REDES SOCIALES Y EL CLUB DE LA PELEA

 

Por Mariano Quiroga   ***

Las redes sociales como parte de la construcción del debate político.

Hay una pregunta que me vengo haciendo desde hace mucho tiempo; ¿Quienes somos en las redes sociales? Es un tema que desde hace rato me obsesiona, fue el kilómetro 0 para volcar mi carrera como periodista al 100% a cubrir lo que sucede en las plataformas y tratar de analizar quienes somos, de esa manera encontré mi estar siendo en el mundo.

Me gusta el concepto de que la comunicación se divide en 4 territorios: la calle, el mediático, el digital y el gubernamental . Entre ellos se retroalimentan pero cada uno tiene sus reglas, no son lo mismo. El objetivo de Multiviral será poder entenderlos a cada uno y acercarle a los lectores las herramientas más adecuadas para poder transitarlos, en estos tiempos tan turbulentos donde las reglas cambian a cada rato es un gran desafío servir de guía.

Esta primer nota va dedicada a las redes, el territorio más nuevito en comparación al resto pero el que vino a revolucionar a los otros espacios, las redes nos invitan a desplegar lo mejor y lo peor de nosotros. El surgimiento de las redes cambió el panorama de cómo se consumen las noticias y también de cómo se cuentan. También intervino en la forma en la que nos relacionamos, ya nada volverá a ser lo mismo.

En el plano político las redes sociales permitieron que ciertos «outsider» puedan construir su carrera y llegar a lo más alto sin necesidad de contar con los medios tradicionales como principal soporte para instalarse en la opinión pública. No se puede contar el triunfo de Trump o de Bolsonaro sin hacer un revisionismo de cómo funcionan estas plataformas y cómo influyeron para que ambos llegarán a la presidencia de sus países, dos tipos que representan ideologías completamente totalitarias encontraron en las redes el público al cual interpelar.

Una comunidad que puede incidir en los resultados electorales y que se siente identificada con los discursos de odio. Que levanta sin sonrojarse banderas a favor de la tortura, en contra de los homosexuales y con un fuerte contenido misogino. Segmentos de la población que encuentra en candidatos de extrema derecha una representación y una identidad.

No quiero caer en la fácil teoría de que los votantes de estos candidatos son seres que no tienen todos los patitos en fila y que de esta manera son manipulados para sostener políticas que los terminan perjudicando. Esa teoría que nos pone a quienes no coincidimos en nada con esas premisas políticas en un lugar de iluminados seres, no conduce a nada, solo agiganta la polarización que es moneda corriente en las plataformas digitales.

Si hay un lugar donde se fortalece la grieta, donde desaparece la posibilidad de un diálogo constructivo es en las redes sociales.
 El coliseo romano del siglo XXI, el lugar donde hablamos con los que piensan igual que nosotros y donde echamos raíces profundas en nuestros pensamientos. El lugar donde estamos conectados las 24 hs del día, donde nuestros hábitos se moldean, parece muy difícil que esto vaya a cambiar pero quien escribe no pierde las esperanzas.

Es ahí donde se da el choque de intereses, donde se construyen candidatos con sus respectivas comunidades y acá entran todos los partidos políticos. Pero mientras otros partidos más tirados a la izquierda como puede ser el peronismo en la Argentina o el PT en Brasil. Tienen a la calle como lugar de construcción de comunidad, los nuevos perfiles políticos orientados a la derecha lo hacen al revés de lo on line a lo off line. Podemos argumentar que como estas plataformas son instrumentos del denominado «Circulo Rojo» es obvio que primero lo ocupen ellos a estos territorios digitales, sea cual sea el motivo da la impresión que conocen muchísimo mejor las reglas del juego.

Desde esa postura de tipo confiado que sabe que cuenta con todas las de ganar, abonan el terreno desde sus granjas de troll para que surjan en la sociedad discursos que estaban adormecidos. Fomentados por los mismos integrantes de los espacios políticos, que lejos de repudiarlo invierten mucho dinero en el armado de la estructura del territorio digital. En otro momento hubieran sido motivo de repudio social, pero hoy pueden celebrarle el cumpleaños a Videla que seguramente una gran cantidad de seguidores le van a dar RT al posteo festivo

¿Quienes son los ganadores de esto?

Lejos esta de ser la sociedad, los únicos que se ven beneficiados son los dueños de las plataformas que obtienen lo que más desean, que nosotros nos pasemos la mayor cantidad de tiempo posible discutiendo sin importar quien esta del otro lado y cuales son los límites, todo vale con tal de conseguir el objetivo de tener razón.

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