EL ZELIG LEVANTISCO

Por Conrado Yasenza
No es admisible la discusión sobre el origen del video ni las impugnaciones sobre su viralización en las redes debido a que fue a partir de que La Izquierda Diario lo puso en circulación. Lo grave es el operativo realizado por Gendarmería Nacional a la órdenes del Secretario de Seguridad,  utilizando la metodología de infiltrar personal de civil entre las filas de los manifestantes. Eso es lo que patentiza el video: la identificación de  Roberto Ángel Galeano, Coronel (R) del  arma de Caballería, comandando el operático confundido entre los civiles, y la burda escena del Comandante de Gendarmería Nacional,  Juan Alberto López Torales,  abalanzándose sobre un auto particular; escenificación de un atropello que nunca existió y que se ejecutó como estrategia para poder desarrollar posteriormente la brutal represión al conductor. Parece otra época que creíamos haber dejado atrás y que la potencia de lo real nos arroja sobre el rostro. Es injustificable y nadie del campo nacional y popular, y de las filas del kirchnerismo, puede avalar este accionar que viola las debidas garantías constitucionales de todos los ciudadanos.

En el video que refiero  (https://www.youtube.com/watch?v=GkzFFeOsjmA&feature=youtu.be) se registra el momento en el que Torales finge ser embestido por un automóvil para acto seguido proceder a la feroz represión del conductor que ni siquiera se resiste y sin embargo es arrancado del auto, arrastrado por el piso y reducido y golpeado por más de cuatro gendarmes, hecho que recuerda las peores épocas vividas en el país. Allí se evidencia el efecto de las palabras y declaraciones del Secretario de Seguridad, quien apela a exacerbar los ánimos de una sociedad predispuesta a la implementación de medidas manoduristas, de corto alcance pero muy efectivas en su poder de daño social, soliviantando las apetencias xenófobas de capas que con celeridad se sitúan en “estado de derecha” para legitimar el accionar del Secretario que juega un partido personal con miras al 2015, buscando posicionarse como candidato a Gobernador para la Provincia de Buenos Aires, y afincando sus apariciones estelares, como un Zelig levantisco, en discursos y parloteos que se basan en la estigmatización, la implementación de prácticas que durante la gestión de Nilda Garré se habían prohibido (como por ejemplo la presencia en operativos de las fuerzas sin identificación), en operaciones de inteligencia que Berni ya ha utilizado y de las cuales se jacta,  y a dotar de mayor autonomía a las fuerzas de seguridad que sólo él controla y ordena. Para retomar la idea de una sociedad que rápidamente se sitúa en estado de derecha, cito un párrafo de una nota escrita por Ricardo Rouvier para La Tecl@ Eñe (¿La inseguridad vence a la política? http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene#!ricardo-rouvier/c24oy “Buena parte de la opinión pública, un minuto después de un crimen aberrante distribuido desde la gramática de los medios, pasan a requerir tolerancia cero para los delincuentes. El pánico los hace involucionar hacia derecha, y cuando las condiciones mejoran son más sensibles a lo social.”

El sábado 6 de septiembre el periodista Horacio Vertbisky publicó en Página 12 una columna de opinión, Control de abusos, en la que linkeaba dos de los videos que demuestran lo hasta aquí escrito. Ocurrió algo inquietante: Los links, o estaban bloqueados, o se cayeron durante unas horas. Repito: Inquietante.

El Ministerio de Seguridad emitió luego de conocido el video en cuestión, un comunicado (Noticias | Ministerio de Seguridad www.minseg.gob.ar http://www.minseg.gob.ar/sobre-video-incidente-con-gendarme) en el cual invierte la carga de la prueba y le atribuye la culpa al conductor reprimido argumentando que éste venía a baja velocidad para entorpecer el tránsito, y defendiendo la burda actuación de Torales, además de obviar al agente infiltrado que da la orden de bajar al conductor (se escucha, bájalo a palos).

Lo expuesto hasta aquí comprueba que las palabras no sólo actúan en el plano de lo simbólico sino que se hacen efectivas en el plano de lo real y de manera preocupante.

El día viernes 5 de septiembre último, el periodista David Cufré informó, en el programa Mañanas Silvestres, sobre la interna que existe en el Gobierno Nacional en torno al tema de la Seguridad: Se ha producido un enfrentamiento entre el Secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, y el Secretario de Seguridad, Sergio Berni. El punto álgido es la intención de Berni de abordar el tema de la seguridad, que considera muy grave, utilizando a las Fuerzas Armadas para patrullar la calle y crear retenes de detención en la vía pública, en clara violación a la Ley de Seguridad Interior y a la Ley de Defensa.

Quizás esta interna inevitable hacia el interior del propio gabinete, réplica o eco de la discusión que viene desarrollándose entre militantes orgánicos y no, refleje la intención de la Presidenta de la Nación de intervenir para tratar de ponerle freno a un leviatán que el propio gobierno creó. En ese sentido puede leerse la intervención de Carlos Zanini, hombre de extrema confianza y llegada directa a la Presidenta, que oficiaría de contraparte que rechaza y enfrenta los procedimientos de Berni tratando de detener su aprobación social y política – cabe recordar que el Secretario fue elogiado en varias emisiones televisivas y radiales por referentes del PRO, del radicalismo hegemónico y también por miembros del kirchnerismo como Diana Conti, por ejemplo.

Sería interesante que, sin dejar que medie la distancia histórica que establece Cronos, el Gobierno Nacional tomara las palabras pronunciadas por Raúl Ricardo Alfonsín en un momento en el que el líder radical percibía ese estado de derecha. El Kirchnerismo si observa que la sociedad y sus actores políticos, sociales y mediáticos se derechizan, debe prepararse para perder una elección; lo que nunca debe hacer es derechizarse.

La discusión sobre la gravedad que reviste la pérdida de una elección a manos de plataformas electoralistas de derecha, es importante y debe debatirse. La teoría que especula acerca de que lo mejor que le puede pasar al kirchnerismo es confrontar, y en todo caso, perder una elección con un candidato claramente definido como lo es Macri – repliegue táctico -, no es muy viable ya que para ello se sobreentiende que el kirchnerismo posee una sólida base popular que es capaz de poner en discusión el “interregno macrista” en la administración del poder.

Por ello urge que el Gobierno Nacional despeje la maleza, haga a un lado la cizaña, para centrarse en la conformación de un Frente Social y Político que garantice los logros obtenidos, defienda sus políticas de inclusión y de respeto absoluto por los de derechos humanos, para profundizar el “proyecto nacional” y encarar la segunda etapa que implica la consolidación del Kirchnerismo/Peronismo y el programa nacional, popular y latinoamericanista.

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