9 SÍNTOMAS DE QUE DEBERÍAS MIGRAR A LINUX

por Desde Linux – Usemos Linux para ser libres

De una forma u otra ya estás usando Linux todos los días. Linux es la plataforma dominante en los servidores web, incluyendo el utilizado para alojar este sitio web, y también es el núcleo del sistema operativo Android, que posiblemente has venido utilizando desde hace tiempo en tu tableta o smartphone. Además, Linux está presente también en un montón de otros dispositivos, desde las mejores supercomputadoras hasta pequeños dispositivos especializados, como el router ADSL que te permite conectarte a Internet.
gnu - linux
Sin embargo, aproximadamente el 90% de los usuarios de escritorio utilizan Windows. Según las estadísticas, Windows 7. Y para la mayoría esto puede parecer la única opción viable, aunque puede ser un poco frustrante a veces. Entonces, si alguna vez tuviste problemas con Windows -¿quién no, verdad?- y te preguntaste si había algo mejor o jugaste con una de las computadoras de Apple en un Mac Store y de repente te “picó el bichito” de experimentar con un sistema que no fuera el de Redmond, es posible que te interese seguir leyendo.

La verdad es que hay una distribución Linux para todos, pero sin duda hay un montón de gente ahí fuera que podría estar usando Linux en su PC de escritorio o laptop tan sólo si se hubieran enterado de que existe. Es decir, a Linux le falta marketing y -al menos por ahora- son pocas las computadoras de escritorio que vienen con Linux instalado por defecto. En la medida en que esto sea así, hará falta que los que ya somos usuarios de Linux “evangelicemos” al resto.

Con esto en mente, les presento a continuación 9 síntomas de que deberías probar Linux.

1. Estoy ejecutando Windows XP y no quiero actualizar a una versión más nueva

Hay varias razones por las cuales es posible no querer actualizar a una versión más reciente de Windows. Tal vez tu computadora sea demasiado vieja y tenés miedo de que la nueva versión de Windows se ejecute muy lento. O simplemente no te gusta Windows 7/8. Claro, también existe la posibilidad de que no quieras o no puedas pagar por dicha actualización.

Cualquiera sea el caso, quedarse con Windows XP es una propuesta cada vez más peligrosa
. ¡Ya tiene 13 añitos! Eso hace que sea absolutamente obsoleto en términos informáticos. Además, Microsoft ya no brinda más soporte a Windows XP, lo que implica que no vas a recibir las actualizaciones de seguridad de un sistema operativo que ya de por sí era conocido por ser inseguro. También es probable que no puedas ejecutar algunas de las últimas aplicaciones en ese sistema.

Si no querés o no podés actualizar a la versión más reciente de Windows, tu única opción es probar otra cosa. Además de las costosas computadoras de Apple, tu única opción es Linux, un sistema operativo moderno y muy seguro. Además, incluso vas a poder conseguir distribuciones de Linux -Zorin OS o Lubuntu, por ejemplo- que se ven muy parecido a lo que ya estás acostumbrado en Windows XP.

2. No dependo de ninguna aplicación exclusiva para Windows

Hay personas cuya profesión o aficiones requieren aplicaciones que sólo están disponibles para Windows, ya sea porque los equivalentes que existen en Linux no están a la altura o porque el uso de una alternativa simplemente no es una opción. Por ejemplo, los productores de música electrónica que utilizan aplicaciones como FL Studio, Cubase o Ableton pueden encontrar algunas alternativas en Linux, pero éstas son más difíciles de utilizar o no se ajustan a las preferencias y el flujo de trabajo establecidos en el mercado. El uso de la emulación o virtualización para ejecutar estos programas puede ser una opción, pero por lo general viene a costa de algunos compromisos, especialmente en el rendimiento.

Pero si no necesitás de este tipo de aplicaciones, entonces prácticamente no hay ningún impedimento para que utilices Linux. Prácticamente todo lo que hacés en Windows se puede hacer en Linux y hay un montón de aplicaciones disponibles.

3. No utilizo hardware “exótico” que sólo trae soporte para Windows

Hay algunos componentes de hardware y periféricos que no son totalmente compatibles con Linux, como por ejemplo algunas interfaces de audio profesionales. Lo más probable es que todo el hardware funcione bien, aunque Linux todavía hoy tiene algunos problemas para dar soporte a algunos periféricos (webcams, impresoras, etc.). De todas formas, siempre podés comprobar si tu hardware es totalmente compatible.

4. Utilizo mi computadora sólo para conectarme a Internet

Si utilizás tu computadora sólo para conectarte a Internet, tu nivel de dependencia de Windows es mucho menos significativa. Todos los principales navegadores web, excepto Internet Explorer funcionan de mil maravillas en Linux, incluyendo a Firefox, Chrome y Opera. Todas las principales aplicaciones de chat y llamadas de voz también están disponibles para Linux, al igual que los clientes de Skype y mensajería instantánea para varias redes de mensajería. Incluso hasta hay clientes especializados para Twitter que son bastante agradables.

5. Utilizo mi consola de juegos o no soy un gamer enfermizo

Los juegos solían ser uno de los puntos débiles de Linux, pero las cosas están mejorando de manera espectacular en este sentido. No es que antes no había juegos de buena calidad en Linux, pero por lo general se trataba de abandonware o de juegos gratis de programadores independientes, y con frecuencia los títulos comerciales más populares no traían soporte para Linux.

