Por José Raúl Heredia
“Nada se ha visto más ridículo desde que Calígula nombró cónsul a su caballo” (anónimo, tomado de la Web)
Como muchos argentinos, he visto la imagen del perro Balcarce del Presidente Macri sentado en el sillón presidencial. No he podido dejar de memorar enseguida a Incitatus, el caballo de Calígula más allá de las dudas que la historia de este refleja. Claro, son dos animales –tratados muy humanamente- diferentes, dos épocas distintas y dos cargos distintos. Aquel era Emperador y la Constitución de Argentina no prevé este cargo. Aunque sí el de senador. Balcarce no ha sido designado tal y nadie lo ha propuesto; a todo evento, recuerdo que para ello se requiere integrar una lista partidaria y ser elegido como el resto de los legisladores al Congreso. Creo que aun así no estaría habilitado.
Tal como su dueño lo ha hecho notar “Es el primer perro de la historia argentina que llega a ese lugar”; es del todo cierto. Por las dudas, hay que aclarar que no ha llegado allí por elección popular. Cabe recordar que Incitatus, por su lado, fue declarado Cónsul de Roma, el único caballo en ostentar tan elevada dignidad.
Calígula llenó de joyas a su caballo -el caballo más rico y famoso de la historia- y hasta, se ha dicho, le consiguió como esposa a una bella mujer. Aunque le costó la suya a Calígula –afirman que “su delirio le llevó a ser asesinado por la guardia pretoriana en el año 41”- Incitatus tuvo una buena vida: un gran palacio con numerosos jardines, los cuales estaban también provistos de sirvientes para su cuidado.
Vendrá bien tener en cuenta lo que puede leerse en Wikipedia: “Este hecho ha sido tradicionalmente interpretado como fruto de la demencia del emperador, pero lo cierto es que la actitud servilista y pusilánime de los senadores del reinado de Calígula bien pudiera haber influido en dicho nombramiento, volviéndolo un hecho irónico que denotaría el sarcástico desprecio de Calígula hacia las instituciones públicas del Imperio”.
Aclaro que tengo gran simpatía por caballos y perros. Y que deseo que Balcarce tenga una larga y continua buena vida. Eso sí, preferiría que a nadie se le ocurriera llamar al Sillón de Rivadavia “el Sillón de Balcarce”.
* José Raúl Heredia – Ex Diputado (PJ) 1991-1995. Ex Convencional Constituyente (PJ), 1994 (En la Provincia del Chubut)
