EL ÉBOLA, UN NUEVO 11-S

 

por Purificación González de la Blanca
Todos sabemos – o casi todos, ya que hay quien no se da por enterado- lo que significó el 11-S en la estrategia de los Estados Unidos para hacerse con los recursos energéticos de un amplio listado de países.

 ebolaSus siniestros  gobernantes –y no nos referimos solo a Bush que como Obama es un títere de la Reserva Federal- no tuvieron inconveniente alguno en disponer el asesinato de más de tres mil personas por tal de que el mundo, conmocionado ante la tragedia, diera luz verde a sus planes criminales contra Afganistán, Iraq, Libia, y los que siguen en el programa: Siria, Somalia, Sudán e Irán,   tal y como relata en su famoso video  el ex comandante supremo de la OTAN y ex general de los Estados Unidos Wesley Clark.Con la introducción del ébola han hecho carambola, como explicaremos,  ya que todo apunta a que  un centro de investigación biológica y de desarrollo de armas químicas que desde hace más de 50 años se dedica a detectar  enfermedades mediante una “manipulada ingeniería de la infección” y a introducir epidemias y plagas, llamado Fort Detrick, aparece detrás del brote de esta epidemia. Parece ser que esos investigadores llevaban   tiempo tratando de introducir la enfermedad en una colonia de monos.Según la información publicada en Russia Today por Karen Méndez, la alarma que generaron en la población mundial distintas corporaciones mediáticas, especialmente la CNN, sobre el brote de Ébola en países de África, y luego su insistencia sobre la vacuna de la que ya disponían para prevenir o paliar esta enfermedad (relacionada con unos laboratorios con los que trabaja Fort Detrick), dejó al descubierto muchas cosas, como que desde Fort Detrick también se inocularon en otras fechas virus como el VIH, Ébola, Peste bubónica, Antrax y Virus del Nilo Occidental.

En los años 70 el Fort Detrick cambió su nombre, por el que era mundialmente conocido, por el de  Instalaciones Frederick para Investigación sobre el Cáncer, que es supervisado por Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Interna, la CIA y el Instituto Nacional del Cáncer. Llámese como se llame tiene un largo expediente de bioterrorismo, tal y como se informa en el boletín Armas para Defender la Salud, de fecha 24 de septiembre de 2014- dirigido principalmente contra países con línea política diferente a la de los Estados Unidos.  En 1951 utilizaron plumas de aves infectadas con Ántrax para provocar la peste en Corea del Norte y luego inocular la fiebre amarilla; en 1962  contaminaron un barco de caña de azúcar que hizo escala en Puerto Rico rumbo a la Unión Soviética; en 1966, el Pentágono hizo quebrar varias ampollas de Bacillus subtilis en las rejas de ventilación del metro de Nueva York exponiendo a más de 1 millón de personas a esta bacteria; en 1970, el Fort Detrick desarrolló técnicas de biología molecular para producir retrovirus, hoy conocido como VIH;  en la década de los 70 llevaron a cabo la Operación Mangosta, en base a la cual la CIA inoculó en Cuba distintos virus como Epifitia Roya de la caña para afectar distintas zonas cañeras del país, fiebre porcina africana, que obligó a sacrificar a más de 700 cerdos y el moho azul del tabaco que destruyó más del 85% de esas plantaciones; en 1981 introdujeron en Cuba  el virus del Dengue Hemorrágico que le costó la vida a 158 cubanos, de ellos 61 niños, etc., etc.

El activista y periodista Abayomi Azikiwe ha declarado recientemente en Press TV que Washington está usando la epidemia del ébola para desarrollar su agenda imperialista en el África Occidental.  Y a ello apuntan todos los indicios.  Si los ataques contra Siria se iniciaron a raíz de que en  2003 investigadores noruegos (de la poco recomendable compañía ANSIS) descubrieran en ese país nuevos yacimientos de petróleo y, sobre todo, grandes reservas de gas, este despliegue del ébola parece guardar relación con el hecho de que en 2012 las compañías African Petroleum y Andarko  anunciaron el descubrimiento de importantes yacimientos petrolíferos frente a las costas de Liberia y Sierra Leona. Y hace cinco años confirmaron la existencia en Ghana de uno de los mayores campos petrolíferos  de toda África.


¿Alguien puede creer que una epidemia como el ébola se combata con el ejército?
(aunque ya sabemos que en Liberia hay orden de disparar contra los sospechosos de estar contagiados)  Pues Estados Unidos ha realizado un amplio dispositivo  enviando aviones militares a los países afectados, con un despliegue de 4.000 marines, a la par que, según la información de los medios, “ha pedido  a España el uso de las bases para su operación militar contra el ébola, en la que 3000 marines han combatido en Sierra Leona”.  Nos gustaría que nos aclararan contra quien han combatido esos 3000 marines que indican. ¿Contra el virus? Perdonen pero es que somos un poco ignorantes sobre las estratagemas de los Estados Unidos, y nos  parece que esta última tiene poca fiabilidad.  Y además nos consta que carecen de escrúpulo alguno para provocar la muerte de miles de personas a la hora de proponerse el  saqueo de algún país. Por eso creemos que, con el ébola,  nos encontramos  ante un nuevo 11-S, y con carambola (eliminan población africana, uno de sus objetivos, venden la vacuna o antídoto, e invaden África). Toman al  mundo como si estuviese plagado de deficientes mentales, pero ya va siendo hora de plantar cara a tanta mentira.

Ojos para la Paz

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