por Julio Moyano
Ocurrió el lunes pasado. Frente al monumento del Gral José de San Martín, una muchedumbre se dio cita para manifestar su indignación ante el descomunal aumento de la tarifa de energía eléctrica domiciliaria. Cargaron todas las culpas sobre Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (EMSA) la empresa que tiene a su cargo la compra y generación de energía eléctrica y distribución a los usuarios finales. Olvidaron algunos pequeños grandes detalles.
Los indignados se cuidaron durante la manifestación de no aparecer ligados a ningún partido político. Son los «apolíticos» y además patrones de los funcionarios estatales, a los que consideran sus empleados ya que ellos pagan sus impuestos. Nada nuevo bajo el sol a la hora de definirse como integrantes de la «bendita clase media». Se diría que allí estaba parte de la pequeña burguesía posadeña, que días antes habían criticado duramente a los trabajadores estatales, nucleados en ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) por estar movilizados en un paro nacional ante el aluvión de medidas dictadas por los famosos DNU, (Decretos de Necedad y Urgencia) provenientes de la Casa Rosada, que han castigado como pocas veces se vio a la gran mayoría del pueblo argentino.
Estos indignados arremetían con sus odios de la famosa «clase mierda», esa que califica a los morochos, a los K, a los zurdos, a los ateos, a los que no son «como uno».
Hubo mención al fallecido obispo emérito Joaquín Piña que al decir de un disertante «nos está cuidando desde el cielo». También indignados discursos sobre lo que ha representado Yacyretá para los posadeños y el porque los misioneros deben pagar tan elevadas tarifas de electricidad.
La indignación corría en paralelo con las intenciones del conglomerado político de Cambiemos que buscan la privatización de EMSA.
La desmemoria de la asistencia se profundizaba con el transcurrir de los minutos. Porque nadie de los que oficiaban de disertantes mencionaba las causas de tamaño tarifazo. Nadie mencionó que estas medidas son consecuencia del quite de subsidios por parte del gobierno nacional. Este cronista estuvo tentado de preguntar si entre los asistentes se encontraban algunos que hayan votado por el cambio propuesto por Mauricio Macri. Daba la sensación que una amplia mayoría lo hizo.
De pronto alguien alertó que el Secretario de Hacienda, Adolfo Safrán estaba participando en un programa que se emitía por el estatal canal 12. Con una furia desenfrenada cruzaron la calle Rioja y entraron de prepo a las instalaciones del canal que se vio obligado a cesar la transmisión del programa periodístico que iba en vivo.
La bronca fogoneada desde las redes sociales iba rindiendo sus frutos. Todos enojados pero nadie pensando. El odio impide pensar y pensar a veces es demasiado subversivo en la tierra de color carmesí. No vaya a ser cuestión que se pueda llegar a entender la jugada de la desmemoria. No por nada se encontraban presentes algunos connotados dirigentes macriradicales, disfrazados de usuarios.
La quita de subsidios beneficia a CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) que administra el mercado eléctrico mayorista desde el mismísimo momento en que Carlos Menem, presidente de la Nación de entonces, privatizara el servicio.
CAMMESA impone las tarifas a los estados provinciales. Pero nadie de los presentes la mencionó. Es que el juego de la desmemoria consiste en alborotar la tranquilidad misionera mientras tanto se maniobra para buscar la intervención de EMSA, como sea.
En esta instancia los desmemoriados se enojan con la gestión provincial. Es que estamos volviendo a tropezar con la misma piedra: el neoliberalismo de los años 90.
Un poco de memoria
Corría el año 1992. Con la firma de Carlos S. Menem y Domingo F. Cavallo se instruía el Decreto 1174/92 y de esa manera se privatizaba el Sistema de Transmisión Asociado con Yacyretá.
Hubo llamado a licitación internacional para la construcción, operación y mantenimiento de la primera vinculación eléctrica en 500 kV entre la Central Hidroeléctrica Yacyretá (en la provincia de Corrientes) y la Estación Transformadora Resistencia (en la provincia del Chaco).
Fue el primer vínculo con el Sistema Interconectado Nacional en 500 kV de la Argentina.
El 15 de diciembre de 1992, firman el contrato para la construcción del electroducto, el representante del Poder Ejecutivo Nacional, Carlos Manuel Bastos, ingeniero cordobés, Secretario de Estado de Energía, Obras Públicas y Comunicaciones, autor de la privatización de SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires), Gas del Estado y el principal responsable de paralizar la construcción de central Atómica Atucha II, desde el lado de la empresa ganadora de la licitación rubricó Miguel Antonio Beruto, representante de la empresa YACYLEC S.A.
Cabe destacar que una de las partes que conformaban la UTE (Unión Transitoria de Empresas) YACYLEC esta SIDECO, la empresa de la familia Macri, que por esas casualidades del destino uno de sus integrantes oficia de presidente de la Nación Argentina.
El presidente hasta el 1° de marzo, controlaba el 5% de YACYLEC, la compañía que transporta la energía producida por Yacyretá. Cedió sus acciones a SIDECO Americana, la empresa que dirige su papá Franco.
Digamos que es un pequeño ahorro del ex presidente de Boca Juniors. La suma es de un millón de pesos, apenas una porción de los 60 millones de pesos argentos mas dos millones de la moneda verde, según declaró el año pasado ante la Oficina Anticorrupción
El traspaso de acciones lo hizo mediante el Boletín Oficial, el mismo día que pronunció su discurso ante el Congreso de la Nación y habló de la pesada herencia recibida del gobierno anterior.
Para aventar tanto olvido es bueno refrescar algunos datos sobre las empresas de la familia Macri. Empresas que se vieron beneficiadas cuando el Proceso de Desorganización Nacional, instaurado el 24 de Marzo de 1976, socializó la deuda privada de esta empresa como muchas otras, sobre las espaldas del pueblo argentino. La maldita deuda externa que tanto atraso trajo al país con tanto control del FMI hasta que el ex presidente Nestor Kirchner, desendeudara una parte mas que importante de tanta estafa. Y por esas casualidades es que el actual presidente, beneficiado por el «socialismo castrense» de entonces quiera volver a endeudar el país. Es parte del juego de la desmemoria. Quizás algunos de los indignados posadeños de la plaza del lunes ignorasen que la empresa SIDECO se vio beneficiada con la construcción del puente internacional Posadas – Encarnación o los mil quilómetros de rutas cobrando peaje desde los años 90.
