista mundial, con el lamentable apoyo de grupo internos, que pretenden socavar la institucionalidad del estado para promover la desestabilización, el caos y la anarquía en su macabro plan para derrocar al gobierno legítimamente constituido, dando al traste con los logros alcanzados por la Revolución Bolivariana en materia de reivindicaciones sociales y consecuentemente apoderándose de las riquezas nacionales”..
Indudablemente esta nueva realidad de Venezuela, presionada por EEUU y las derechas, son parte de una escalada continental, pero la reservas de petróleo de Venezuela, son el ojo de la tormenta, para poder controlar no solo a esta nación, sino poner condiciones al resto de Latinoamérica, para volver a ser subyugados por la bota militar imperialista.
