VILMA PINTOS, UN LEGADO DE TRABAJO Y AMOR AL PRÓJIMO




Hoy, se conmemora el Día Internacional de la Enfermería o Día Internacional del Enfermero, recordando el nacimiento de Florence Nightingale y celebrando también las contribuciones de los trabajadores de la salud a la sociedad.
vilma pintos

Como ocurre en cada fecha especial de salud, queremos hacer llegar nuestro afectuoso saludo al personal de enfermería del sistema público y privado de salud de Misiones. En esta oportunidad, los homenajearemos a través de la historia de vida de Vilma Pintos, quien fue por más de 40 años enfermera en el sistema público provincial marcando un legado de trabajo y amor al prójimo.

Vilma nació en las Breñas- Chaco el 14 de noviembre 1952, “nací en una familia numerosa donde mi mamá y papá era gente del campo y muy trabajadora, mis padres fueron para nosotros el ejemplo de trabajo, justicia, buenos valores; pero por sobre todo nos enseñaron a mi y mis hermanos el amor hacia todo los seres vivientes, la bondad, el valor de la palabra como emblema de verdad; honor y justicia caracterizaron al apellido de nuestra familia. Así también el respeto a todas las personas sin importar rango, estudios o condición social”.

La vocación de ser enfermera nació por su papá, quien fue enfermero y le inculco los principales valores que marcaron su vida y su profesión. “Siempre admire profundamente a mi padre por ser un hombre justo y coherente. Las primeras experiencias de mi padre como enfermero fue prestando servicio en el ejercito, mi padre estudio enfermería por correspondencia, a la vez que realizaba varios trabajos siempre con el afán de progresar y salir adelante”.

Durante toda la entrevista Vilma recalca los valores de su padre los cuales le llevaron abrazar la profesión entre ellos su necesidad de superarse y el amor al prójimo “mi papá termina el sexto grado y eso le permitió conseguir un trabajo estable en el puesto sanitario de Pampa Ypora Guazu a 40 km de las Breñas – Chaco”. A pesar de que este trabajo lo mantuvo alejado de su familia “el amor y la entrega al prójimo fue superior, en la salita que tanto amo y por la que tanto hizo, además fue el lugar donde se jubilo siendo recordado, admirado por todos los pobladores del lugar”;y agregó “a otra persona que me gustaría recordar es a una colega de mi papá, la enfermera Dora Carballo que no solo guió y ayudó a mi padre, sino que también me ayudó a hacerme camino y para poder iniciarme en esta hermosa profesión, donde siempre tuve el apoyo incondicional de mi familia para que pueda llegar a ser una profesional”.


Su amor a los más vulnerables


“En un momento puntual de mi carrera me ocupe en cuerpo y alma a los quemados, me preocupe tanto de mejorar su condición de salud, como así también que estén en condiciones óptimas para tratarlos y acondicionar una sala especial para que estén cómodos que puedan tener una buena calidad de vida en la salud. Siempre me ocupe con amor de mis pacientes no es suficiente solo el conocimiento también, es importante tener bondad”,
comentó la enfermera.

La Enfermería una labor en la que constantemente las emociones y el temple son puestos a prueba. Para los enfermeros y enfermeras, una sonrisa, un gracias o simplemente una mirada son el aliciente de la labor cumplida a su extenuante jornada laboral.

Su trayectoria…

“En Salud Pública me inicie en el Periférico 19 de la Zona Oeste Villa Cabello donde me desempeñe mucho tiempo para pasar posteriormente al Hospital Oeste actual Dr. René Favaloro después pase a Cirugía General del Hospital Madariaga y tuve la jefatura del Servicio”, dijo la profesional

La enfermera con 40 años de trayectoria brindo sus servicios en terapia intensiva, en el área de obstetricia ginecóloga en la maternidad del viejo hospital Madariaga, en unidad coronaria y “además durante 5 años estuve a cargo del Servicio de la Guardia de Emergencia de Madariaga ocupe cargos jerárquicos, y también incursione en docencia e investigación sin perder de vistas dos cosas dar todo por la gente que mas lo necesita, trabajar con bondad y justicia”.

“El camino que elegí me permitió dar y recibir amor, pero sobre todo la alegría de dar de curar de ayudar mejorar y cuidar la vida el regalo mas hermoso junto con el amor que recibimos de Dios,me inicie en la escuela de enfermería en donde aprobé todas las materias de primero y segundo año”.

Por razones de fuerza mayo Vilma deja la carrera de enfermera y 20 años más tarde vuelve retomar graduándose como enfermera universitaria en la Universidad Nacional de Misiones. “Durante mis años de servicios siempre me preocupe por estudiar y capacitarme constantemente hasta ahora lo sigo haciendo, y también me encanta incentivar a otros a formarse”. En este sentido Vilma Pinto participo de un intercambio »Inter-Campus’ ‘en España Cantabria “estuve en todos los Centros Sanitarios con representantes de Latino América y en los últimos 3 años de mi carrera trabaje en facturación y auditorias de las Historias Clínicas del Área de Enfermería, en Resonancia, Capacitación Permanente, de lo que me siento orgullosa y lo más importante de mi carrera es de mi trabajo y la participación con el Equipo del Programa Hospitalario de Prevención Cardiovascular del Hospital Dr. René Favaloro de Villa Cabello”.

“A mis 40 años de servicios me siento orgullosa y honrada por mi elección de vida porque mi profesión es eso para mi, mi vida, que esta llena de alegrías de recuerdos pero sobre todo de amor. Porque a lo largo de mi historial laboral soy querida y reconocida y no dejo de recibir halagos y muestras de afectos por parte de mis compañeros”.

Recogiendo frutos

Al jubilarse a Vilma Pintos sus compañeros y directivos del hospital Rene Favaloro de Villa Cabello le hicieron un emotivo acto de despedida “ me pusieron una alfombra roja para que entrara como una reina y además me regalaron un anillo como símbolo de compromiso para seguir colaborando en lo que ellos necesiten. Especialmente en lo que me gusta hacer docencia y capacitación; lo más importante, el premio y el honor más grande que me lleve de mis compañeros es que en mi despedida me hicieron sentir como una heroína, y el otro premio grande que me lleve es cuando te abrazan en agradecimiento por haberlos curado o te dan un beso, o un apretón de manos con afecto y cariño son muestras de amor”.

“Lo más sencillo es lo más importante y simple como la vida, es un milagro pero tenemos que merecerla, que honrarla, ya soy abuela con cinco hijos , cuatro nietos mi familia, mi trabajo que más que un trabajo es mi pasión, y misión de amor en la vida….”y para finalizar la profesional expreso que “estas dos cosas marcaron mi historia con orgullo y satisfacción estoy contenta con el camino recorrido y el mensaje que quiero dejar es que los sueños se cumplen ,yo hice realidad el mío. Ama a todos por igual, ríe se feliz derrama bondad a lo que quieras y feliz día a todos los enfermeros”, finalizó Vilma.

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