24 DE MARZO: RECUERDAN EN VIRASORO A VÍCTIMAS DE LA DICTADURA



Por Momarandú

El establecimiento Las Marías (de Navajas Artaza) sindicado como punto de desaparición de personas, la relación empresarial con la desaparición de trabajadores, es el tema que lleva a recordar este viernes 24 a las víctimas de la última dictadura militar que no terminan de recibir justicia en una causa judicial llena de trabas, insanias de acusados, muertes de víctimas y testigos claves

Primeramente se realizó este 23, en Posadas, Misiones, la presentación del libro Responsabilidad Empresarial en Delitos de Lesa Humanidad, acto convocado por la Universidad Nacional de Posadas y el Ministerio de DD HH de Misiones.Este libro fue elaborado de manera conjunta por AEyT de Flacso/CELS/PVJ y Secretaría de DD HH del Ministerio de Justicia entre los años 2014 y 2015. En dicho acto participó la red de DD HH –Corrientes y amigos y familiares de las víctimas de Virasoro.

Este viernes 24, el recuerdo de las víctimas de Virasoro tiene su acto central en esa localidad.

Se reseña brevemente que en los años ’70 del siglo pasado no existían gremios que agruparan a los trabajadores de la alimentación y a los rurales.

Marcelo Acuña, una de las víctimas, ya se había radicado con su familia en esa localidad y trabajaba para el establecimiento Las Marías de los hermanos Navajas Artaza. Acuña rápidamente congenió con todos los trabajadores y vecinos de la localidad y fue él quien al observar que no se cumplían las leyes laborales propuso a sus compañeros agruparse para hacerlas cumplir. Se inicia así, el camino del Sindicato de Industria de la Alimentación STIA.

Marcelo Acuña contó con el acompañamiento y colaboración de Miguel Ángel Arguello, en ese entonces Director de la Escuela N° 202 del distrito, quien puso a disposición de los trabajadores el espacio de la escuela para que pudieran realizar las reuniones preparatorias para la creación del sindicato.

Sin embargo, observaron que fuera de este sindicato de la alimentación recién creado, quedaban afuera los trabajadores rurales, por tanto se conformó el Sindicato de Trabajadores Rurales y Estibadores FATRE. Ramón Aguirre –otra de las víctimas- fue elegido como Secretario General.

La creación de estos sindicatos trajo malestar a los Navaja Artaza. Pese a esto, los trabajadores lograron algunos acuerdos no sin antes realizar paros y huelgas para ser escuchados. Esta metodología de reclamo era novedosa en la zona y con ella se rompió la relación entre los dueños de los establecimientos y los trabajadores.

La huelga que más habría molestado a los hermanos Navajas Artaza fue una que coincidió con el aniversario de la muerte de don Víctor Navajas Centeno, fundador de Las Marías S.A. Para la ocasión se realizó una misa en el cementerio privado de los Navajas y fueron invitados empresarios de toda la provincia, el país y del exterior.

Para cuando llegó el golpe de Estado del ’76, los cimientos de la represión ya estaban construidos. Al pueblo arribó el Capitán Juan Carlos Saco, interventor militar, quien tuvo lazos estrechos con los Navajas Artaza. Incluso, refiere la hija de Marcelo Acuña, Noemí, que la empresa le cedió terrenos para el acampe de militares, algo que, cuenta Noemí Acuña, lo reconoció Adolfo Navajas en nota al diario Nación.

El caso es que había que aplacar los ánimos “subversivos” de los trabajadores de Virasoro, entonces la maquinaria de la represión se echó a andar. El saldo fue de una veintena de detenidos y dos desaparecidos, todos integrantes de las comisiones directivas de ambos sindicatos, STIA y FATRE, y los delegados gremiales vinculados laboralmente a la empresa Las Marías.

Noemí Acuña cuenta que hubo dos momentos de represión en Virasoro: la primera en abril de ’76 con las detenciones de Acuña, Franco y Aguirre, y represalia para Comparin. En julio de ese año es secuestrado el ex abogado del sindicato, Julio Gervasoni, y en agosto ’76, Agustín Lembú Mendieta fue detenido en Santo Tomé. En el año 1977, entre febrero y julio, se produjo el resto de las detenciones: todos trabajadores vinculados a Las Marías, casi todos ellos con participación gremial.

MÁS NOMBRES PARA NO OLVIDAR

Epifanio Silvestre Monzón, tarefero, talero y carpidor en el establecimiento, fue detenido por la Brigada de Investigaciones de Posadas en Villa Lanús, Misiones, el 26 de febrero de 1977.

