por INTI – Área de Comunicación
El centro textil está ubicado en el Lote 8 de la zona rural del oeste de la provincia de Formosa y rescatan aprendizajes ancestrales de los pueblos originarios de la zona para generar servicios y productos semiindustriales.
El proyecto se inició a través de un pedido de la ONG Fundación Gran Chaco y de once asociaciones de pueblos originarios de emprendedoras y artesanas textiles de tres departamentos del oeste de la provincia, pertenecientes a una red de mil doscientas cincuenta y siete mujeres emprendedoras, y se hizo efectivo en la segunda mitad del mes de septiembre.
El nuevo Centro de Servicios Textiles consta de una amplia cadena de valor que abarca eslabones intermedios en los servicios disponibles hasta lograr un producto acabado según los requerimientos. Al respecto Dario Vergara, especialista de la Unidad Técnica de Ingeniería Económica del Centro INTI-Formosa destacó que entre la oferta que el Centro de Servicios Textiles brindaría se encuentran el procesamiento de fibras de Chaguar, el procesamiento de vegetales para tintes naturales, el servicio de teñido de fibra y como producto el colorante concentrado natural.
En tal sentido, y en un trabajo de dos años, el objetivo estuvo orientado a resolver barreras tecnológicas que no le permitían a las artesanas poder avanzar sobre segmentos de mercados diferenciados. Así fue como en esta etapa lograda hace unas semanas, los especialistas Gustavo Muracciole, José Ricardo Velasco, Clyver Rivarola y Dario Vergara, supervisados por Mario Jarzinsky, director del Centro INTI-Formosa, se encargaron del traslado del equipamiento, armado, puesta a punto, puesta condiciones, la puesta en funcionamiento, la capacitación de operarios de máquinas, la capacitación para el procesamiento de fibras y una capacitación en procesos de teñido, realizada por el técnico Horacio Alvarez del Centro INTI-Textiles.
El trabajo de campo se comenzó a realizar con dos líneas de financiamiento otorgadas por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación (MinCyT) correspondientes a dos proyectos aprobados: “Desarrollo Sustentable de Fibras Vegetales Largas para el diseño de Indumentarias a escala semi-industrial.” y “Desarrollo Sustentable del aprovechamiento de los Tintes Vegetales del Monte Chaqueño a escala industrial, para la aplicación en artesanías e indumentarias”.
«Con esta política buscamos que el proceso de vegetales y el teñido de fibra tengan un desarrollo semiindustrial, pero respetando el aprendizaje ancestral de los pueblos originarios. Hoy en día y según las pruebas que hicimos, cada lote se puede teñir con ocho colorantes naturales en una proporción de mil seiscientos litros de colorante», puntualizó Vergara.
Por otra parte, y durante el tiempo en el que se desarrolló el proyecto, coexistió un proceso de transferencia de tecnología diseñada por el INTI junto a prestadores locales donde se adaptaron, a las necesidades del monte, tres prototipos de máquinas que incluyen: una desfibradora de chaguar, una hiladora y un secadero multipropósito, solar y a leña.
«Este proyecto nos satisface como técnicos, ya que nos adaptamos a las necesidades de la gente que nos demuestra que en algo estamos ayudando y de esta forma la actividad en el monte comienza a dar un salto cualitativo hacia un nuevo mercado», finalizó Vergara.
