por Ansol
Ese tipo de empresas sumaban el 30 por ciento hasta diciembre de 2011, y según testimonios de dirigentes locales, aumentó cinco puntos su contribución con el Producto Bruto Interno en menos de dos años. Consideran vital la Ley General que las promociona y regula, aprobada en abril.
«Durante 1982 y 1985 se puede decir que el cooperativismo ha mantenido a nuestro país. Hemos sido un pilar fundamental», aseguró Fernando Quiroga, gerente general de la Cooperativa Boliviana de Cemento, Industrias y Servicios Coboce.
De ese modo, Quiroga, quien también fue presidente de la Confederación de Cooperativas de Bolivia, detalló que durante los ’80, el modelo cooperativista sacó al país de la crisis, en tanto que el actual vicepresidente de Concobol, Braulio Arguedas, remarcó que el sector produce el 35 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional.
En este contexto fueron señaladas las condiciones favorables a nivel gubernamental de los últimos años. «Estoy convencido de que las cooperativas son una alternativa frente al capitalismo, donde las ganancias son para el sector privado, para personas individuales, mientras que en el cooperativismo es para todos los socios», expresó, por caso, el presidente Evo Morales al promulgar en abril de este año la Ley General de Cooperativas Nº356.
El movimiento cooperativo boliviano data institucionalmente de 1960, tras la inauguración de la primera empresa asociativa. Según detalló Concobol, el sector tiene presencia a nivel nacional en 16 rubros. La confederación pormenorizó que el 80 por ciento de las empresas mineras es cooperativo.
Le siguen en importancia las agrícolas y las de servicios básicos. En menor número figuran las de educación y otro tipo de servicios. En total, el cooperativismo tiene presencia a nivel nacional en 16 rubros, consignó un informe difundido el sitio web Opinion.com.
En relación al cooperativismo boliviano en Latinoamérica, Arguedas indicó que «está por encima de países como Paraguay, Ecuador y Venezuela, pero está por debajo de Brasil, Argentina, Perú y Colombia, donde el sistema cooperativo es mucho más importante en el quehacer productivo».