El asesor legal del Sindicato, Dr Moisés Belsky (fallecido) fue detenido en el Chaco en febrero de 1977, preso en el Ex Reg 9 U7, La Plata.

Juan Manuel Gómez, había sido delegado de Las Marías por FATRE y vivía en la plantación denominada “Orsetti”, en el interior del establecimiento. Renuncia por persecusiones laborales aproximadamente en febrero de 1976 y se fue a trabajar a otro lugar, aunque siempre en la zona de Virasoro. El 8 de marzo de 1977 fue secuestrado de su casa y, en el trayecto que recorrió con sus captores, pudo escuchar que en el pueblo iban secuestrando a otras personas.

También en marzo de 1977, se produjo el primer allanamiento en el domicilio de Neri Victoriano Pérez, trabajador rural en Las Marías y delegado de los tractoristas del FATRE. Unos meses más tarde, el 2 de junio de 1977 fue secuestrado de su domicilio.

En el recorrido de captura, secuestraron al trabajador de Las Marías y delegado de los tareferos del Fatre, Jacinto Bernal, también de su casa, en el barrio Vuelta de Ombú, en Virasoro.

El mismo 2 de junio de 1977, personal de la Gendarmería que se trasladaba en un vehículo de la policía provincial efectuó un violento allanamiento en la casa de Benjamín Areco, maquinista de Las Marías.

El día 19 de ese mes, fue detenido el jornalero Héctor Sena, trabajador de Las Marías

Unos días después del secuestro de Sena, el 29 de junio de 1977, se produjo la desaparición de Marcelo Peralta. Peralta había trabajado en Las Marías desde 1974 hasta marzo de 1976, se había empleado luego en el establecimiento “María Aleida”. Con anterioridad a aquel día, había sido secuestrado y golpeado Ramón Peralta, tarefero de Las Marías, hermano gemelo de Marcelo. El 5 de julio de 1977 se produjo el secuestro de Carlos Arturo escobar Solano, revisor de cuentas de Fatre. Los secuestros de esta segunda tanda se enmarcaron en el despliegue de un operativo militar denominado “Consolidación”. Dicho operativo se desarrolló específicamente en Virasoro, formalmente a partir de junio de 1977, de manera simultánea al despliegue del “Operativo toba III”, por orden del Comando de la Brigada III.

Con el advenimiento de la democracia y con la llegada de los juicios por lograr justicia, se inició en el Tribunal Federal de Paso de los Libres una investigaciónpor delitos de lesa humanidad cometidos en Gobernador. Virasoro. Un policía arrepentido hizo conocer su testimonio y declaración: cuenta que Adolfo Navajas hacía el listado de la gente que había que desaparecer, se lo entregaba al Capitán Saco y éste como no conocía los domicilios ordenaba a un grupo de policías locales que identificaran las casas para luego actuar. Enterado de estos detalles Jorge Pérez, hijo del desparecido Nery Pérez, radicó una denuncia por la desaparición de su padre y responsabilizó de ese hecho a Navajas Artaza.

Actualmente las causas están unificadas, pero antes, el Tribunal de Paso de Los libres, 14 jueces se excusaron pues alegaron que no podían intervenir en la causa dado que tenían vinculación con los Navajas Artaza. El juez número 15, directamente sobreseyó al empresario sin siquiera tomarle declaración indagatoria. La causa esta elevada al Tribunal Oral Federal de Corrientes, con el juicio oral suspendido.

Los militares Llamil Reston y el Capitán Juan Carlos Saco, imputados por los delitos de lesa humanidad cometidos en Gdor. Virasoro, fueron separados de la causa por razones de salud.
Queda un único imputado, el militar retirado e intendente de facto Torres Queirel, dueño de la estancia María Aleida, lugar donde asesinaron y desaparecieron a Marcelo Peralta. Torres Queirel presentó una autorización a la justicia para ausentarse del país durante sesenta días porque pretende participar del bautismo de su nieto en Suecia. Se recuerda que Torres Queirel tienen prisión domiciliaria. Las víctimas y los familiares hicieron saber al Tribunal el deseo de que este permiso no le sea otorgado.

Luego de tantos años de idas y vueltas en la justicia, han fallecido algunas de las víctimas y testigos del caso: Marcelo Acuña (víctima), Ramón Aguirre (victima), Jacinto Bernal (víctima) Miguel Ángel Arguello (testigo), Próspero Jesús Acuña (testigo).


Nada ha concluido.
Todo sigue. Todavía se aguarda justicia.

 

 

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