MARIA OVANDO: «SÓLO ESPERO QUE ME DEVUELVAN A MIS HIJOS»

 
por Línea Capital

Ovando recibe ayuda de la Dirección de Acción Social de la Municipalidad de Eldorado, la ayuda con vales que ella cambia -en un negocio ubicado en el Km 3- por mercaderías y carne por un valor de 200 pesos una vez por semana.
Maria Ovando
En el patio de su casa del kilómetro 4 de Eldorado, donde vive con sus cuatro hijos, y sus pequeños nietos de 3 y 9 meses, María Ovando relató la lenta espera que vive, con ansiedad hasta que la Justicia le devuelva a sus tres hijos y dos nietas que están -algunos con su madre (un hijo y una nieta en Mado a 15 kilómetros de la ciudad) y otros con su suegra (dos hijos y una nieta en Puerto Esperanza a 50 kilómetros de Eldorado).

Mientras, la Dirección de Acción Social de la Municipalidad de Eldorado, la ayuda con vales que ella cambia -en un negocio ubicado en el Km 3- por mercaderías y carne por un valor de 200 pesos una vez por semana, lo que le alcanza para muy pocas cosas. “Además, muchas veces no tengo la plata para el pasaje del colectivo y tengo que ir caminando a buscar las mercaderías… Por eso, en algunos momentos estoy pensando en volver a trabajar en la tarefa, lo que no quiero hacer porque voy a quedar lejos de los chicos… Pero ¿Qué quieren que haga? vamos a pasar hambre esperando la ayuda de la municipalidad?», se queja. «Además, ahora que estoy yendo a la escuela para aprender a leer y escribir, no puedo ir a trabajar en cualquier lugar que me saque tiempo para estudiar; pero en la tarefa sí puedo trabajar porque ya conozco lo que es tarefear…”, reiteró.

A veces los vecinos del barrio la ayudan dándoles trabajo a sus hijos varones de 19, 18 y 17 años para que macheteen el patio o corten el pasto, “pero no nos alcanza, y más cuando venga la gurisada más chica.¿Qué les voy a dar de comer? si la ayuda de la municipalidad es una miseria”, se preguntó.

Hace unos días (después de esta nota), María pudo cobrar la ayuda social por ser madre de 7 hijos, así que seguramente estará más aliviada.

Ella se queja de que la casa donde vive necesita varias reparaciones, en tiempos de lluvia, el agua entra copiosamente en la vivienda, y el sistema eléctrico es muy precario.”Los abogados me dijeron que el Estado me tiene que devolver todo lo que perdí en esos años que estuve presa injustamente; pero hasta ahora no pasó nada… Hay muchas cosas que no entiendo”.

Cuenta con alegría que le gusta ir a la escuela donde está cursando la primaria. “Los docentes son macanudos, me gusta mucho aprender a leer y escribir porque sé que si aprendo a leer y escribir no me van a joder tanto, porque o si no la gente me trata mal porque soy analfabeta”, se quejó.

La sufrida madre, espera que el Estado le otorgue una vivienda digna en Eldorado, “porque en Posadas no conozco a nadie, y además la escuela me queda cerca y no necesito viajar en colectivo porque voy caminando, si tuviera que pagar el pasaje no podría estudiar porque no tengo plata para el boleto. Por ejemplo, muchas veces cuando voy a ver a mis hijos a Mado o a Esperanza tengo que ir caminando porque no tenemos plata”.

Pedido de restitución de sus hijos

María Ovando teme que la jueza de Familia de Eldorado, Margarita Potschka, no acceda a devolverle a sus hijos. “La otra vez tenía una audiencia donde supuestamente iba a haber una sentencia y me dejaron esperando muchas horas en el Juzgado. ¿Por qué ya que fui hasta allá no mandaron a la policía para que traiga a mis hijos? Mi abogada dice que yo tengo derechos porque soy la madre, pero hasta ahora esos derechos no se están cumpliendo ni un poquito, todo el tiempo me mienten. Pero no voy a bajar los brazos, a pesar de que a veces me pregunto: ¿Será que realmente no voy a recuperar a mis hijos?”, se preguntó compungida.

“Yo hago todo lo que me pide la jueza, me voy a dedo a Mado y Esperanza para ver a mis hijos, si no me importaran no iría caminando hasta allá… Pero voy porque me preocupa cómo están, y voy y vuelvo caminando durante horas, a pesar del maltrato que me hace mi mamá que todo el tiempo me hostiga que Roque
 (su hijo de 6 años) ya no me reconoce como madre, cada vez que voy le dice: ‘esa no es tu mamá’, o le pega por la boca cuando llego y él corre por el camino a encontrarme gritando ‘mamá, viniste mamá!’; todo eso me tengo que aguantar tragando ese mal trago…”.

Al escuchar este relato, Ana, la hija de María que vivió con su abuela todo el tiempo que su madre estuvo presa, interviene: “Mi abuela siempre maltrató a mis hermanos más chicos, cuando mi mamá cayó presa, en pleno invierno los hacía dormir en el piso con apenas una frazadita. Por eso ni bien le dieron la libertad a mi mamá yo me vine con ella. A mí me da mucha lástima mi hermanito porque él quiere vivir con mi mamá, cada vez que lo vamos a visitar y volvemos, Roque se queda llorando; además le tiene miedo a mi abuela”, contó.

En cuánto a su suegra, María Ovando señaló que la trata mejor que su propia madre. “y eso que ella no es nada mío prácticamente, antes me amenazaba, pero ahora, desde que estoy en libertad me trata mejor que mi mamá que es mi sangre, la que me trajo al mundo! Además mi ex suegra no me niega a mis hijos”.

Reiteradamente María insiste en que espera que “me devuelvan mis criaturas, y todo lo que me quitaron. Necesito por lo menos un buen techo para vivir con mis hijos y un trabajo para mantenerlos”. Mientras necesita frazadas, abrigos, calzados y juguetes para los chicos.

A pesar de que no sabe leer, habla y muestra con orgullo el libro “María Ovando, una lucha por justicia”, elaborado por la Comisión de Género del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) de Proyecto Sur, que fue presentado en Buenos Aires en la Legislatura porteña en marzo del 2013, por una iniciativa de la dirigente Vilma Ripoll, quien junto a los abogados Roxana Rivas y Eduardo Paredes, y junto al Colectivo contra las Violencias de Género de Misiones, fueron claves en la lucha por la libertad de esta mujer, que el año pasado fue absuelta de responsabilidad por la muerte de su hija de 2 años que murió a causa de desnutrición y a la que enterró en un monte cercano a su casa, María fue detenida en marzo de 2011 y estuvo presa 20 meses.

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