Por Silvia Torres
El macrismo, a través de la centena de medios hegemónicos porteños que conforman su aparato comunicacional, salió a victimizarse en virtud de la información vertida por el Frente para la Victoria, con vistas al balotaje del próximo 22 de noviembre. El paralelismo con el proyecto de Martínez de Hoz y con las políticas de los ‘90.
El macrismo salió a victimizarse luego de que el Frente para la Victoria realizó un paralelismo entre el proyecto de Martínez de Hoz, el paradigmático ministro de Economía de la dictadura genocida, y las propuestas vertidas públicamente por Mauricio Macri, durante toda su carrera política. “Quieren provocar miedo en la población”, salieron a vociferar los comunicadores de los medios hegemónicos porteños, como reacción ante un trabajo periodístico impecable, mediante el cual se demuestra cuál es la verdad de lo que propone Cambiemos, para el país.
La larga lista de coincidencias en la línea política que viene repitiéndose históricamente en la Argentina, que tuvo su expresión con el mencionado ministro de Economía de la dictadura, continuó con el menemismo, el delarruismo, el duhaldismo y que hoy tiene como principal exponente a Macri, comprende los siguientes puntos:
1) Devaluación de la moneda.
2) Reducción de la presión impositiva.
3) Endeudamiento externo.
4) Retracción del “gasto público”. (Recuérdense los descuentos del 13 % a jubilados y agentes del Estado, operados por la actual diputada Bullrrich, una de las principales espadas del macrismo y las privatizaciones, con su impacto en el despido de millones de trabajadores).
5) Liberación de las variables del mercado.
6) Eliminación de los controles y la administración del mercado externo. (La liberación de las exportaciones implicaría la no percepción de retenciones y aranceles, en tanto que liberar las importaciones provocaría el ingreso de mercadería a precio dumping, con impacto destructivo sobre la industria nacional).
7) Congelamiento de salarios y jubilaciones, sobre los que también se aplicaron diversos descuentos en el orden provincial, (el IETE) y el mencionado descuento del 13 %.
8) Elevación de la edad jubilatoria.
9) Eliminación de los subsidios al gas, la electricidad y los combustibles líquidos, con impacto directo sobre la economía familiar, industrial y del transporte de pasajeros y de carga para pequeños y medianos productores. Es una retracción de 150 mil millones de pesos en los bolsillos de los ciudadanos.
Estas variables económicas fueron aplicadas con mayor o menor intensidad durante los períodos mencionados y forman parte de las baterías de declaraciones vertidas por Macri y por la flor y nata de sus estrechos colaboradores, en tanto la electa gobernadora de la provincia de Buenos Aires guarda en el más absoluto secreto las primeras medidas que tomará, pero fue inevitable la filtración de algunos datos reveladores: Endeudamiento externo; ajuste en Educación, incluido la eliminación de programas de fomento e inclusión, para achicar la planta de docentes; la designación de un ministro de Agricultura ligado a Monsanto; retracción de las políticas sociales que sostienen la inclusión y las inversiones en obra pública.
Es por demás ilustrativo agregar además que, entre el candidato del FpV, Daniel Scioli y Macri, se destacan, entre tantas otras, las siguientes diferencias:
1) El manejo de la deuda en sus respectivos distritos:
Scioli: En el 2007 era de 12 % del PBG y descendió, en el 2015 a 7,6 % del PBG
Macri: En el 2007 era de 1,4 % “ “ y aumentó, en el 2015 a 8,6 % del “
2) Recaudación:
Scioli: Recaudó ampliando la presión fiscal sobre los sectores más pudientes: a) Revalúo rural (los que más tierra tienen, pagan más); b) Penalizó la tierra improductiva, ociosa; c) Eliminó la carga tributaria sobre las viviendas familiares de bajo costo.
Macri: Recaudó aumentando el 1.200 % del impuesto más general, Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL), que incluye a todos los ciudadanos sea cual fuere su poder adquisitivo, así como también el impuesto de Sellos y el impuesto automotor.
Por lo tanto, es ocioso que el macrismo y sus voceros mediáticos se escandalicen por lo dichos y los hechos que se muestran en la campaña, acusando de que la intención es “crear miedo en la población”. Porque, en realidad, lo que se pretende es refrescar la memoria, informar seria y verazmente sobre los hechos del pasado, crear conciencia y, sobre todo, ofrecer una visión certera sobre los efectos políticos del neoliberalismo sobre las nuevas generaciones, que serán sus principales e inmediatas víctimas.
