por Orlando Gustavo Pascua
A solicitud del historiador José María Rosa y a través de la Ley 20770 de septiembre de 1974 se instaura como Día de la Soberanía en conmemoración del Combate de la Vuelta de Obligado.
La batalla se dio en un recodo del río Paraná, entre San Pedro y Ramallo en la provincia de Buenos Aires el 20 de Noviembre de 1845 cuando por orden del Brigadier General Juan Manuel de Rosas dos mil soldados con veintisiete cañones y las famosas cadenas al mando del General Lucio Norberto Mansilla impiden el paso de una escuadra anglo-francesa que pretendía en aras de sus apetencias mercantilistas violentar el paso.
Por las circunstancias en que se dio esa batalla y sus consecuencias dentro de un contexto político
es reconocida como modelo y ejemplo de sacrificio en pos de nuestra soberanía, San Martín lo apoyó desde su exilio y en toda la patria asumió ser libre y no una colonia extranjera. Es también un reconocimiento hoy al Gaucho Antonio Rivero que en 1833 en nuestras islas Malvinas resistió seis meses al colonialismo inglés y termina entregando su vida el 20 de noviembre de 1845 en la Batalla de la Vuelta de Obligado.
A partir de estos datos históricos es imprescindible entender, comprender y definir a la Soberanía como algo integral que aglutina todo: lo político, lo económico, lo social, lo educativo, lo laboral, lo cultural, lo sanitario, lo previsional, lo habitacional, lo jurídico, lo alimentario, los recursos naturales y lo territorial (geográfico). Desde el poder económico -y sus aliados políticos- siempre intentaron y lo lograron en parte (no en todo) plantear la cuestión de la Soberanía haciendo hincapié solo en lo territorial, llevando así a conflictos bélicos contra pueblos hermanos y genocidios contra los hermanos pueblos originarios, el pueblo argentino, respondiendo a los intereses del imperio y los grupos económicos trasnacionales para instalar un modelo económico, político, social y cultural que nos quitó precisamente la Soberanía como Pueblo, como Nación.
En este cambio de época vamos recuperando conceptos, definiciones, palabras que ese Poder intentó quitarnos: autonomía, independencia, justicia social, distribución de la riqueza, defensa de los recursos naturales, integración y unidad latinoamericana, todos ellos se simplifican en Soberanía. Ser Soberanos es ejercer nuestros derechos a través de la participación, el compromiso, la organización, que en Democracia sus instituciones están en función de los intereses nacionales y del pueblo, es entender que la Soberanía reside en el pueblo, en el marco de la defensa irrestricta de los Derechos Humanos fundamentales.
Nuestra historia es rica en la lucha por la Soberanía Nacional y la Integración Regional y Latinoamericana. También es cierto que históricamente los hubo y los hay dos líneas de Pensamiento, uno el Nacional, Popular y Latinoamericanista -que hoy los estamos viviendo y practicando-, y el otro antinacional, antipopular, oligárquico y pro imperialista -los neoliberales que pretenden volver a la década de los 90’-, reflejándose ambas, en su generalidad, en diversos partidos políticos, medios de comunicación, instituciones intermedias, entre otras.
Estos son tiempos de construcción de espacios amplios, pluralistas, democráticos, de participación y protagonismo real del pueblo, recuperando nuestra rica historia y a ese sujeto histórico -político, social, cultural-, concibiendo y vislumbrando ésta realidad, construyendo herramientas para el desarrollo social, controlando y regulando la economía, con el objetivo de atender la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, la justicia, la previsión social para todos los argentinos.
Hoy estamos recuperando soberanía. La soberanía previsional, la soberanía energética, la soberanía comunicacional, la soberanía científica y tecnológica, la asignación universal por hijo, planes de viviendas, presupuesto educativo son la recuperación de soberanía de los sectores populares.
Los proyectos y los sueños de soberanía están instalados en la práctica, a pesar de las dificultades, las provocaciones y actitudes destituyentes de las oligarquías locales, grupos económicos concentrados y el imperio, que intentan derrotar los proyectos nacionales-latinoamericanistas, populares, progresistas y democráticos en toda de la región. Las herramientas de integración económica, de defensa, política y cultural. Mercosur, Alba, Unasur, Celac son hoy las herramientas institucionales para revalorizar el concepto de Soberanía que pasa por reconocernos latinindoafroamericanos, que es nuestra raíz, nuestro origen, bajo de los nuevos paradigmas de Memoria, Verdad, Justicia, Soberanía y Democracia.
_______________________________________________
* Orlando Gustavo Pascua
Combatiente de Malvinas – Trabajador de Prensa
Coordinador Nacional Red Compromiso Social por Malvinas