Hoy día, Steam está disponible en Linux y un número cada vez mayor de los mejores juegos de primera clase están siendo portados a nuestro sistema operativo favorito. Valve, la compañía detrás de Steam y de un número de esos títulos populares (como Half Life, Portal, Team Fortress, DOTA, y otros), de hecho, cree que Linux es el futuro de los videojuegos. Incluso hasta comercializa Steambox, una consola basada en Linux.

Sin embargo, aún así es muy posible que algunos de tus juegos preferidos no estén disponibles, y si sos un gamer empedernido esto puede ser un problema. Aquí también existe la posibilidad de utilizar Wine, emuladores o máquinas virtuales pero es probable que la experiencia no esté exenta de problemas o un rendimiento sensiblemente menor al experimentado en Windows.

Por otra parte, si sólo utilizás consolas de juegos -como la PlayStation o la Xbox- para correr tus juegos favoritos, entonces que Linux todavía no sea el paraíso de los videojuegos no es un problema.

6. Estoy cansado de los virus, adware, spyware y malware en general

La mayor parte, si no todo, el software para Windows se descarga desde el sitio web del fabricante de software o un sitio de descarga de software dedicado como Softpedia o Download.com. Es un hecho bien conocido que estos a menudo tratan de instalar software adicional que probablemente no necesites, que cambian algunos de los ajustes de tu sistema y se ejecutan en segundo plano, consumiendo valiosos recursos. Incluso algunos no paran de mostrar anuncios molestos o envían información sobre tus hábitos.

No pocas veces lo hacen sin nuestro consentimiento y no es raro que la casilla de verificación para instalar este tipo de programas adicionales estén preseleccionados por defecto y que sean presentados de una manera que sea muy fácil pasarlos por alto. Eso si es que el desarrollador fue lo suficientemente “honesto” de poner una casilla de verificación en primer lugar.

Esta mecánica casi nunca ocurre en Linux. En realidad, digo “casi” sólo para cubrirme para cualquier caso excepcional del cual no sea consciente. De hecho, nunca vi algo similar en Linux. La mayor parte del software que se instala en Linux proviene de un repositorio central gestionado por la misma empresa/comunidad que está detrás de tu distribución Linux. Todo el software es empaquetado y mantenido por ellos. De esta forma, vas a descargar e instalar los programas desde una suerte de biblioteca centralizada, muy al estilo de las tiendas de aplicaciones de Android (Google Play) o Apple (Mac App Store).

7. Quiero algo diferente. Me cansé de Winbug

Windows ha introducido muchos cambios en las últimas versiones. Por ejemplo, la apariencia cambió significativamente entre Windows XP y Windows 7, y aún más dramáticamente entre Windows 7 y Windows 8. Como si esto fuera poco, podría decirse que la mayor parte de las veces esos cambios han sido para peor.

Windows 8 eliminó el menú de inicio y lo reemplazó con una interfaz de usuario moderna a pantalla completa. No obstante, algunas características que mejoran significativamente la facilidad y la eficiencia con la que utilizamos nuestras computadoras todavía siguen estando ausentes en Windows (notificaciones, efecto exposé, escritorios virtuales, etc.). Así que si estás ansioso por probar algo diferente, Linux puede ser la respuesta.

Es más, Linux ofrece una gran cantidad de opciones cuando se trata de la forma en que se ve y se siente el escritorio.
Si te gusta una interfaz de usuario similar a la de Windows XP, es fácil conseguirlo. En cambio, si preferís un estilo similar a Mac, está opción está disponible también. Por último, si buscás algo completamente diferente podés encontrar miles de variantes en Linux.

8. Me gusta personalizar mi sistema y/o quiero aprender cómo funciona

Hablando de elección, dependiendo de la versión de Linux que elijas, en Linux es posible personalizar tu escritorio a gusto, y hacerlo de varias maneras diferentes. Cada distribución Linux permite niveles diferentes de personalización. Esto, a diferencia de lo que ocurre en Windows, donde una tarea tan simple como cambiar la apariencia del escritorio puede convertirse en una pesadilla.

Gracias a la activa y generosa comunidad detrás de cada una de las distribuciones Linux, vas a conocer en profundidad cómo funciona tu sistema y a “tunearlo” como más te guste. Incluso vas a poder adquirir algunas habilidades potencialmente valiosas en caso de que hayas elegido una carrera o un trabajo relacionado con la informática.

9. Quiero ahorrar dinero

Las distribuciones Linux son casi todas gratis. Como si esto fuera poco, no sólo no hay que pagar nada para obtenerlas sino que el código fuente de las mismas se encuentra disponible y sus usuarios son libres de copiarlas y distribuirlas sin cometer ningún delito. La piratería de Windows prácticamente no existe en el mundo Linux. Esa es la naturaleza de las licencias de software libre con las cuales se distribuyen no sólo las distribuciones Linux sino también gran parte del software disponible en sus respectivos repositorios.

Esto puede suponer un ahorro de dinero porque, como es obvio, ya no vas a tener que comprar las actualizaciones de Windows para trabajar en tu computadora legalmente. Eso sin mencionar que el presupuesto sube y sube si tu familia es numerosa.

Sin embargo, cabe aclarar que a pesar de ser software libre -o tal vez gracias a ello-, la calidad del software disponible para Linux es sorprendentemente bueno. De hecho, posiblemente ya hayas probado algunas joyas del software libre como Chrome, Firefox, VLC, y tantos otros.

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