Silvina Narcue es una productora de Cerro Azul, que todos los sábados se acerca hasta Villa Cabello (Posadas) para comercializar lo que cultiva y elabora en su chacra. Es una de los 1200 colonos que eligieron vender alimentos provenientes de nuestra tierra en alguna de las ferias francas que existen en Misiones. Según el Registro de Productores Feriantes de la provincia, están distribuidos en 55 municipios y 85 puntos de venta.
En un puesto surtido, donde se puede encontrar de todo un poco, como leche, ricota, verduras, frutas de estación y mandioca, está Silvina. Para llegar el sábado a primera hora, comienza a cosechar los viernes bien temprano. Junto a otros nueve colonos se organizó y paga el flete de un camión para transportar los productos de la chacra hasta la zona oeste de la capital provincial.
El espíritu de la feria franca, desde sus inicios, fue constituir un espacio que permita la producción agroecológica con mano de obra familiar y la comercialización en forma directa al consumidor. Entre los colonos se promueve el cultivo libre de agroquímicos y respetando el medio ambiente en el que se desarrolla la actividad. Con esa impronta nacieron las ferias francas en la ciudad de Oberá en 1995, imitando a los hortigranjeros de Santa Rosa (Brasil).
Tras esta experiencia en la Capital del Monte, los municipios vecinos empezaron a replicar la iniciativa. Así esta modalidad de venta de productos de la chacra fue creciendo en toda la provincia. Después se desarrollaron proyectos similares en otras provincias, como Corrientes, Salta, Santa Fe, Chaco, Formosa, San Juan y Catamarca.
Dedicación y trabajo
En el rostro, las manos y el puesto de venta de Silvina se observan más que verduras y frutas frescas, también se reflejan el esfuerzo, el trabajo y la dedicación.“ Para venir el sábado a la feria, los viernes apenas clarea el día nos comenzamos a preparar. A última hora de la tarde nos acostamos a dormir y antes de la medianoche estamos arriba, para llevar nuestras cosas al camión y trasladarlas hasta Villa Cabello”, relató Silvina. Su familia hace 17 años que tiene un espacio en la feria franca, antes era su esposo quien viajaba y hace más de dos años ella está al frente del puesto de venta.
En Villa Cabello, el camión de Cerro Azul llega alrededor de las 4:00 de la madrugada. Apenas bajan del vehículo, los agricultores empiezan a descargar y armar las mesas con las mercaderías para esperar a los clientes, que cada sábado eligen comprar verduras y frutas frescas, recién cosechadas de las chacras. Para regular esta actividad, en 2010, se sancionó la ley de «Desarrollo, Promoción y Fomento de la Feria Franca y Mercado Zonal Concentrador de las Ferias Francas de la Provincia».
En el marco de esa legislación, en 2013, se conformó un equipo de trabajo integrado por representantes del Ministerio del Agro y la Producción y la comisión de interferias, para coordinar la adquisición de insumos y posterior entrega en los distintos municipios. En los dos últimos años, se construyeron 750 invernáculos con fondos de la Nación y el Ministerio del Agro y la Producción. Además, se entregaron equipos para instalar sistema de riego en las huertas e invernaderos, motocultivadores para la preparación de suelo, tela media sombra, tela antihelada para el invierno y semillas.
