por Momarandú/
En la noche de apertura del Cha23 los momentos especiales arriba del escenario fueron marcados por los homenajes. El primero para el cantautor y músico “Pocholo” Airé a cargo de “sus discípulos”, y el otro para el querido “Gringo” Sheridan con un reconocimiento por triplicado. Momarandú habló con los músicos a cargo.
Como se sabe, además de la alegría de la fiesta, y el virtuosismo de los artistas, la Fiesta del Chamamé se caracteriza por ese sentimiento único que la cultura chamamecera guarda para recordar a sus historias, lugares y personajes memorables.
En la primera noche fueron dos personajes que, a título de homenaje, tuvieron su momento “inmortal” a través de su música y sus amigos chamameceros. Se trata de músicos y compositores fallecidos, uno ya hace tiempo, el otros recientemente: el Joaquín “Gringo” Sheridan y Ramón Alberto “Pocholo” Airé.
La fiesta de dividió en un antes y después del homenaje que sus amigos y familiares músicos dieron por triplicado al “Gringo, compositor de temas inolvidables” como Niña del Ñangapiri y Nuestros Sueños en la Distancia.
Triplicado porque fueron tres momentos: el primero a cargo de Quique Sheridan y Los Paiubre, el segundo con Lucas, hijo del fallecido músico y Los Sheridan, y el último correspondió a su hermano, Santiago “Bocha” Sheridan.
Con una presentación más que emotiva, tres generaciones chamameceras se unieron en este homenaje que el público acompaño a puro baile, Sapucai y aplausos.
Lucas Sheridan recibió una placa memorativa en nombre por parte del Instituto de Cultura. Hay que recordar que este músico y compositor correntino falleció en aquél trágico accidente del 8 de septiembre de 1989 en Bella Vista.
“Es un orgullo para mí tener a Los Sheridan conmigo en este homenaje, a mis sobrinos”, confesó Santiago Sheridan. “Ellos son los herederos de este compromiso de continuar con esto que es nuestra cultura del chamamé”, dijo emocionado.
De la misma manera el segundo homenaje fue para Ramón “Pocholo”, recibiendo la placa conmemorativa su viuda, Felisa de Airé. ”Está llegando una estrella desde el sur, desde el cielo a este lugar, y ese es Pocholo, que dejó su legado en estos músicos y en ustedes”, dijo la viuda al público.
Airé, oriundo de Curuzu Cuatiá, músico y maestro de músicos, como se lo presentó, Airé grabó junto a el dúo Vera-Monzón, Los de Imaguaré, Coquimarola y grupo Reencuentro. En esta noche un conjunto formado por “Los discípulos de Pocholo” le rindieron un merecido tributo a este músico que falleció en el 2012.
“Para nosotros fue un sentimiento y un homenaje totalmente merecido tanto por lo fue como por lo que enseñó”, declaró Ricardo Ávalos, uno de los músicos junto a Diego Gómez, Ricardo Alegre y Alejandro Campos.
“Lo recordamos como una gran persona y como un músico muy generoso, siempre dispuesto a enseñar y a dar todo lo que tenía”, continuó. Dijo que se le debería recordar junto a otros tantos grandes del chamamé, ya que se lo tiene muy merecido.
